Vuelve a mí © Cloudville

29; El ciervo de dos piernas prt.3

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CAPÍTULO 29

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Perdí las figuras antes de poder hablarle de eso a Hiden. Me mantuve pensando en si lo que había contado Arnold sobre que estos aparecían cuando ibas a morir, como un mal presagio o un aviso. Sin embargo, el que no sintiera miedo por verlos, sino calma en su lugar. Me hacía dudar.

Salí de mis pensamientos cuando la música paró, y fui consiente del silencio de la noche acompañado con el canto de los grillos.

-Más te vale no decirle a nadie -dijo el de cabello oscuro mirándome de reojo, mientras guardaba el móvil nuevamente en su bolsilo-. Si los muchachos se enteran, no dejarán de molestarme por el resto de mis días -se refería a lo del bailecito de hace unos segundos.

-¿Es malo?

-¿Lo que acaba de pasar? -asentí, pero él solo arrugó su entrecejo y negó con su cabeza-. No, solo que prefiero que esto se mantenga aquí.

-¿Por qué?

-Porque es algo nuestro -aseguró encogiéndose de hombros. Quizá lo dijo en otro sentido, en un sentido amistoso, pero por alguna razón, lo dicho me aceleró el pulso.

-Creí que no te agradaba.

-Suelo dar esa impresión.

-¿Entonces?

-No me desagradas, y eso hace que me mantenga en un conflicto diario al no poder confiar del todo en ti.

Entendía que para él era difícil confiar en mí, principalmente porque a pesar de que fuese un detector de mentiras humano, él temía por Dylan. Incluso, creer lo que ocurría con ella y conmigo era bastante difícil, sin contar el hecho de que yo lucia exactamente como su ex novia.

-Hiden -le llamé tras un corto silencio.

-¿Si?

-¿Por qué terminaron Dylan y tú? -mi pregunta no pareció sorprenderle, tampoco molestarle, en realidad, ladeó su cabeza y sonrió levemente. Tal como si hubiese esperado eso.

-Estoy seguro que esa pregunta ya te la había respondido, el tres de octubre.

-Dijiste que terminaron porque peleaban mucho.

-Y así fue.

-Debió haber algo más.

-¿Por qué lo dices? -apreté mis labios en una línea recta ante la pregunta.

-Porque hay una foto en la habitación de Dylan, una donde están juntos -no respondió si la conocía o no, pero algo en su mirada atenta me dijo que sabía de que hablaba-, ¿Por qué estaba rota?

-¿Por qué te interesa saberlo?

-Porque me gusta saberlo todo -contesté. Él sonrió levemente ante la referencia a sus palabras de hace unos minutos, y tras unos segundos de encontrar palabras adecuadas, decidió hablar.

-Dylan es una gran persona -habló con un extraño gesto mínimo en el rostro-, Dylan siempre era alegre y brindaba su ayuda, no le gustaba perder el tiempo, era centrada y... Perfecta, en pocas palabras -al pronunciar esas última cuatro palabras, sus hombros se alzaron por un segundo. Sus ojos fijos en las montañas, nuevamente, reflejaban bastante.