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- Sí, Debnam-Carey. Trabajas para mí, espero que no se vuelva a repetir. - No había visto a Camila demandante con ella, era la primera vez que le hablaba de esa forma. - Aparte, te apesta la boca. Ve a echarte un baño, te espero abajo en una hora. - Dio la vuelta sin despedirse. Iba dirigiéndose al ascensor, haciendo un ligero movimiento en su cintura. La periodista se quedó mirando, hasta que entró al ascensor. Sus miradas se conectaron, pero fue interrumpido por el cierra de las puertas.

Resopló, estaba aguantando el dolor de cabeza, y el dolor muscular que tenía por dormir mal.

Al ir a su habitación, Cabello le estaba dando cabeza a esa chica. Juro que la vio en algún lugar, le hacía parecido su rostro... Le impresionó su reacción. Al principio una sorpresa luego rápidamente cambió. Este tipo de encuentros, suelen terminar en una pequeña charla o bueno al menos decir algo, pero nada... ¿Se conocerían en alguna parte?

«A lo mejor ella pertenezca a este mundo de la fama. Y está acostumbrada a toparse con celebridades. ¿Pero por qué no la reconozco? »

Sin quitar el sabor amargo que le dejó Alycia, su mirada desafiante y ver salir esa chica en esas condiciones no era necesario saber lo que hicieron anoche.

Miró la mesa donde Lauren había dejado una rosa roja.

Había un silencio en la habitación cuando Lauren terminó su relato. En parte había razón, ni si quiera tomaron fotos a las demás integrantes del grupo. Solo ellas dos, justo ellas dos. Se generó rumores que no le agradó al leer, sin embargo ella no supo de esa noticia. Alycia no le dijo nada ni su manager. Era muy probable que no la querían distraer y tener ese recuerdo dulce de haberse encontrado con las chicas.

- Lo que dije en el baño es cierto, - De su otro bolsillo saco una rosa. Estaba un poco maltratada al tenerla escondido ahí, sus hojas se estaban oscureciendo. - yo... Te voy a demostrar con mis acciones.- Deja la rosa en la mesa. - Me marchó.

- Lauren, - La llama antes que habrá la puerta. - ¿Por qué ahora?

- Soy una mujer orgullosa, odiaba que las fans estuviera hasta en la sopa o que tuviera razón que me gustas. Y siguieran ahí, ahí. Dándole, hasta cansarme. Supe que esto nunca acabaría y que seguirían sacando teorías de hasta porque camino. - Tomó una pausa, no estaba tan lejos de Camila, ella la mira esperando a que continuará. - Luego después que creces, todo lo que hemos pasado y este sentimiento que sigue latente. No te importa seguir ocultando. Sé que aún me quieres, Cabello. Tus letras, indirectas, lo dicen todo. Y yo... - Ríe un poco. - yo también lo hago.

Mira la rosa, lo había puesto en un vaso con agua. Se quedó mirándola por minutos, revisó su celular y había un mensaje de Alycia. De nuevo ese sabor amargo apareció.

Estaban en el auto, había un silencio un tanto incómoda. Alycia estaba distraída mirándola por la ventanilla, no había dirigido la palabra a Camila, no estaba molesta, solo tenía ese dolor de cabeza. Se sentía un poco avergonzada por como le hablo a Camila, alterando a la pobre artista.

Alycia aparta su mirada de la ventanilla y mira a Camila que también está ausente mirando la nada. Trago saliva, buscando las palabras perfectas para no hacerla enojar.

- Camila. - Llama su atención, despierta de su ausencia y gira su cabeza a un lado. - Quiero disculparme... Por hablarte así. - Susurro un tanto apenada, maldiciendo por no poder tener un contacto visual, sino evadir su mirada atenta.

- También me quiero disculpar. Por suponer eso de ti... - Camila agarra su mano, acaricia con su pulgar el dorso. Miraba sus pliegues, sus uñas recién cortadas.

Periodista Camren. (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora