CAP 27: De viaje

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POV HIPO

Poco después de que Astrid cerrase los ojos, pude notar su respiración regular, síntoma de que ya estaba dormida. Aproveché ese momento en el que no había nada que pudiese hacer, y decidí pensar un poco más sobre lo que estábamos haciendo. Había muchas posibilidades de que nos llevasen a donde sea que está Drago con su gente. Desde que habíamos empezado a enfrentarnos a él, el campo de batalla nunca había sido su base principal, sí que habíamos llegado a encontrarnos con algunos de sus campamentos bien por casualidad o intencionadamente, pero sabía que en ninguno de esos se había establecido con la mayoría de su ejército, por lo que su centro de operaciones seguía en paradero desconocido, aunque tampoco lo habíamos buscado ya que no nos hubiese valido de nada porque no podíamos ir a enfrentarnos cara a cara con él. Sin embargo, en esta ocasión había visto una oportunidad sencilla de intentar saber su localización y una aproximación más real del tamaño de su ejército, de sus seguidores.

La decisión de que Astrid me acompañase había sido imprevista, mientras íbamos encima de Desdentao pensaba en que no quería que me acompañase, podía ser una misión suicida, y quiero hacerlo en solitario porque en caso de salir mal, solo tendría que lidiar con daños a mí mismo, no a nadie más, y a eso ya estaba acostumbrado y no le temía. Sin embargo, no le había dicho nada porque sabía que se hubiese negado rotundamente, y hubiese acabado acompañándome igualmente pero habiendo discutido mientras montábamos en Desdentao, ya la conocía lo suficiente para saber eso, así que acepté lo que iba a acabar ocurriendo antes o después pero ahorrándonos la pequeña discusión. Por otra parte, pensándolo un poco más ahora, prefería que estuviese aquí. Estaba seguro de que en la Colonia la controlaban de manera continua y diaria, podían ir a por ella en cualquier momento y yo no estaría ahí. Me gustaba tener todo bajo control y protegerla personalmente, aunque sabía que era autosuficiente, no podía esperar que no volviesen a intentar algo como lo ya sucedido donde ella no pudiese sola. Si le ocurría algo mientras yo me había ido sabiendo que tenía una diana en la espalda, no me lo perdonaría.

Así que pensándolo bien, sí, sí prefería tenerla aquí a mi lado, porque además me parecía una muy buena compañía, sería absurdo querer negarlo. A este pensamiento le siguió uno estrechamente relacionado: - desearía conocer todo de ti, Astrid -. Porque estaba seguro de que la mujer que estaba a mi lado durmiendo, una guerrera sin lugar a dudas, escondía muchas cosas y yo rezaba por llegar a conocer todas.

Un rato después la rubia abrió los ojos. No sabía si había pasado mucho tiempo y yo no me había dado cuenta o Astrid había dormido muy poco. Sinceramente, me cuadraba mucho más la segunda opción.

-¿Algo destacable? - preguntó directamente. Esta chica vivía para su trabajo y todo lo que tuviese que ver con él.

-Nada, creo que seguimos yendo hacia el sureste, no he notado grandes cambios de dirección, aunque podemos estar girando un poco continuamente y habrían cambiado de dirección sin que me enterase. ¿No quieres dormir más?

-No, ha sido suficiente, puedes dormir tú - me ofreció.

-En realidad, no tengo sueño, y necesitaría estar muy cansado para poder dormirme ahora - la comenté encogiéndome un poco de hombros.

-Como quieras... ¿Sabes? Es la primera vez que salgo de la Colonia. Bueno, salí un par de veces cuando me estaba preparando para el ejército, pero no considero que eso sean salidas de verdad - comentó como si estuviese ella sola, parecía una reflexión interna más que algo que me estuviese diciendo a mi, pero la curiosidad me obligó a preguntar.

-¿Nunca saliste con tus padres a ver algún sitio?¿Aunque fuese por la zona? Es decir, es lo que hacían mis compañeros de clase con sus padres, iban a algún parque natural que había alrededor de nuestra Colonia. ¿No se hace aquí?

La CatástrofeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora