CAPITULO 22

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Cuando las gemelas vieron a Sally frente a su puerta llorando no pudieron hacer de la vista gorda y la escucharon

-solo esta vez, realmente lo necesito- decía mientras mantenía su vista baja y es que el negocio de su padre había fracasado y por lo tanto todo el dinero de su familia se había esfumado, no tenía nada.

-veremos que podemos hacer, no te preocupes- respondió Zamy.

Amy no había dicho nada, aun estaba molesta pero no por eso no la iba a ayudar.

Le contaron la situación a su padre y este accedió a ayudar, compro el negocio y ayudo a salir adelante al padre de Sally y con ello las ganancias de ahora ambos empresarios se había multiplicados significativamente.

Ahora la ardilla se había convertido en una niña rica y mimada, cosa que solo las separo mas

Y al final no agradeció la ayuda de las Rose

...

En el ultimo año de secundaria les había tocado en el mismo salón, la verdad es que a las gemelas no les interesaba estar en el mismo lugar con Sally, pero a ella le molestaba de sobremanera

La ardilla se había convertido en la típica niña que fastidiaba con la cantidad de dinero que poseía, humillando a los demás.

En cada oportunidad que tenía sacaba comentarios hirientes y fuera de lugar dirigidos para las erizas, hasta que un día ambas decidieron que ya no lo tolerarían más, resultando en una discusión y luego en una pelea.

-enserio Sally deja de menospreciar a los demás- dijo Amy -tener más dinero no te hace superior a los demás-

-aunque me digas eso se que en fondo eres igual a mi-

-no es cierto- se defendió Amy

-lo es, eres igual a mí, solo que en una manera menos expresiva-

-el día que sea igual a ti será el día en el que valla al lugar que ocupen mis sueños mas terroríficos, el lugar que mas me haga sufrir, pero claro eso jamás pasar porque no soy como tu-

...

-yo nunca le tuve lastima ni nada por el estilo, en realidad lo que tenía era envidia de ella, de su vida, de sus padres, yo quería una vida así, y cuando paso lo del celular solo quería ayudarla pero resulto mal, tal vez elegí mal las palabras y debido a eso ella se sintió humillada y yo ni siquiera lo vi así, y la cosa de ir a ese lugar es un autocastigo uno que puse para evitar ser igual a ella... pero al final fui igual a ella y me odio por eso- dijo mientras se encogía en su lugar.

-tú no eres igual a ella- menciono Sonic

-pero qué tal si-

-ni se te ocurra decirlo, no eres igual a ella en ningún sentido- dijo interrumpiéndola, entrelazo sus manos con las de ella y la miro a los ojos -tu eres amable, empática, cariñosa y no te importa para nada el dinero- hizo una pausa para acercarse mas al rostro de la chica -eres Amy Rose- su boca rozo con la de ella y sus respiraciones se juntaron -eres mi novia- finalizo con un beso lleno de cariño y amor.

Cuando se separaron juntaron sus frentes y se quedaron así por un momento.

-aun tengo una duda- hablo Sonic -ese lugar, esa pequeña bodega en el bosque ¿es el lugar de tus pesadillas? -

-lo es- afirmo ella bajando la mirada -el lugar que me hace sufrir-

- ¿Por qué? -

-la verdad es que ese es el lugar en el que estuve cuando... me secuestraron- dijo ella algo decaída -fue una experiencia muy traumática que te contare, pero no hoy- sonrió nuevamente y vio a Sonic a los ojos mientras tomaba la mejilla del chico con dulzura -hoy no- repitió mientras volvía a juntar sus labios con su novio.

-no te obligare, me contaras todo cuando estes lista- dijo cundo el beso termino -y no quiero que regreses a ese lugar-

-no lo hare-

Ella le sonrió, ahora era una de sus sonrisas verdaderas, esas que a él le encantaban.

Mientras tanto en la entrada del salón escondida detrás de la pared se encontraba una ardilla marrón, quien se encontraba con una mano en la boca con el fin de callar sus pequeños sollozos y sus lagrimas resbalaban por sus mejillas, no dijo nada, se limpio el rostro y se fue en silencio.

Mas tarde los salones ya estaban llenos y las clases estaban transcurriendo normalmente y al final de ellas como siempre se encontraban los gemelos Hedgehog ayudando a las gemelas Rose, Sonic y Amy en el auditorio y Zonic y Zamy en las canchas de futbol.

- ¿Cuándo es la presentación? - pregunto Zonic.

-en tres semanas, ¿Por qué? -

-solo quería saber como íbamos con el tiempo, y a mi parecer vamos bastante bien-

-genial, ¿eso quiere decir que estoy mejorando? - pegunta emocionada

-no- responde cortante mientras la eriza hace un puchero -deja de hacer berrinches y repitamos las primera parte-

-esta bien- respondió resignada, dándose la vuelta y comenzando la coreografía.

Zonic sonrió al ver el gran progreso de la eriza, estaba orgulloso de ella, pero no se lo diría, no hasta que fuera el momento.

Y es que la verdad todos los pasos ya le salían a la perfección, pero si le decía eso dejaría de pasar esas tardes con ella, y eso era lo que menos quería, quería estar con ella, pero era muy orgulloso para decirlo por eso usaba como excusa las practicas.

Su hermano era expresivo y sin pensarlo decía lo que quería, ojalá el fuera así, él piensa las cosas antes de decirlas y a veces se arrepiente de la elección de palabras que hizo, pero era muy orgulloso para corregirlas.

A lo lejos aparecieron unos chicos, parecían atletas, en cuanto vio que uno de ellos señalaba a Zamy, quien estaba practicando un paso en el que se hincaba y movía las manos en diferentes posiciones, era un movimiento sensual sin llegar a ser para nada morboso.

Su corazón se detuvo y empezaba a ponerse de mal humor, se sentía enojado, no con ella, con esos chicos que solo miraban la escena con detenimiento y la ropa deportiva de la eriza no ayudaba, se apresuró en ir hasta ella y la tomo del brazo para detener sus movimientos.

-es todo por hoy, cámbiate y ve a casa-

- ¿Qué?, pero aún no acabo-

-dije que te cambies y vallas a casa- dicho esto la tomo del brazo y la jalo consigo hasta la entrada de los vestidores -ve, te esperaré aquí-

-pero-

-ahora- la interrumpió mientras señalaba con un tono autoritario el interior de los vestidores

-estas muy raro- dijo y entro de mala gana a los vestidores

Vio como los chicos se alejaban del lugar, eso lo hizo sentir más tranquilo, pero aún estaba molesto, no le gustaba que vieran de esa forma a Zamy, no le gustaba para nada.

Simplemente AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora