capítulo 65.

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Después de un rato se separaron. Ella miró a Harry y sonrió suavemente, el rizado miró a la mujer y tomó una bocanada de aire y suspiró mirando a su alrededor y sobando sutilmente sus rodillas.

- Disculpa yo...

- Gracias. Jamás pensé que tomarías está reacción - ella bajó su mirada y sonrió con nostalgia. Cuando volvió a mirar al hombre sus ojos brillaban un poco más que hace dos segundos.

- Ni hoy ... Ni hace diez años atrás.. Te hubiera dejado sola, jamás me hubieras dado asco.

La chica miro al hombre por escasos segundos hasta quebrarse, cubrió su rostro con sus manos mientras sollozaba.

- Samantha...

- Estoy bien - pasaba sus dedos por sus mejillas y párpados, intentando secar sus lágrimas - Perdóname... Es solo que, los recuerdos...

- Samantha - ella lo miró - no tienes que hacerte la fuerte aún después de diez años -murmuró.

Samantha tragó y suspiró.

- aún después de diez años... sigue doliendo - suspiró - por culpa de eso.... Te perdí a ti - susurró.

Harry la quedó mirando en silencio. Había odiado por tanto tiempo a la mujer, y ahora por fin sabía el motivo del por qué se marchó.

______ estaba sentada en el sofá, con una taza entre sus manos mientras su pequeño dormía en el cochecito. Se preguntaba donde estaba su hombre. Donde Harry se había pasado toda la mañana y parte de la tarde, el reloj marcaba casi las cuatro de la tarde. _____ estaba ordenando su closed mientras Matt dormía sobre la cama, rodeado por almohadas. Se oyó como la puerta se cerró, alguien había llegado.

- _________ - era la voz de Harry.

Ella suspiró y siguió doblando ropa y guardando la en el armario. Harry entró al cuarto.

- ¿Por qué no respondes?.

- Mm... No te escuché -murmuró.

Ella lo miró de reojo, Harry se acercó a su hijo y se sentó a su par, acariciando la manito del pequeño.

- ¿Sigues molesta?

- Creo que tengo motivos para estarlo ¿No? - murmuró.

- Lamento lo de hoy. Lamento haberte dejado así - hizo una mueca y se sentó al filo de la cama.

Ella se limitó a hacer un ligero movimiento con su hombro, dando a entender que no interesaba. Harry suspiró y se puso de pie.

- ¿Podemos hablar?.

- ¿Estamos hablando, no? - seguía ordenando la ropa.

- Pero deja eso.

- Ya Harry, te disculpaste, listo. No alarguemos esto.

- _______ - sujeto su brazo para voltearla. Ella lo quedó mirando.

- ¡auh!

- Lo siento.. - la soltó.

- Está bien... - suspiró y se apartó - pero no aquí, Matt duerme... -señaló con la cabeza el camino fuera del cuarto.

Harry la siguió. Llegaron a la sala, donde también compartían con la cocina.

- Bueno ... ¿Qué quieres decirme? - lo miró.

- enserio - se acercó hasta ella y la tomó de las mejillas - perdón... Tengo mucho estrés encima.

Ella lo miraba mientras él hablaba, suspiró y bajo la vista.

- Está bien, ya pasó.

- a ver - levantó la mirada de la menor - amor, te juro que no me pasa nada. No me gusta estar así ...

Ella suspiró y asintió.

- Está bien..

- anda... - sobo la mejilla de la menor - a ver esa sonrisa - acariciaba las mejillas de ella mientras rozaba su nariz con la de ella.

Ella intento mantenerse sería más no pudo, soltó una suave risa y luego llevó sus manos a las mejillas de ella. Tomó su rostro y beso su boca, lentamente.

- Eres un tramposo... Sabes que ... No puedo resistirme a tus caricias... A tus mimos... A tu voz - susurró.

- Mi nena - bajó sus manos hasta la cintura de ella.

- Mi viejito - sonrió, sabía que ese apodo no le gustaría.

- ¡Oye! - se puso serio.

- Eres como un sugar daddy ideal - dijo ella, acariciando los hombros de él - guapo - acarició el rostro del mayor- sexy... -deslizó sus manos por el pecho de Harry- un Dios en la cama - susurró en el oído del mayor - ¿ Señor, no quiere ser mi sugar daddy? - lo miró coqueta, él sonrió.

- Solo si tú eres mi sugar baby - bajó sus manos hasta los muslos de la menor, alzandola.

- Yo por ti hago y soy todo lo que tú quieras - susurró sobre los labios del mayor para terminar en un beso profundo, mordió suavemente el labio del mayor y tironeo de el suavemente - te amo - susurró con sus ojos cerrados, sus manos sobre las mejillas de Harry y su frente contra la del mayor.

- y yo a ti... Mi niña linda - sonrió y sentó a la menor sobre el respaldar del sofá, comenzando así, un dulce en Intenso beso.

Las manos de Harry bajaron y tomaron los extremos de la camiseta de ________. La lanzó a un lado y comenzó a besar el cuello de la chica mientras acariciaba su cintura.

- Oh... Harry - gimió y se aferraba firmemente a la ropa del rizado, al compás que él succionaba la piel del cuello de _______, dejando una notoria marca allí.

- Eres tan linda, joder - susurró contra la piel de su cuello, rozando la piel con sus labios.

La chica tomó la camiseta de Harry y se la quitó. Deslizó suavemente la yema de sus dedos por el torso desnudo de Harry. Detallando lentamente sus tatuajes, volvió su mirada al rostro del rizado, su corazón se encogió y de pronto sintió tantos deseos de abrazarlo y no soltarlo.

- ______... ¿Qué ocurre, pequeña? - frunció el ceño mientras la abrazaba.

- Solo... Solo abrázame - suplicó - por favor...

Su voz sonaba tan dulce y a la vez quebrada.

- Cariño...

Ella solo se abrazaba a él y Harry, correspondía el abrazo, algo confuso. Ella busco los labios de Harry e inició un beso profundo, donde las protagonistas eran sus lenguas. Llevó sus delicadas manos al cabello de Harry y tironeo levemente de los cabellos de su nuca.

- hazme tuya, Harry - susurró sobre la boca del mayor - hazme el amor, por favor - suplicó. Harry la miró fijamente y sonrió levemente, acarició las mejillas de ella y volvió a besarla dulcemente mientras la cargaba, rodeando el sofá y tumbandola suavemente sobre el sofá.

Y así, poco a poco se fueron quitando la ropa el uno al otro. Sus manos se deslizaban por sus cuerpos, así como llenaban su cuerpo de besos húmedos.

- Harry - gimoteó ella, sobre él. Con sus manos apoyadas sobre el pecho del hombre.

- mi niña - apretaba suavemente los muslos de ella.

Ella comenzó a moverse sobre él. Mientras las manos de Harry se deslizaban por el cuerpo de ella.

- uhm... Harry - jadeaba con sus manos en el cabello del mayor, mientras él mantenía sus manos sobre la cintura de la menor, y su boca jugueteaba con los pechos de ella. El sudor y los gemidos se oían por la sala hasta acabar en un glorioso orgasmo.

Aviso: Ya estamos en los últimos capítulos! Saludos ❤️




Síndrome De EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora