14

21 3 0
                                    

Sorim.

Estábamos en un karaoke junto con Yunho y Mingi. Era su último día en Corea así que decidió hacer un panorama.

— Elige esa, me siento poderoso al cantarla.

— Entonces into the unknown.

Yunho le dio play a la canción y Mingi comenzó a cantar como si él fuera parte de la película de frozen. Subía a las sillas, tratando de montar una performance digna de recordar, con su baile  improvisado como si fuera parte de Frozen.

¿Elsa? Song Mingi.

Me divertía mucho al ver la escena, mis amigos sonriendo y disfrutando, era contagioso por lo que yo también reía, sin embargo, no dejaba de sentir un vacío en mí y hacia que esa sonrisa desapareciera gradualmente.

Comencé a sentir un poco de calor, creo que era la bebida alcohólica haciendo efecto, también en la sala no había aire acondicionado.
Decidí salir un momento, tal vez ir al baño a mojar mi rostro sería bueno.

Cuando entré, estaba vacío y se escuchaba la música de diferentes salas, las mas cercanas al baño.
Mojé mis manos y un poco mi rostro, me quedé un rato mirándome en el espejo, tanto que llegue a desconocerme, ¿en serio soy yo? Me siento extraña.

Sacudí mi cabeza y aterrizo a la realidad. Salgo del baño y camino por el pasillo para llegar a donde estaban los chicos.

Pero accidentalmente choqué mi hombro  con el de otra persona, me volteo y disculpo inclinando mi cabeza pero parecía no conformarse con mi disculpa. Era una chica de cabello negro, mas alta que yo y no estaba sola, habían tres mas detrás de ella.

La chica de cabello negro se me acerca sin ninguna pizca de amabilidad en su cara.

— ¿Tienes algún problema acaso? —pregunta.

— N-no, yo me acabo de disculpar.

La chica se ríe y se sigue acercando a mi, mientras yo seguía retrocediendo. Las otras que estaban detrás de ella sonreían cínicamente .

Quizás que cara de mierda tengo puesta que me ven cobarde.

— Eso no es suficiente, ¿sabes? Pudiste fracturarme, debes pagar el daño causado.

¿Qué? ¿Acaso es una broma?

De repente florece un sentimiento extraño que me hace enderezar mi espalda y cierro los ojos, inhalo y exhalo.

— Solo choqué el hombro contigo, no sé cual es tu problema, estás exagerando.  Ya me disculpé, como persona normal solo deberías seguir tu camino, pero no, solo estas haciendo que algo minúsculo se vea como el peor crimen. Ahora si me disculpan, debo seguir con mi-

Veo una mano acercándose hacia mi cara, así que use mis manos y antebrazos para protegerme de un golpe que nunca llegó. Cuidadosamente quito mi super escudo para ver, las chicas estaban ahora al otro extremo del pasillo, yéndose.

Suspiro y noto alguien a mi lado, se trataba de Yunho.

— Te vas por un momento y ya te metes en problemas, ¿estás bien? —me pregunta tomándome por ambos hombros, yo asiento.

— Bueno, me siento patética por vivir una situación como esa, pero gracias —le digo, pero parecía no prestarme atención, ya que miraba en la dirección que se fue ese grupo—. ¿Ocurre algo?

— ¿Ah? Nada, siento que a esa chica la he visto en algún lado.

Yunho toca mi cabeza y me dice que nos vayamos ya que Mingi se había aburrido y se hacia tarde porque mañana sale su vuelo temprano... es algo penoso.
Aunque ahora lo que se me hace penoso es ver a Mingi ebrio ya que durante este rato se puso a beber mientras esperaba en la sala.

— Mingi te tienes que levantar temprano y quedas ebrio una noche antes... —dice Yunho mientras camina hacia el que estaba durmiendo sobre el sillón de la sala de karaoke. Toma su brazo por la manga de la chaqueta, pero cuando la suelta, cae como peso muerto— Ya se durmió.

Lo mas difícil fue llevarlo a su casa, Yunho se quedó a dormir con Mingi porque ya se hacia tarde.

— ¿Te vas? —me preguntó cuando me vio abrir la puerta, asentí.

— Si, tengo sueño —le contesto—. Mañana vendré temprano y le dejaré algo para la resaca, nos vemos.

— Adiós Sorim.

Cuando salí,  sentí una brisa helada en mi cara. Caminé rápidamente para llegar a casa y poder dormir, tenía sueño.

Pero antes de entrar escucho a mis espaldas como alguien caminaba. Volteo y veo a San arrastrando los pies, cabizbajo. Se veía muy extraño tanto que lo estuve observando hasta que  estaba por llegar a su casa, cuando tropieza con una piedra y cae al suelo.

¿Habrá mas gente que se haya caído al transitar por acá?

Camino rápidamente hacia él y lo ayudo a levantarse, al parecer está ebrio porque una vez de pie se tambalea y ríe con torpeza.

— ¿Estás bien? —le pregunto aun sosteniendo su brazo, pero decido tomarle las manos y revisar si tiene alguna herida,  por suerte no.

Lo miro y está con los ojos cerrados, sonriendo.

— ¿Quién está hablando? ¿Es el mas allá? —murmuró.

— Mmm no, soy Sorim.

San intenta incorporarse pero al parecer se marea y casi cae al suelo si no fuera por mi, que lo sostuve.

— ¿Byeol fue a tu casa de nuevo? —pregunta vagamente.

Ni siquiera entré a casa así que no sé.

— No, supongo —hago una pausa— ¿Quieres ayuda? Parece que ni puedes caminar.

— Bueno, hace un rato estaba caminando pero ahora me da vueltas la cabeza.

Tomo su brazo y lo paso por mis hombros, lo afirmo bien e ingresamos a su casa. San no quiso quitarse las zapatillas, así que lo dejé sentado en el sofá. En el acto, casi caigo encima de él porque tropiezo con sus pies, pero fue un ahorro de vergüenza ya que me pude estabilizar a último  momento.

Un ruido hace que mire hacia mi izquierda, Byeol se estaba estirando, al parecer estuvo acá.

Bueno, al menos no tengo que buscar en mi casa.

Miro nuevamente a Choi, quién estaba durmiendo.

— Ahhh esto es una mierda.

Lo escuché decir con torpeza, como cuando mi padre habla dormido, apenas se entendía.

— ¿Po-por qué me pasa esto a mi?

¿Realmente está durmiendo?

— ¿Sucede algo? —decidí preguntar, pero no recibo ninguna respuesta.

— Estoy agotado —murmura luego de una larga pausa.

— Pues duerme.

Efecto mariposa(San)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora