Capítulo 19

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¿Por qué a mi?

Acurrucado en su cama Roger despertó en medio de la oscuridad, se sentía fragil y casi debil como si la vida le estuviera dando una lección.  Se estaba acostumbrando al despertarse tantas veces en ese periodo de la noche,  el miedo junto a diversas dudas no lo dejaban dormir. No era que no le agradase pues se tomaba el tiempo de reflexionar, sin embargo realmente estaba muy confundido por todos los últimos acontecimientos, no tenía al menos una pizca de conocimiento.

Se encogió más, con el sudor cubriendole el rostro, una pregunta llegó a su mente, ¿Será normal que este tipo de cosas le pasan a más personas como a él, en este mundo tan cruel al cual se tenía que adaptar, habían muchos más pasando lo mismo ? No lo sabía  la respuesta, pero tras dar un rencuento de su desafortunada vida, suponía que tal vez, tan solo quizá no era el único.

Vivir con esos pensamientos en su mente ahora era lo que quedaba por hacer, si todos guardaban silencio y cuando nadie le decía absolutamente nada.

El día claro destellaba para su nuevo comienzo, el rubio con un poco de pereza se puso de pie abriendo las cortinas, la criatura la cual su pequeño cuerpo había dado vida aún dormía. Con pereza y aprovechando esa oportunidad se vistió colocándose unas ropas más adecuadas las cuales consistían en unos pantalones cortos y un camisón largo.

Dirigió su vista al niño que aún dormía, acercandose a la cesta con delicadeza lo movió para verificar si estaba despierto. Sonrió, al ver cómo se removía de su posición placentera quejandose por las sacudidas que le dio pensando que tal vez no debió realizar eso. Ahora tenía que ocuparse de las consecuencias, asi como los demás problemas con su padre que no iban para nada bien.

Fue difícil estaba claro. La noche anterior antes de acostarse había discutido con él, por ello lloró casi toda la noche, hasta el punto de morder la almohada para que el niño no escuchase sus lamentos. No pudo evitar desahogarse ahí mismo por todo lo que tenía que pasar. Las restricciones que se les daba, como el no salir para estar protegido de los peligros de la ciudad, donde nisiquiera le decía los motivos, le cansó hasta el punto de contestarle.

Estaba harto que hasta el momento su padre pensara de aquella forma. Su madre no lo dejaba salir, pero al contrario de su padre ella se quedaba junto a él a ser su compañía desde que comenzaba el día hasta que terminaba. Y era lo que anhelaba.

Él era totalmente estricto.

"No eres útil, eres débil para protegerte, te mantengo aquí porque no quiero que te hagan daño haya afuera y te he dejado muy claro ese punto desde que llegamos aquí. ¿En qué piensas trabajar? Lo único que nos haz traido son serios problemas ¿Acaso quieres exponerte a más? ¿Eso es lo que deseas?"

Esto último fue el límite para que Roger le contestara a gritos, ocasionando que su padre sin pensarlo  lo callara con una fuerte bofetada.  Aun podía sentir como su pecho se cerraba dolorosamente, no pudo continuar hablando, solo lágrimas. Lloró por todo lo que le involucraba, que su mamá no esté, el ser él que haya perjudicado a su familia, el sentir un sentimiento de culpa ante todo, que su padre no sienta apenas cariño y entendimiento hacia él a pesar del cambio radical en sus vidas, nada positivo vino a él esa noche. Solo el llanto desahogaba sus pesares.

Sin embargo, tras todo lo experimentado, no le daría la razón, demostraría que podía valerse por sí mismo. En lo que sea le demostraría que sería capaz de hacer lo que sea y cumplirlo.

Mirándose al espejo, se arregló los cabellos y en una mochila colocó todo lo necesario para un bebé. Cada paso lo hizo en silencio pues su padre y Lena aún dormían, era muy temprano en la mañana, pero quería estar listo cuando el momento llegase. 

Promise me [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora