Azúcar morena [Booffee #1]

09 Rosa

Lionel

Me mentiría a mí mismo si no admitiera que me proveché de tener a Lili al alcance de mi mano, porque eso fue lo que hice, no desaproveché ninguna de las oportunidades que tuve de tocarla cuando estuvo a mi lado. No estoy seguro si eso fue demasiado para ella, dado que las primeras veces que me acercaba a tocarla, o siquiera hacia el intento de hacerlo, ella parecía asustada, pero ahora que ya me permite acercarme a ella, tengo la ligera sospecha que hasta lo disfruta.

Me siento un idiota por alegrarme de ello, pero quiero que lleguemos a un punto en donde ya no le sea extraño tenerme a su lado, en el que se acostumbre a mi cercanía y a mi toque, pero sobre todo, que se acostumbre a mí, porque no planeo ir a ningún lado a menos de que sea con ella.

Cada vez que la tengo cerca, o al alcance de mi vista, me siento como un adolescente otra vez, pero sin todos los problemas que ocasioné, por supuesto, sino como una mejor versión de mí mismo y con las hormonas de hace unos años, incluso intensificadas desde que me besó.

No he dejado de pensar en ello desde el momento en que me fui de su casa esa noche. No es mi primera vez besando a alguien, y aunque sé que todos los besos pueden ser diferentes por lo que sientes por la persona y por el momento en el que se da; besar a Lili se sintió mágico, electrizante, especial y perfecto. Aunque no estoy seguro de lo que se haya significado para ella dado la expresión que tenía en su rostro antes de irme.

Como ahora tengo un tiempo libre en casa, aproveché para comenzar a leer uno de los libros favoritos de Lili, de esos que compre en nuestra cita a la ciudad, y descubrí que a pesar de que tiene su buena dosis de romance, también es bastante divertido, así que para en el momento en que llego a una escena que me hace soltar una carcajada, alguien toca el timbre de mi casa.

—No sabía si te encontraría aquí. Por un momento imaginé que estarías con tu chica hasta que escuché tu risa.

—Estuve con ella y su familia —me hago a un lado y dejo pasar a Rick.— A mi viejo se le ocurrió reunirnos para conocerla mejor porque mi mamá le había hablado mucho de ella, y como se conocen con los papás de Lili —me encojo de hombros y no termino la frase.

—Lo sé, si a tu papá se le mete algo en la cabeza, no hay manera de que piense en otra cosa hasta que consigue lo que quiere —asiento.— ¿Entonces todo terminó temprano?

—Más para mí. Samuel me llamó para que fuera a recoger las piezas que encargamos porque tenía que hacer un viaje por emergencia familiar —Samuel es nuestro proveedor en el taller,— y como no estará en los próximos días y nosotros necesitamos esas piezas, no podía decir que no. Pero al regresar llamé a mi hermano para ver si aún seguían ahí, y resultó que ya se habían ido.

—¿Y simplemente decidiste ya no regresar a verla?

—No quiero ser un hostigoso con ella y que al final termine apartándome. Además sé que no ve por mucho tiempo a sus papás durante la semana. Quise darle su espacio y mejor verla mañana.

—Serás el novio modelo.

—Cierra la boca —suelta una carcajada, pero ambos sabemos también porque lo hago. Como ha dejado en la mesita del centro las cosas que trajo con él, se acomoda en el sofá y toma mi libro.— No quiero que me pase lo de la última vez, así que ahora intento tomar un poco de distancia y dejar que todo fluya a su ritmo. No quiero cagarla con Lili, hombre, ella es especial.

—Perdona que te lo diga, pero si vamos a ser crudos con la verdad en este momento, entonces tengo que detenerte con ese pensamiento. El que tu ex haya sido una loca sin sentimientos y para nada afectuosa, no implica que todas sean iguales. Además, no tienes que cambiar tu manera de ser solo para conquistar a una chica. Si están destinados a estar juntos, va a suceder, así seas un maldito muégano con ella —deja el libro de lado y comienza a acomodar lo que trajo.— ¿Sientes que Lili es la indicada? Me refiero en lo profundo de tu alma, porque sé que tienes una —esto último lo dice en tono de burla mientras destapa una lata de cerveza.