October Memories/Angstober 2020

Día 9: Fantasmas.

One-shot.
No parejas.

~•~•~

Exorcizar era ya algo parte usual de la rutina de Mob, desde sus 11 años comenzó a formar parte fundamental en su vida y hasta la actualidad ha seguido así. Por eso mismo se ha topado con sinfín de cosas novedosas e interesantes, diría que ya nada lo sorprende pero sigue teniendo esa pizca inocente en su ser. Al deshacerse de los malos espíritus que atormentaban a los clientes sabía que estaba haciendo un bien y eso le hacía infinitamente feliz. En un principio pensaba que no había nada de malo en esto, más que nada por el hecho de que creía estar haciendo buenas acciones, era su pequeña satisfacción que salía de su trabajo, esta perspectiva cambió repentinamente el día de la familia muerta que le rogó piedad, fue un trago duro de pasar y la realidad le golpeó de forma cruel, por mucho tiempo pudo haber sido injusto con varios espíritus por su costumbre de no escucharlos. Estuvo haciendo todo mal.

Ese día Reigen creyó adecuado hablar después con él sobre lo ocurrido, había sido un momento de estrés para Mob y veía sensato el tocar el tema. La conversación se presentó al día siguiente cuando faltaban unas cuantas horas para que terminara la jornada de trabajo, el día estaba muy lento por la falta de clientes así que decidió aprovechar la oportunidad. Estaban los dos sentados en el mismo lugar de siempre, el adolescente se veía nervioso por no saber a qué se debía la charla, ¿acaso sería regañado por lo del día anterior? Soba sus rodillas, muestra de la ansiedad comiéndolo lentamente y siente una gota de sudor escurrir de su frente.

—Bueno, Mob, ¿sabes de qué quiero hablar?

—¿De lo que pasó ayer?—presiona sus manos contra las rodillas, no quiere seguir.

—Sí, de hecho lo es.—ve que Mob agacha la cabeza avergonzado y cree que eso es mala señal—¿Mob?

—Lo siento maestro. Ellos… No era justo exorcizar a esa familia…—habló rápidamente y con un ligero temblor en su voz.

—¡Wow! ¡Tranquilo!—pide poniendo su mano sobre su hombro—No estoy molesto.—eso es suficiente para que Mob levante la cara y lo mire fijamente, asombrado por su aclaración—Pensé que querrías hablar de lo ocurrido.

—¿Ah?

—Eres mi estudiante, quiero hacer las cosas agradables para ti así que la comunicación es algo importante. Más que nada para evitar más incidentes como estos más a futuro.—se acomoda en su asiento y le dedica una sonrisa amable. No es esa sonrisa falsa que le da a sus clientes, es una más verdadera y afectuosa.

Mob deja salir un suspiro, lo nota más relajado y eso le alegra, ahora era momento de escuchar lo que se estaba guardando desde la noche anterior.

El menor inicia su relato entre tartamudeos y palabras enredadas, sus manos de nuevo no pueden mantenerse quieras e incluso su quijada tembló de vez en cuando, esto era acompañado de un ambiente entristecido, seguro era por los poderes de Mob, había un aura un tanto deprimente todo porque probablemente se había estado guardando el como esto le afectó.

—¿Y cómo te sientes respecto a eso?

—Impotente.

No era exactamente la respuesta que creía que tendría, alza una ceja en un intento vano por leerlo, no quería asumir algo y que terminara siendo erróneo, en lugar de tratar de adivinar decide preguntar directamente.

—¿Por qué? No podías hacer nada por ellos.

—¡Debí haber podido hacer algo!—exclama con la voz cortada, algunas cosas a su alrededor empiezan a flotar sin que lo note—Tengo estos poderes y ni siquiera pude encontrar una manera de darles paz porque al hacerlo seguramente no se volverían a ver.—su respiración es errática, se siente culpable de forma exagerada lo ve en sus ojos asustados—Mis poderes solo hacen daño.—finaliza en un susurro adolorido.

Sin dudar toma sus manos cuidadosamente y le pide que lo vea a los ojos, no puede soportar ver así al niño que ha intentado proteger con tanto empeño, es una imagen que le lastima y sabe que ha sido su culpa por no haber detenido a tiempo lo de ayer. Espera unos segundos a que Kageyama concentre su atención en él porque necesita que le escuche detenidamente. Antes de hablar él mismo se relaja para poder transmitir esa emoción y hacer esto más fácil para él.

—Mob, no vuelas a decir eso, es una estupidez ¿De acuerdo?

—Pero–

—Mob.

—...

—Según lo que me has contado hiciste todo en tu poder para ayudarlos. Es más que suficiente el no haberlos exorcizado para que pudieran estar juntos como familia, era exactamente lo que ellos querían.—listo, sabe que está logrando convencerlo—No seas tan duro contigo mismo, con tus poderes has ayudado demasiado, no quiero que sigas creyendo que solo están para hacer daño. Eres un buen chico.

Termina y no obtiene una reacción inmediata, más bien Mob se queda en silencio como si estuviera analizando todo lo que se le había dicho, era inevitable el que no llorara, sus poderes siguen haciendo flotar algunas cosas pero no es nada de otro mundo mi peligroso, Reigen cree correcto abrazarlo para ayudar a que se sienta mejor. El menor entierra su cara contra su pecho ahogando sus suaves sollozos haciendo que sean imperceptibles, sus dedos aprietan la tela de su saco gris y se permite dejar salir por una vez su tristeza sin tener que explotar. Estaba orgulloso de sí mismo por eso, debía admitirlo. Reigen también estaba orgulloso.

—Tranquilo.—dice dulcemente mientras acaricia el cabello negro de Mob—aquí estoy, todo está bien.