XIII: Una petición y su consecuencia

1.4K 111 32
                                    

Cuando Stiles vio a Isaac con unas profundas ojeras y una forzada mueca que simulaba una sonrisa, intuyó que no traía buenas noticias. Se sentó frente a él, separados por aquel plástico transparente y con su mano ya sin el molesto yeso, tomó el teléfono que les permitía comunicarse.

-Hola S-. Saludó Lahey con un dejo de agotamiento en su voz.

Stiles quiso preguntar por el motivo de su expresión fatigada y melancólica; sin embargo no lo hizo. Estaba seguro que forzar a Isaac a hablar no era el camino para ayudar a su amigo.

-Hola Iss... No te he visto en un buen tiempo- Sonrió. -¿Todo bien? ¿Cómo está mi papá?

Isaac asintió y permaneció unos cuantos segundos en silencio. Agachó la mirada y rehuyó de las preguntas de Stiles cuanto pudo. El ojimiel quería decirle que no se preocupara, que todo tenía solución. No lo hizo, no podía ser un hipócrita. Hay cosas que no tienen solución.

-He tenido algunos problemas y yo, solo.. Uhm. Lo siento, Stiles- Isaac rascó su nuca y con un encogimiento de hombros, soltó un suspiro -Negaron la apelación.

-¿Qué?.

-Negaron la apelación a tu sentencia. Hice todo lo que estuvo en mis manos, lo juro. No tengo cara para verte.

-Hey. Iss, tranquilo. Está bien- Stiles tragó sus lágrimas.

Si Isaac no había conseguido la apelación solamente le quedaba esperar a cumplir un año de sentencia y apelar a la libertad condicional por buena conducta.

-Tu padre reaccionó tan mal. Le hubieras visto.. Dios, no tienes idea, Stiles. Él estaba seguro de que aceptarían la apelación y saldrías de aquí.

-Isaac. Sé que no es tu culpa y que has hecho todo para sacarme de aquí, no quiero que te martirices.

-¿Cómo me pides eso? Eres como mi hermano y estás aquí..- Lahey soltó el teléfono y llevó ambas manos a su rostro, restregando las yemas de sus dedos sobre sus ojos que ya lo traicionaban, húmedos.

Stiles mordió su mejilla interna. La culpa estaba provocando calambres en su vientre. ¿Entonces era su culpa? El lamentable estado de Isaac era su maldita culpa. Quiso llorar.
Al parecer no era más que una carga para su mejor amigo y su padre.

Pasaron más de dos minutos antes de que Isaac se recompusiera y tomara nuevamente el intercomunicador. Stiles respiró hondo, llenándose el pecho de aire en un intento de tomar valor. No quería confesarle a su amigo lo que ocurría con él al interior de la penitenciaría, pero debía hacerlo. Prefería dejar su orgullo a un lado si eso significaba darle un poco de tranquilidad al único amigo que había velado por él.

-Estoy bien, Isaac.

-No me mientas.

-No lo hago. Muchas cosas han ocurrido en estos seis meses, no tienes idea. Pero te diré algo, nadie me ha violado.. Y estoy mejor de lo que imaginas.

-¿Qué?-. Arqueó una ceja, reacio a las palabras de Stiles.

-Tengo algo así como..-La palabra dueño fue lo primero que vino a su cabeza -un novio. Es un chico rudo y malo. Pero me cuida-. Seguro Derek se burlaría si hubiera escuchado eso.

-S. Ya perdiste la razón. Se te fundió. ¿Cómo vas a tener un novio en esta mierda de lugar? Es una prisión, por amor a dios. Está lleno de criminales, no me digas que tú..-

-Lo tengo. Y estoy bien. No te lo digo para que me juzgues, lo hago porque quiero que dejes de atormentarte. No estoy siendo abusado o golpeado. Incluso me alimento bien. Poco más y me caso.

Prisionero (adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora