Ahora mismo siento mucho sueño, mi mente estaba en un vacío y lo peor de todo es que estaba en clases. Probablemente ese estado cambie debido a que hay clases de dibujo.
La sala ya estaba llena de alumnos, sentados frente a un atril, incluyéndome. En eso llega la señorita Lee encargada de dar la clase,
— Como pueden ver, hay un espacio al centro que será ocupado. Su deber es dibujar lo que esté ocupando ese espacio, por ejemplo...
Lee hace una pausa y se dirige a la puerta para abrirla. Por fuera podría estar con una expresión neutra, pero por dentro estaba impresionada por ver a Choi San entrar por la puerta e inclinarse, con aires de nerviosismo, o al menos eso interpretaba yo.
De repente escucho murmullos cerca, desvío la mirada un momento y algunas chicas susurraban cosas entre ellas.
— El será nuestro modelo por hoy.
San se puso al centro donde se encontraba un pequeña tarima, sobre esta había un silla que se sentó en ella. Ahora se veía mas relajado en comparación de unos minutos atrás.
Dejo de prestar atención en eso y tomo el lápiz para comenzar a dibujar. Miraba la hoja por unos segundos y luego lo observaba.
Hacía trazos y luego los borraba porque no salían como debía. Echo un vistazo algunos compañeros, la mayoría tenía algo avanzado y yo seguía desde el principio, la hoja estaba llena de borrones que dejaba por presionar mucho la punta del lápiz sobre esta.
Ya lo estaba estropeando, tuve que arrancar la hoja. Comienzo otra vez con los trazos y no me estaba quedando nuevamente. Esta vez las rayas del lápiz que borré no quedaron marcadas por lo que pude seguir usando la hoja.
— Debes observarlo bien, mas bien analizarlo —dice alguien a mi izquierda, se trataba de un chico—. No te frustres, hazlo con calma.
— Gra-gracias.
¿Me veía frustrada? Tal vez estaba haciendo ruido al intentar una y otra vez hacer el dibujo y ni me daba cuenta, que vergüenza.
Resoplo, luego me enderezo; miro al frente y me detengo en San, comienzo analizarlo. Muy bien, está sentado, no en la postura correcta, mejor dicho, su espalda estaba algo encorvada y mantenía una mirada en el suelo, sus brazos descansan sobre sus rodillas, por lo tanto sus piernas se mantenían firmes.
Empiezo a trazar la forma de su cuerpo, luego de estar satisfecha hice algunos pequeños detalles ya que el tiempo se estaba acabando para hacer otro dibujo. Entonces, cambia su postura a una recta. Su espalda estaba pegada al respaldo de la silla y sus piernas estaban mas extendidas que antes.
En la pose anterior, desde mi punto estaba de lado, pero ahora cambió quedando hacia la dirección en la que me encontraba.
Me quedo observándolo por unos minutos, y repentinamente recuerdo lo de ayer. Comienzo a sentirme un poco molesta por eso, no sé si sea una buena razón para estar de esa forma pero ¿por qué desconocer a alguien que...? ¿Debería fingir que no lo conozco? Bueno, no entiendo y no sé si deba seguir pensando en eso, es confuso.
Sacudo mi cabeza y decido seguir con lo de la clase, siento que el tiempo extrañamente ahora pasa rápido y no alcanzare a terminar. Pero antes de seguir, me doy cuenta de que San estaba mirándome, no sé cuanto porque yo estaba en un lapso mental... esto es vergonzoso.
O tal vez ni siquiera me estaba mirando, pero por alguna razón me quiero esconder y para eso está el atril, que cubría la mayoría de mi cuerpo, mis piernas no. Me concentro únicamente en el dibujo, no quise mirarlo nuevamente.
— ¿Estás bien?
El chico de antes me había vuelto a hablar, solo que esta vez estaba tan concentrada que me sorprendió un poco escucharlo.
— Eh... sí —contesto e inclino levemente mi cabeza para agradecerle.
Vuelvo al dibujo, estaba por terminar pero el fin de la clase me ganó. Procedí a guardar algunas cosas, pero mi móvil estaba recibiendo una llamada así qué contesté, era Yunho.
— ¿Dónde estás?
— Segundo piso, ¿por?
— Estoy cerca, no te vayas.
Y cortó, encogí los hombros y terminé de ordenar mis cosas. La mayoría se había ido, solo quedaban algunos, como el chico que me había hablado hace unos minutos. La señorita Lee seguía, estaba conversando con San.
Veo a Yunho entrar y caminar hacia mí, ignorando la presencia de su otro amigo. Su cara parecía diferente hoy, se veía serio. Cuando llegó, se sentó en el puesto de mi derecha y se tapó la cara con ambas manos, parecía frustrado.
— Oye... ¿Pasa algo?
— ¿Te enteraste? —me pregunta.
— No, no sé de que hablas —le digo confundida.
Siento como si alguien nos estuviera observando. Miro hacia el frente y veo a San saliendo de la sala y volteo a mi izquierda para tomar mi bolso que estaba a ese lado de la silla. El chico de antes aun seguía y pude notar sutilmente su mirada.
— Vamos a conversar a otro lado —le digo y el asiente.
Yunho y yo salimos del edificio, fuimos a la cafetería de siempre y nos sentamos.
— ¿Y bien?
— Mingi se fue y comenzaron a esparcir rumores de nuevo.
Cierro los ojos y resoplo mientras bajo la cabeza para apoyarla sobre la mesa, mejor si la hubiera enterrado.
Mingi siempre está en la boca de los estudiantes de la universidad, últimamente su popularidad ha subido, ahora que se fue al extranjero.
— Cosas que pasan por tener un amigo tan popular. ¿Qué es lo que están diciendo?
— No lo sé, creo que están criticando la razón por la cual se fue de intercambio, es una tontería—dice. Podía notar su molestia por su tono de voz y su cara.
— A los universitarios les encanta el chisme, son como los escolares pero en otro nivel aunque a veces iguales.
Yunho ríe y se pone a jugar con sus dedos.
— Hey, ¿por qué no dejas el centro de estudiantes? Se nota que es agotador estar ahí, además de que la mayoría de los chismes corren por ahí.
— Lo sé, lo he pensado pero ahora estamos en medio de un proyecto de beneficencia y bueno, no puedo dejar eso... Cuando finalice me saldré de ahí.
— Perfecto —dije mostrándole mis dos pulgares en aprobación.
... He aqui una imagen de los dibujos de Sorim (si los hiciera ella hubieran quedado lindos pero estos los hice yo, lloremos)
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