Cap 3

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Una enorme sudadera que me cubría hasta los muslos, los pantalones del uniforme de UA, y la capucha me cubrían del incesante sol, las mangas me cubrían las manos, en los brazos llevaba a Eri, tenía el uniforme en versión mini, con unas medias-panti bastante gruesas para protegerla y un pequeño suéter, iva dormida con su cabeza en el espacio de mi cuello, yo iba junto con Eraserhead, que ahora debo llamar Aizawa-sensei.

Vamos pasando por los largos pasillos del hospital para poder ir a la enorme UA, era temprano, más o menos las 4 am, pero debíamos llegar a los dormitorios para que nos dijeran dónde está cada cosa.

El viaje en el auto era tranquilo, el silencio era cómodo y con los vidrios tintados me permite quitarme la capucha, tardaríamos en acostumbrarnos al sol, todavía no podía abrir bien los ojos, y tapaba la carita de Eri lo más que podía para que el sol no le diera en la cara.

Al llegar a los dormitorios todo estaba en silencio, dejando que el aire fresco y reconfortante haga dormir a los estudiantes.

Rezaba por qué no nos tocará la habitación del fondo, nunca me gustó ese detalle, pero no me podía quejar porque estaban haciendo mucho por nosotros.

Nos tocó la que estaba al lado de las escaleras en el segundo piso, había dos camas con sábanas decentes, un escritorio bastante grande con dos sillas, una computadora, el closet tenía dos uniformes más para Eri y para mi, y algo de ropa interior y ropa diaria, cortesía de mi mamá.

Deje a Eri en su cama y baje para hacer algo rápido de desayunar, constantemente yo nos hacía la comida.

Hice unos sandwiches y subí rápido, todavía no me quiero encontrar con nadie o que Eri despierte sola.

Al subir se estaba despertando, le entregué su sándwich y encendí la luz, era como las de allá, no eran muy fuertes pero iluminaban bien.

Después de 10 minutos, los dos bajamos a lavar los platos, subimos para ayudarla a ir al baño y nos encaminamos a buscar la oficina de Nezu, que nos quería decir algunas cosas.

Tardamos un poco pero un profesor bastante amable nos ayudó, la puerta era enorme a comparación del director y el interior aún más.

Hablamos de cómo serían mis entrenamientos y cómo poco a poco me expondrán al sol para acostumbrarme al igual que Eri, sobre cómo participamos en las clases, en los entrenamientos con la clase y cómo esperan nuestro nivel académico.

Después llegó Aizawa para llevarnos a nuestro salón, con él nos llevábamos mejor, siempre sacaba preguntas que no incomodaban o anécdotas para que el silencio no abunde.

Al llegar, estaba un chico cenizo peleando con otro pelo-azul, al principio no les presté atención pero luego me di cuenta de quién era el cenizo, tenía ojeras, y seguía con la misma actitud arrogante, incluso peor, pero parecía cansado e incluso triste, era Bakugo, siempre reconocería a ese chico.

Las ventanas tenían cortinas así que me podía quitar la capucha sin problemas, Aizawa hizo que todos se sentarán y nos dijo que pasáramos.

Kacchan y yo al conectar miradas los dos empezamos a ponernos nerviosos, yo no sabía si se alegraría al verme, así que empecé a temblar levemente y a él parecía que se le aguaban los ojos.

Antes de que Aizawa dijera algo, - D-deku? - nunca creí escucharlo tartamudear, solo asentí con una pequeña sonrisa.

Se levantó y me abrazó, y sin soltar la mano de Eri le devolví el abrazo, - P-pero, ¿qué te pasó?, ¿por qué desapareciste? - me invadió de preguntas preocupado, me sorprendía su actitud.

Solo le dije que después le contaría y la clase siguió con la incógnita de muchos hacía aquella escena.

No fuimos al comité de bienvenida ni nada por el estilo, fuimos directo a un campo de entrenamiento, donde harían una serie de pruebas para ver sus promedio y el último sería expulsado.

Gran poder peliverdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora