Capítulo 22

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El plan es simple, bueno, no tan simple para la persona que será la carnada. Modificando el dispositivo de teletransporte, abrirán un portal que lleve a su línea de tiempo, 2020, justo un segundo después de que viajaron al pasado. Nia, al igual que todos saben que al hacer eso, dejarán libre a una Kara completamente seductora y gay de nuevo, pero es mejor que arruinar la línea temporal. Solo hace falta que Lena este de acuerdo con ser la carnada, de nuevo.

―No, no lo haré.

―Sí, sí lo harás. A parte no te hagas, si bien sabes que te gustará―dice Nia alzando sus cejas.

―No. Ya he sido varias veces la carnada, y siempre-

―¿Es por esto? Porque siempre Kara te ha dejado con ganas porque siempre alguien las interrumpe, ¿verdad?

―Que tonterías, ¿dejarme con ganas?―con unas risas nerviosas, empieza a dar las excusas de que es mentira, pero ni ella misma se los cree―N-no, no lo haré.

―Que sí.

―Que no―en realidad sí quiere.

Al ver que Lena se está haciendo la difícil a pesar de que todos saben que sí quiere serlo, Sara decide jugársela, y muy probablemente le costará la vida.

―Bien, entonces yo lo haré. De paso tal vez pueda besar esos lindos labios rosados de Kara―voltea con una sonrisa Sara hacia Lena, mientras se prepara para ir al calabozo.

―¡No! Mejor sí lo hago... Es que no quiero que se aprovechen de Kara, ya saben, es una amiga para mi y la quiero mucho... como amiga―se sonroja fuertemente Lena, pero eso no quita el hecho de que le lanza dagas ardientes con sus ojos a Sara.

Su estrategia funcionó. Logró hacer que Lena aceptara, y lo mejor de todo, sobrevivió, aunque le costó una palmada por parte de Ava.

Mientras tanto, Kara ha empezado a seducir las esposas de los diferentes senadores, en otras palabras, divirtiéndose. En contraste, los guardias ejecutarán a Zari y Behrad en cuestión de minutos. A pesar de que Zari ya tiene una idea para poder salir del calabozo, no quería llevarlo a cabo, porque no cree ser capaz de resistir, pero después de esperar a que sean rescatados por el equipo, y con el tiempo acabándose, no le quedó de otra que tener que usarlo. Zari voltea hacia su hermano, y aclara su garganta. Con sus suspiro, se prepara.

―...Bien... ¿crees que funcione?―pregunta Zari.

―Ni idea...

―Okey...―aclara su garganta de nuevo―Sé que puedes oírme Kara-

―Más fuerte, y-

―Sí, ya sé―dice Zari mientras vuelve a aclarar su garganta, y pone la voz más sensual que puede―Kara, sé que puedes oírme. Tengo mucho frío. Mi ropa no me calienta demasiado, pero tal vez el contacto de tu piel con la mía lo hará―cada vez se sonroja más fuerte, y por un momento voltea hacia Behrad, quién le da la señal de seguir―Podríamos hacer cosas... divertidas. Cosas que me quitarán el frío―hizo su mejor intento para sonar lo más sensual posible.

Esperaron unos segundos, pero no escucharon algo, solo para después escuchar un estruendo, y antes de poder reaccionar, Kara arrancó las puertas y rejas del calabozo.

―¡Funcionó, Kara vino! Oh... Kara vino...―sonríe Zari al ver que fueron rescatados por Kara, pero apenas se da cuenta de que ahora ella tiene otro problema que es... bueno Kara.

―No necesito estar cerca de ti para calentarte―dice Kara completamente sensual, y empieza a caminar lentamente hacia Zari. Lena debe de apurarse si no quiere que alguien más pueda besar a la rubia.

Kryptonita Rosa [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora