Caos (Baekyeol/Chanbaek)

Capítulo diecinueve.

El chirrido de la silla cuando Baekhyun se para, hace despertar del ensueño que tienen sus padres, que están embobados mirando la televisión, su padre sólo mira de reojos y vuelve a pegar los ojos en la televisión, pero por el contrario su madre le pega una mirada con que lo fulmina, directo como una bala y frunce el seño, antes de gesticular las palabras, pero Baekhyun está demasiado enajenado, para que sus miradas pudieran apuñalarlo y hacerlo sentir mal, más mal de lo que estaba en aquel momento.

-¿A dónde crees que vas? –Le cuestiona su madre y Baekhyun sólo la mira, sin decir nada.

-A la universidad –Mintió- ¿A dónde más? –Dijo cortante.

-Debes esperarme. Lo sabes.

-No. Iré por mi cuenta hoy –Responde y ve como se abren los ojos de su madre en forma de enojo y desafío.

-Ni lo pienses, Byun Baekhyun.

-¿Sabes cuantos años tengo? –Le incrimina- Veinte años. Puedo ir y volver solo.

-¡He dicho que irás conmigo y volverás conmigo! –Dice su madre, mientras Baekhyun  arregla su mochila a espaldas de ellas.

-Iré por mi cuenta. No soy un niño –Dice ya cerca del umbral de la puerta- Llegaré más tarde quizás, llevo el celular.

-¡Byun Baekhyun regresa aquí mismo! ¡Ahora! –Dice, pero el estruendo de la puerta al cerrarse fue la única respuesta que recibió de parte de él.

Baekhyun se sentía asqueroso, una especie de escalofrío le recorrió el cuerpo mientras caminaba calle abajo. Aún podía sentir las fervientes caricias de parte de las manos de Chanyeol en su cuerpo, podía sentir las yemas en su ingle y su boca detrás de su oreja depositando besos cálidos y mojados, aún podía sentir el vaivén de sus cuerpos y el roce que lo hacía estremecerse y gritar su nombre.

Todo era un asco y estaba tan mareado que sentía que iba a vomitar el poco de desayuno que alcanzo a comer con tranquilidad. ‘’¿Todas aquellas caricias eran mentira? ¿Todos esos besos fueron mentiras? ¿Todas esas palabras eran mentira?’’, pensó y su estómago dio un vuelco y sintió la arcada calándole la garganta. ‘’Dijo que era su cosa favorita de éste mundo’’, ‘’Realmente nunca me amo’’, sus pensamientos lo estaban matando de a poco y cada paso que daba era una como estar agonizando, mientras las lágrimas eran legados de todos aquellos sentimientos que siente pero que debía desechar.

Chanyeol camino con lentitud hacia su departamento, luego de que su madre le rogara que se quedara en casa, que no la dejará sola, pero sólo hizo caso omiso a su voz temblorosa y las lágrimas en sus añejas mejillas y salió por la puerta con la misma indiferencia que lo caracterizaba.

Antes de llegar a la entrada prendió un cigarrillo con un encendedor que tenía estampado la bandera británica alrededor. La llama emergió más alta de lo que él pensó y retrocedió antes de quemarse la cara. La primera calada del cigarrillo le fue un descanso y boto todas las tensiones mientras hacía dibujos con el humo que provenía de su boca. A la tercera fumada, la garganta le dolió y sintió un nudo en el estómago sin razón alguna, pensó que era especie de señal, pero luego rió porque él, sin dudas, era la persona más escéptica de éste mundo.

Cuando estuvo a punto de interiorizarse en el ascensor el celular le vibro y sonrió, porque sabía que era Baekhyun, le tenía un sonido especial. Rápidamente abrió el mensaje y su sonrisa coqueta le volvió a la cara y retrocedió para nuevamente salir del edificio, con los dedos tiritones de emoción.

‘’-Juntémonos en el parque cerca de mi universidad. Supongo que sabrás dónde queda ¿o no?’’ [Recibido a las 9.00 a.m]

Cualquiera que hubiera leído el mensaje podría haber notado el cambio de palabras y la ironía que ocupo Baekhyun, pero Chanyeol estaba demasiado embobado en pensar en qué harían, como para notar la indiferencia y frialdad de las palabras del pelinegro.