NARRA ELIAN.
Me encontraba sentado en la sala, estaba nervioso, una chica vendría aquí, y era humana como yo.
Ansiaba la hora de poder conocerla.
Al fin Uno de ellos entro por la puerta haciendo una pequeña reverencia ante mi y tras el entro la chica de cabello largo mirando la casa con cierto fastidio.
- Con permiso jóvenes... Mates - dudaba en como decirnos y salió de la casa dejándonos a ambos solos.
- Hola soy Elian - la saludé sacándola del trance y me sonrió.
- soy Phebie - Me extendió la mano y la estreche, por fin alguien con mi misma temperatura e incluso más tibia.
Se notaba que el frío de afuera si le afectaba, estaba bien abrigada con una chaqueta blanca y unos pantalones ajustados.
- Así que ambos estamos atrapados con estos maniáticos - sonrió forzosamente por lo que asentí con algo de tristeza.
No sabía por lo que ella había pasado, inclusive pudo haberla pasado peor que yo, ya que ella era una chica.
Comenzamos a caminar por el salón mientras ella examinaba la casa como yo lo hacía primeros días.
- ¿haz intentado escapar?
Pregunto mirándome a los ojos.
- si, las primeras veces del día, ya que el alfa no estaba.
- Es una mierda, nos llaman egoístas a nosotros sin embargo ellos no están pensando mucho en nosotros.
Chisto molesta entrando en una habitación y sentándose en la cama de la habítacion.
No sabía de quién era así que entre con nerviosismo.
- tratemos de olvidarnos de está mierda - me invitó a sentarme a su lado - hablemos de nosotros.
Me senté a su lado y ella suspiro agobiada.
- ¿Que edad tienes?- pregunté aliviando un poco su mirada recibiendo una sonrisa.
- Eso no se les pregunta a las chicas, tengo 21, ¿y tú?- se sentó con las piernas cruzadas mirándome atenta.
- Tengo 18, Trabajaba en el restaurante de "Bambas" - Añadí más información para continuar la conversación.
- yo estudiaba cerca de ese lugar - sonrió ante la coincidencia - Es un lugar muy costoso, nunca pude ir - confesó apenada con la nariz arrugada.
- Descuida yo nunca comí nada de ahí - rei levemente - Ahí estaba cuando el me trajo aquí.
- ya veo, yo estaba pasando por ahí cuando el idiota de Eleazar me secuestro - Dijo algo molesta - me asusté muchísimo, fue un brusco y un idiota, yo, pensé lo peor.- Todo esto me parece una pesadilla, es muy alucinante, lobos y todo eso, jamás en mi vida pensé que algo así existiría.
Dijo mirando sus manos recordando el mal momento.
- lo peor de todo es que no puedo alejarme mucho de el, me siento ansiosa, es asqueroso en cierto modo, solo sentirme atraída de forma física, pero el corazón no le pertenece, los lobos parecen más bien perros en celo.
- Te entiendo- confesé reconfortandola - yo también siento eso, a pesar de que me a tratado mejor de lo que cualquier persona me a tratado, me hace sentir que esto es mi culpa, esta situación - aclare mi garganta sintiendo un nudo en ella. Era agradable poder conversar con alguien de esta forma, hace mucho no hablaba con alguien así.
- Lose, Eleazar hace lo mismo conmigo - Asintió con una sonrisa poco amistosa - ese hijo de puta.
- Aunque el señor Peter dijo que encontraría una solución, recordando lo que me había dicho.
- ¿El señor Peter? - se burló - ¿es un anciano o algo así?- pregunto algo asombrada.
- no, es decir, su apariencia es joven, no sobrepasa los 25, eso creo.
- oh bueno entonces ¿por qué el "señor"?
- bueno es el alfa ...
- no es nuestro alfa - rodo los ojos - es el de ellos, que se vayan a la mierda todos ellos, son más egoístas que los humanos.
Se levantó molesta de la cama, y salió al pasillo, salí detrás de ella.
Comenzamos a caminar de nuevo por los pasillos.
- ¿Te a forzado a algo?- pregunto ella algo preocupada.
Agaché la cabeza sintiéndome apenado y recordando.
- No totalmente - me sonroje totalmente mientras murmuraba.
- ya veo - rio leve - solo te dejaste llevar, es comprensible, es algo difícil el controlar el deseo.
Se encogió de hombros haciendo que la culpa y vergüenza se alejara de mi.
- ¿y tú?- le pregunte, y ella formo una sonrisa malíciosa en su rostro.
- lo torturó a diario - Rio levemente con tono macabro - Hizo una promesa de que no me tocaría, y tal parece los lobos son orgullosos y no pueden romperla, así que me tocó sola, tal parece que mi aroma lo vuelve loco - Me sonrió dulcemente, haciéndola lucir más macabra.
- eres increíble - me tape la boca ruborizado, sin embargo en ella no había pizca de vergüenza.
- este lugar es aburrido, deberías pedir una consola y una tv - cambio de tema mirando con desagrado la sala de invitados.- es como una casa de los años coloniales.
- No me gusta pedir, estoy gratis aquí.
-¿Gratis? Te está costando la librertad, y parte de tu vida ¿Crees que vivamos normal después de esto? - dijo casi en un murmuró- y seguramente mi novio está buscándome - en sus ojos mostraba tristeza y molestia.
- Supongo que está preocupado, yo no tengo a nadie buscándome, y aún así quiero mi libertad - dije sin notar que mi voz se apagaba.
- Descuida, estaremos juntos hasta que esto acabe - me tomo del hombro y me sonrió reconfortandome.
Asentí, y la abrace temiendo que esto fuera una mentira.
- Elian, regrese - ambos nos separamos y el señor Peter se acercaba a nosotros.
- Hola hijo de perra - Phebie le mostró el dedo de en medio con una sonrisa ladina, tomando mi brazo y corriendo por el pasillo, yo estaba asustado y ella parecía divertirse.
Solo pude ver los ojos de confusion de Peter.
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El humano y el alfa [yaoi/gay](omegaverse)
FantasíaPeter Bell es el Alfa de la manada del sur, Dominante, Autoritario, y Ansioso por conocer a su mate en la ceremonia de la luna. Lo que no se esperaba era que la luna tuviera planes para el, lejos de lo que el Imagino. Uniendo su vida a un joven huma...