Día 5: Enfermedad terminal

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One-shot.
No parejas.

~•~•~

Cuando menos te lo esperas tu mundo puede dar un giro enorme cambiado tu vida y el rumbo que esta tomaría. Ritsu no creyó que este sería su caso cuando finalmente tuvo su cita en el hospital, ya la había agendado desde tiempo atrás solo por la insistencia de su hermano para que lo hiciera porque se preocupaba por su bienestar. No esperaba que fuera algo grave lo que tuviera, pero la espinita de temor estaba incrustada en su pecho, sus manos sudaban y sentía que en cualquier momento vomitaría por el miedo a lo que su médico le dijera ese día.

Llevaba apenas unas cuantas semanas sintiéndose relativamente mal, su piel pasó a un tono ligeramente amarillento además de tenerla bastante irritada, sufría también de dolor abdominal acompañado de náuseas, cosa que lo llevó a bajar de peso un poco por su falta de apetito a causa del asco irracional que sentía. Todo esto había alarmado a Shigeo quien prácticamente le rogó que fuera a tratarse antes de que fuera demasiado tarde y como siempre hizo menos su problema. No fue hasta que notó la perdida de peso que decidió tomar el consejo de su hermano y así es como terminó teniendo que ir a su cita al hospital una mañana de un martes .

Aquí fue donde todo cambió para el más joven de la familia Kageyama, donde supo que la situación era peor de lo que había pensado y tenía que empezar a hacer algo al respecto si quería salir de esta. Recibir la noticia de que su problema era que había desarrollado cáncer de páncreas no fue lo más grave, el mayor problema es que ya se encontraba bastante avanzado, ese tipo de enfermedad era conocida porque la gente nunca se daba cuenta de forma temprana de que la tenían, siempre lo descubrían en cuanto los síntomas se hicieran presentes y esto solo era una señal de que el avance del problema era grande. Escuchó con total atención todo lo que el doctor le explicó aún teniendo que luchar contra el mareo que estaba sintiendo por la cantidad de cosas que rondaban en su cabeza, llegó un punto donde se distrajo por completo que hasta el mismo doctor se dio cuenta de eso. El mayor le toca el hombro para recuperar su atención, esto hace que Ritsu se sobre salte, mira sus ojos detrás de sus anteojos y escucha sus palabras de aliento y que si gusta puede llamarle más tarde mientras procesa todo esto. Asiente y sale de ahí con una expresión extrañamente serena, esta se queda en su cara todo el camino de regreso a su apartamento. Al llegar era apenas mediodía y ya había acabado con sus actividades importantes del día, se suponía que más tarde iría a trabajar, pero al menos por ese día faltaría, era lo que necesitaba. Decide encerrarse en su habitación y quedarse dormido hasta que su cuerpo dejara de sentirse tan miserable o al menos hasta que sus ganas de llorar quisieran irse.
Sintió que apenas había dormido unos pocos minutos cuando el incesante sonido del timbre arrebató su momento de descanso e hizo que despertara de muy mal humor. Se sigue sintiendo mal, pero empuja el sentimiento y la asquerosa sensación depositada en su garganta producto de unas ganas de vomitar que se aguantó desde que recibió la mala noticia. Arrastra los pies mientras avanza hacia la puerta y al abrirla se encuentra con Shigeo, parece serio pero Ritsu sabe identificar sus emociones, sabe qué está feliz de verlo. Solo sonríe de forma forzada y lo invita a pasar después de darle un corto abrazo, no lo puede soportar más, quiere llorar y decirle todo, pero su orgullo no se lo permite. No quiere verse débil frente a su hermano mayor.

—Hoy tuviste tu cita ¿Verdad?—pregunta Shigeo después de llevar un rato en silencio bebiendo té.

—Sí.—no quiere seguir con la conversación.

Huye. Huye. Huye. Huye.

—¿Y qué te han dicho?

Sal, no hables, miente pero no le destroces el corazón a tu hermano, no lo merece.

—¿Ritsu?

¿Por qué es más difícil respirar? ¿Por qué no puede seguir peleando contra sus náuseas? ¿Por qué es tan idiota? Corre torpemente al baño y deja salir todo, el amargo sabor a bilis le quema la garganta y lagrimea un poco mientras vomita. Shigeo llega y al verlo en ese estado empieza a acariciar su espalda al mismo tiempo que susurra palabras de aliento. Cuando termina todo da vueltas, sabe que se ve del asco porque su hermano le entrega papel higiénico para que se limpie cualquier rastro de vómito. Ambos se quedan sentados en el suelo sin saber exactamente qué decir, Ritsu sabe que lo echó a perder, no supo cómo manejar esta situación lo cual es estúpido, él debe ser perfecto en todo, sobre todo para sobrellevar esto. Siempre cometiendo errores, se merece la enfermedad que tiene, siente que está llorando y ya no puede parar, es inevitable, lo hace de manera desconsolada y se cubre el rostro con sus manos, Shigeo le observa y de inmediato trata de abrazarle o hacer algo para calmarlo, pero lo aleja, se siente asco a sí mismo y no quiere que lo toque. No merece un buen trato después de haber sido tan patético. Debería dejarse morir por la enfermedad que lo ha ido consumiendo.

—Hermano…

—Esto es por lo que te dijo el doctor ¿Verdad?—no puede mentirle, no cuando Shigeo le ruega con la mirada por respuestas, solo asiente y se siente más diminuto y vulnerable.

—¿Qué lo que pasó? Es grave ¿No es cierto?

No puede seguir evadiendo. Es demasiado tarde para ser un maldito cobarde. Se muerde la mejilla interna y se obliga a ser fuerte para al menos hacer esto bien.

—El doctor… Llevo un tiempo enfermo de cáncer de páncreas.—dice cerrando los ojos con fuerza, encaja sus uñas en su muñeca y sabe que volverá a llorar porque lo volvió a echar a perder todo, solo sabe preocupar a Shigeo, solo eso, debe morir, es lo mejor.

La voz en su cabeza que le dice esas cosas suena cruelmente y empieza a creerle en que solo quiere morirse de una vez para poder estar en paz y ya no ser una carga para Shigeo. Pero cuando finalmente el mayor lo abraza y le dice que todo estará bien le cree, su voz serena es aún más poderosa que la de su cabeza, y siente un poco de esperanza aunque sabe que ya es demasiado tarde para él seguramente. Aunque viva, estará muerto por dentro.

October Memories/Angstober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora