Caos (Baekyeol/Chanbaek)

Capítulo veintidós.

Chanyeol aún yacía mudo en su cama mirando el techo y de vez en cuando miraba el celular, pero no había nada nuevo en él y sólo suspiro, ‘’Esto es el principio del fin’’, pensó. De repente una corriente eléctrica lo tomó desde lo pies y le recorrió el cuerpo hasta llegar a la cabeza y se paró en un segundo y sin darse cuenta salió corriendo por la puerta principal de su casa, sin motivo alguno, bajo la mirada interrogativa de su madre.

La silla de Baekhyun botó un chirrido espontáneo e interrumpió la clase. Todos y cada uno de los que se encontraban en el salón voltearon a mirarlo pero no presto atención y cogió todas sus cosas para salir corriendo, aún cuando el profesor lo detenía en voz alta, a lo cual Baekhyun sólo respondió con un fuerte estruendo de la puerta al cerrarse.  

Cuando salió del lugar, camino lentamente por los pasillos, sus pasos iban retumbando por el vació lugar y su respiración irregular, tanto que hacía que tuviera que parar de vez en cuando para estabilizar su cuerpo y no desmayarse ahí mismo por la falta de oxigeno.

Todo estaba fríamente calculado. El arma de fuego estaba cargada y el auto estaba estacionado con punto fijo, mientras la fría brisa corría afuera alborotando los árboles. La mirada siniestra estaba presenta y el traje negro en su cuerpo era casi imperceptible desde afuera por los vidrios polarizados del viejo y sucio auto donde se encontraba.

Todo había sido planeado hace un par de días, para ser exactos, estaba planeado hace cuatro días atrás, todo con sumo cuidado, no era necesario buscar la información exacta, porque todo estaba archivado en un viejo escritorio lleno de polvo y rastros de sangre seca junto a un cenicero con alrededor de cien colillas de cigarro a medio acabar y otra consumidas hasta el filtro.

La ‘’presa’’ no se había presentado aún a su alcance, pero no era algo que les inquietara, porque estarían dispuestos a esperar todo lo que fuera necesario, porque ésta era la oportunidad de adquirir todo el dinero que necesitaban (Más bien todo el dinero que querían conseguir). Un golpe de suerte que no siempre tienen, un milagro que quieren que suceda y que según sus cálculos, funcionaria a perfección.

Baekhyun siguió caminando con cautela por el pasillo para no terminar cayendo al piso. Sus piernas seguían temblando, estaban frágiles al igual que sus manos. Su espalda estaba adolorida y no podía soportar muy bien el peso de su bolso, por lo que tuvo que dirigirse a al cafetería del lugar, para poder descansar en una de las sillas, mientras su respiración se tranquilizaba.

Su cerebro aún no procesaba todo lo que quería hacer. Su mente daba vueltas y sus pensamientos se volvían más confusos. ‘’ ¿Realmente me ama?’’ ‘’Quizás todo es una trampa para caer nuevamente en sus redes’’, ‘’Pero si no hubiera vuelto a mi inmediatamente’’, ‘’Baekhyun no seas un tonto, no vez que ya estás cayendo en sus redes otra vez’’, ‘’Chanyeol no me ama, él realmente no lo hace’’, ‘’Eres un estúpido’’, pensó.

Cuando Chanyeol pudo despertar de la mezcla del ensueño y la adrenalina que iba viajando por su sangre, pudo darse cuenta de que había tomado un taxi  rumbo a la universidad de Baekhyun sin ni siquiera pensarlo. Cuando miro el camino, sintió un poco de pavor y casi bajo del auto, pero algo se lo impedía, su corazón ardía y sabía que algo andaba mal, anda demasiado mal y si era necesario iría a proteger a Baekhyun de lo que fuera, pero lo protegería.

Cuando el auto llego a destino, luego de pagar bajó del auto con cautela. Tenía la piel erizada y la adrenalina volvía apoderarse de su cuerpo y camino con cautela hasta la entrada del lugar.

Chanyeol no por nada estuvo inserto en el mundo del alcohol, el cigarrillo y los robos. Una vez que hizo una vista periférica del lugar, sin ni siquiera dudarlo en lo más mínimo, vio el viejo auto estacionado en uno de los costados de la entrada del lugar y pudo identificar el antiguo vehículo con vidrios polarizado, donde él estuvo más de una vez sentado para cubrir un crimen mientras fumaba un cigarrillo.