Caos (Baekyeol/Chanbaek)

Capítulo veinte.

El café amargo y sin azúcar se estaba enfriando en sus manos, pero él seguía con la vista cabizbaja posada en un punto indefinido y casi estático. Sus manos estaban más delgadas y pálidas, podrías ver las venas por encima de la piel sin mayor problema, mientras tiritaban entre una mezcla de emociones y sensaciones, algo así como frío y miedo, nervios y dolor en los huesos.

Había pasado exactamente dos semanas del incidente, las heridas en su mano, producto de las espinas estaba sanando casi cicatrizando, pero las de su corazón seguían intactas como aquel día, seguían tan efervescentes y frescas que parecían doler más y más, generando recuerdos que no lo permitían respirar en paz.

Estaba delgado, más delgado de lo usual, en aquellas dos semanas ni siquiera pudo probar un bocado de comida sin antes botar unas lágrimas y su dieta se había basado en cigarrillos, cafés sin azúcar, uno que otro vaso de alcohol y algo de arroz.

Las bolsas bajo sus ojos se estaban ahuecando, dejando leves depresiones entre las zonas de la nariz y los ojos, éstas se estaban tornando azul rojizas y el color iba tomando dependencia del lugar levemente cada día, como una especie de veneno negro que terminaría por matarlo.

No había salido a ‘’trabajar’’ en este periodo de tiempo porque no tenía las fuerzas necesarias como para salir de su  departamento. Sabía inconscientemente que sus piernas o pies fallarían y terminaría tarde o temprano golpeándose contra el asfalto.

En verdad es como si para Chanyeol las horas se hubieran detenido, como si el tiempo real y el tiempo que está él viviendo, fueran cosas totalmente diferentes. Para él, estas dos semanas habían sido tan eternas como un año, como meses estancados y aburridos, como una especie de cápsula del tiempo de la cual no puede salir y se siente tan angustiado que desea que la muerte golpee su puerta y lo encuentre en su cama, tan débil como para morir tan sólo en un segundo, un frágil pero astuto segundo.

A diferencia de Baekhyun, Chanyeol no tenía nadie que lo animara a seguir en este mundo hecho de tierra y agua con personas de carne y huesos, él no tenía a nadie y eso lo hacía hundirse más en su dolor. Su madre a su vez, da a su hijo por muerto, Chanyeol no aparece con descaro y se cuela en su casa para la hora de la comida ni menos llega con el alcohol hasta la cabeza y con agresividad en sus puños al golpear la puerta, él desaparece completamente como si la tierra se lo hubiera tragado de un minuto a otro sin que nadie pudiera percibirlo.

Chanyeol seguía roto.

Baekhyun revolvió la comida con los palillos lentamente. Miró el arroz mientras una lágrima iba cayendo por el surco enrojecido de sus ojos hasta terminar en la línea de su mandíbula, se pregunto si Chanyeol podría comer o respirar sin estar con él o si realmente estaba feliz de cumplir su objetivo y hacerlo entristecer hasta que le dolieran la piel.

Espero que su madre saliera de la habitación para botar la comida en el basurero del baño y volver a sumergirse en las sábanas de su cama con los huesos adoloridos y los ojos irritados de tanto llorar.

Baekhyun había estado postrado prácticamente  hace una semana, sin moverse, sin comer, sin tomar agua, tan sólo respiraba y mirada el techo de su habitación haciéndolo un lienzo de recuerdos que sólo hacían doler más su corazón, que se sentía débil y entumecido luego de todo lo ocurrido.

A pesar que la primera semana luego de la despedida e ignorar a Chanyeol viéndolo sólo como una piedra en el camino, él sinceramente se había sentido bien, a pesar de que había descubierto de que el hombre por el cual había dejado todos lo prejuicios y otras de cosas de lado, era un mentiroso, él realmente se sentía bien.

Esa semana prometió a si mismo superarlo, botó todos los recuerdos, borro su número de teléfono y todos los registros de llamadas y mensajes. La segunda etapa fue sumergirse en los estudios y atrapar el tiempo allí para que el pensamiento no lo pille volando bajo y de repente vuelvan a él los recuerdos. Y así pudo sobrevivir los siete primeros días, comiendo bien, actuando bien, estudiando bien y respirando bien.