Sorim.
El móvil estaba frente de mi cara, con la pantalla encendida. Solo debia hacer un toque para que comenzara a marcar, pero cuando estaba a punto de hacerlo una llamada había entrado en mi móvil, asustandome y tirando el celular al otro extremo de mi cama, pero de inmediato contesto cuando lo tomo nuevamente.
-¿Sorim? Lo siento si no se escucha bien, hay una lluvia muy fuerte en Jeju, quiero saber como estás.
Me siento como indio en mi cama y comienzo a morder una uña de mi mano izquierda, mientras sostenía el móvil con la derecha.
-Sabes, me han... Olvídalo, no es nada. Estoy bien.
-¿Estás segura? -de repente se escucha un trueno junto con un grito por parte de la señorita, alejo el móvil de mi oreja y cierro mis ojos por el fuerte ruido- Lo siento, pero no puedo seguir conversando. Aunque hablaremos cuando vuelva.
Abro mi boca para decir algo, pero ya cortó.
Empujo mi espalda hacia el colchón, rebotando levemente. Es solo una cita, ¿por que causa tanto revuelo dentro de mi? Es algo común.
-Es algo que hace comúnmente la gente, pero yo no lo he hecho -me contesto.
Mi teléfono comienza a vibrar, lo reviso de inmediato pensando que era Mingi para hablarme de alguns cosa que le haya sucedido, pero no.
¡Recuerda la cita!
21:36 p.mLa jodida cita.
La noche avanzaba, me costaba quedar dormida pensando en muchas cosas, para variar. Para relajarme, escuché música y eso me ayudó.
Eran las seis y algo de la tarde, creí que era tarde entonces sali de casa alborotada. Si, había decidido ir, solamente porque no queria quedar con un cargo de consciencia. Una de las chicas de la universidad me envió un mensaje con la dirección, era un café muy conocido asi que no tenia problemas en dirigirme.
Cuando llegué, busqué si estaba por algún lado el chico que me habían dicho. No lo encontré, pensando que había llegado tarde, pero en realidad era algo temprano luego de que me fijo en la hora, me habia equivocado. Así que me senté en una mesa a esperar.
Así fue como avanzaban los minutos, incluso horas... Me estaba aburriendo y comenzando a quedar dormida, prácticamente me dormí en medio del café y daba por concluido que ese chico no aparecería. Cuando desperté eran las diez de la noche, uno de los meseros me despertó porque estaba ahuyentando a la clientela, en ese momento sentí mucha vergüenza y me disculpé, me fuí sintiendo todas esas miradas de rareza hacia mi.
Sentia una mezcla extraña en mi pecho. Estaba aburrida y un poco hambrienta asi que decidí ir a un bar a comer pollo y soju.
El pollo frito del local era muy exquisito sobretodo cuando bebo soju y sigo comiendo, comer es mi pasión. Me deberian pagar por comer, no sé que hago con mi vida.
Cuando el pollo se estaba acabando, pedi mas, junto con la bebida y asi sucesivamente. Estaba perdiendo la cuenta de la cantidad que comi y bebí, sin embargo, me sentia mejor y estaba olvidando lo que habia ocurrido hace unas horas. También estaba un poco ebria.
