𝑬𝒖𝒑𝒉𝒐𝒓𝒊𝒂 || 𝓑̴𝓲̴𝓷̴𝔀̴𝓸̴𝓸̴

⊱ Un✨

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« Él »

Omnisciente

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¿Cuál es el sentido de la vida?

Aquella pregunta ha invadido la mente a millones de personas de las cuales os aseguro que ni una de ellas tiene una respuesta en concreta.

El pensamiento de las personas es diferente para cada uno. Nadie sabe qué es lo que puede estar sucediendo por la cabeza del otro a menos que te lo diga, aunque siempre estará la posibilidad de que esta se encuentre mintiendo.

De todas formas, el ser humano siempre tratará de buscar alguna respuesta, algún acertijo, alguna pista por más mínima que sea con tal de responder aquella pregunta.

¿Qué es la felicidad?

¿Acaso es solo el hecho de sentirse bien?¿De sentirse feliz?

Si ese fuera el caso entonces ¿Los asesinos en serie son felices? Ellos encuentran el placer en matar a la gente, llenándolos de fulgor y alegría al ver la sangre de su víctima desparramada por el frío suelo y el cuerpo degollado con graves heridas alrededor mientras esta levantaba las manos en busca de auxilio y soltando ahogados gemidos de dolor.

¿Qué hay de la moral? ¿Alguno de ustedes sabría decir concretamente qué es el bien y qué es el mal?

El bien sería no dañar a las personas, y ser justas con todas estas. Pero si se da el caso en que tuvieras que dañar a una sola persona para que las demás estén a salvo ¿Estarías haciendo el bien? ¿Estarías siendo justo?

¿Qué es ser justo?¿Qué es la justicia?

El mundo esta lleno de interrogantes que ni los filósofos han podido resolver. Platón, Aristóteles, Kant, Arquímedes, y muchos más. Ninguno de ellos tuvo una respuesta cien por ciento segura, siempre habría un factor, una variable, un dígito que cambiaría todo el resultado.

—¡Moonbin, cómo te atreves! —gritó la profesora de química, Miyeon—. Salga del salón ahora mismo. —ordenó con un evidente enojo que se podía ver y que todos los alumnos notaban asustados. Su dedo se mantenía firme mientras apuntaba a la puerta del salón de clases y su frente se encontraba arrugada.

Moonbin simplemente suspiro cansado de aquello y empezó a dirigirse hacia la puerta del aula guardando ambas manos en los bolsillos de su suéter color negro.

Estaba cansado de aquello, siempre lo regañaban aunque no haya hecho nada, los profesores siempre se la agarraban con él.

¿Por qué lo sacó? Él no hizo nada malo, él estuvo prestando atención a cada miserable y aburrida palabra que salía de aquella vieja señora causándole un abrumador sueño que hacía pesar sus ojos.

Su vista siempre se mantuvo en el pizarrón con la intención de aprender algo, pero al parecer su cerebro no quería lo mismo.

De un momento a otro este se había desconectado, sus ojos dejaron de prestar atención y lo que parecía ser una simple interrupción por parte de él, se convirtió en un abrumador delirio de qué es lo que sucedería si es que en ese mismo instante un auto estrellara contra su aula aplastando el cuerpo de cada uno de sus compañeros.