Capítulo veinticuatro
Pov Laia
Nadie me escucha.
Ella los tiene engatusados.
Vuelvo a recostarme del árbol y miro el pedazo de rama atravesada en mi pierna, tomo con cuidado uno de los extremos y la jalo quitándola de un tirón. Aprieto mis dientes ante el dolor en esta y tiro el palo lejos, el sol ya ha salido y con este un cielo azul despejado.
Nada de lo que pase puede empeorar el día.
"Yo fui el que le habló de nosotros".
Recuerdo sus palabras y aporreo el tronco furiosa. ¿Qué tiene que ver esa con nosotros? ¡¿No era más fácil simplemente deshacerse de ella y ya?!
Los celos no son bueno para el alma.
Como si tuviésemos alma, Halle.
Siento la presencia de otro vampiro cerca y me pongo en guardia, miro de lado a lado buscándolo, pero lo único que puedo percibir es el olor a su perfume, salto a otro pino y rápido enfoco antes de desaparecer una cabellera rubia.
Que yo sepa en nuestro clan no hay nadie rubio.
Observo el camino a casa y bajo del árbol, giro hacia donde desapareció la persona y vuelvo a ver el camino a casa. No me fío un pelo. Empiezo a correr como puedo con mi pierna lastimada pasando entre los matorrales espinosos y monte largo, el sol da directo en mi cara al desviarme por el acantilado y vuelvo a entrar al bosque casi llegando, mi mirada va a la puerta abierta y me detengo en seco antes de entrar cuando veo la cabeza de Alexander sobre la isla del comedor.
Entro a pasos lentos y examino todo a su alrededor, mis ojos ven por accidente una nota llena de su sangre en el piso de madera y la tomo entre mis manos.
"Esto es el comienzo del fin".
Levanto mi cabeza y junto mis cejas al ver huellas frescas de pies marcadas con sangre, las sigo por toda la casa encontrándome con partes del cuerpo de mi sobrino hasta que llego a su cuarto y veo el corazón en su cama. Tapo mi boca conteniendo las ganas de vomitar y llorar al mismo tiempo, bajo rápidamente a la primera planta y salgo botando saliva por una de mis comisuras, mi estómago de la nada da una zancada y me agarro del soporte de las escaleras para no caer de rodillas.
Tengo que ser fuerte, pero sobre todo tengo que avisar a Len de esto.
Es más que evidente que se aproximan como un león hacia su presa y necesitamos estar preparados.
Captó un grito sumamente lejos de Neal y mi corazón comienza a palpitar como un loco. Mi hijo no, mi hijo no. Aprieto la carta en mis manos y suelto a correr como una loca en su dirección, el llanto lo puedo escuchar cada vez más fuerte y mi corazón se encoge de tristeza y miedo. Recuerdo la cabellera rubia y ese olor ir al contrario y muerdo mis labios esperando que no le hayan hecho nada.
Por favor, que este bien.
Me detengo por un segundo ante el palpitante dolor de mi pierna y pateo con ella hacia la nada —maldita pierna —mascullo y continuó mi andada a trote, los gritos bajan de intensidad y abro mi boca como toda madre suele hacer en estas situaciones —NEALLLLLLLLL, ¿DÓNDE ESTÁS? ABIGAILLLLLLLL—grito a todo pulmón y reviso los alrededores con intenciones de encontrarlo, pero nada.
Cojeo hasta una mata de tallo y me sujeto de ella, miro preocupada el hueco de la herida infectada llena de tierra, lodo y algunos bichos pegándose, el sol está en su punto más alto lo que me dice que son casi las doce del día y para este momento no he comido ni bebido nada desde ayer por la tarde.
Mi cuerpo no va a soportar mucho más así, tengo que ir a buscar a Len, él es el único que nos puede ayudar.
Voy hacia adelante en busca del camino hacia la segunda guarida, con cada paso que doy me digo a mi misma que es uno menos para llegar, pero sé que no estoy ni cerca de la realidad, continuó así una hora más y caigo desplomada sobre la tierra, cierro mis ojos y dejo descansar mi cabeza sobre el suelo, regularizo mi respiración.
Si tan solo tuviese sangre de verdad, sangre humana.
Abro mis ojos y la silueta doble de Alexander se me aparece al frente, subo mi mano levemente intentando tocarlo y esta cae, él señala algo detrás de unos arbustos y mis ojos ven a la joven pareja paseando por el lugar. Esta es mi oportunidad —Ayuda—susurro apenas audible —ayuda—vuelvo a decir, pero ninguno de los dos me escucha. Trago grueso ante lo que haré, pero es lo necesario si quiero sobrevivir. Me levanto poco a poco del suelo y apoyo mis manos sobre mis rodillas, doy un paso hacia adelante y me tambaleó de un lado a otro —Ayuda—digo más alto y la chica gira, al verme se acerca corriendo y vuelvo a tumbarme.
—¿Estás bien? —cuestiona y baja la mirada a mi pierna —OH POR DIOS, TOM, ELLA TIENE LA PIERNA LASTIMADA, LLAMA A LOS RESCATISTAS.
El chico se da la vuelta y yo la tomo a ella del antebrazo —lo siento —digo sin aliento y la jalo hacia mí, dejo salir mis colmillos y muerdo su cuello, la sangre caliente corre a chorros por mi boca y mejillas mientras ella poco a poco va perdiendo la fuerza en su cuerpo.
Algo dentro de mí se activa así como cuando un niño come suficientes dulces y mi sed de sangre aumenta a cantidades extraordinarias, mis garras crecen y siento como el hueco en mi pierna poco a poco va sellando y quemando al mismo tiempo, el chico gira y al ver la escena horrorizado tira a correr.
No podrás contra mí.
Suelto a mi víctima y no me toma ni un segundo estar con el tal Tom y apretar su cuello teniéndolo en el aire —No puedo dejar testigos, lo siento querido Tom —lo estrello de lleno sobre una gran roca y su sangre queda impregnada en esta, llevo mi boca a su cuello y dreno toda la sangre que puedo hasta dejarlo seco.
Lo dejo caer y paso el dorso de mi mano sobre mis labios. Quiero más. Cierro los ojos y huelo el aire que corre, el olor a sangre de otro humano a pocos kilómetros inunda mis fosas nasales y corro en esa dirección sin parar, llego a la segunda casa de nuestro refugio y de espaldas visualizo a mi presa.
Vas a morir de una buena vez por todas.
Suelto a correr y no me toma nada tenerla contra la pared apretando su cuello al igual que mi anterior víctima, ella enreda uno de sus pies en mi cintura y presiona fuerte con el otro sobre mi estómago, mi respiración se ve afectada por la presión y aflojo un poco mi agarre lo que le da la ventaja para llamarlo —LENNNNNNNN.
Mierda.
...
Nota de autora:—Tengo tres cosas que decir:
1. Disculpen si actualizo a esta hora y si hay cosas que no concuerdan en la historia y las faltas de ortografía y gramática, no he revisado el capítulo. Lo que pasa es que me agarro un dolor fuerte de cabeza y no me cabía nada en la mente. 🤯🥺
2. Sé que siempre les pido que voten y comenten, pero esta vez quiero que hagan algo diferente o que me ayuden con algo, y es que una gran amiga abrió un pequeño negocio y quería saber si pueden ir a seguirla a su Instagram y recomendarla si tienen amigos o amistades en Argentina.
Su IG es: petit.patisseriee
Cuento con ustedes mis amores ❤️💕3. Cree un grupo de WhatsApp donde solo estoy yo 😅 si quieren venir a hacerme compañía serán bienvenid@s.
https://chat.whatsapp.com/GYKbLMzgzgqIECsDDtbnic
Esa es la invitación☝🏻🥰 y se me olvidaba decir que por ahí tal vez publique adelantos de lo que estoy escribiendo y tal 💕🌼
Y pos creo que ya esta. XD
OS QUIERO 💝🌟
SGLOUD
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La Chica Dhall ©
WerewolfEn mis cortos años de vida he aprendido que: uno, soy una chica normal que cada día se convierte más en una persona vieja; dos, vengo de una familia muy peculiar para los demás humanos y, por último, no sé que me espera en el futuro. Tres cosas que...