Broken Secrets

Capítulo 29: "El Padre de Izzy"

"𝑳𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒖𝒆𝒍𝒆 𝒚 𝒍𝒂𝒔 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 𝒑𝒓𝒐𝒕𝒆𝒈𝒆𝒏, ¿𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒛𝒂́𝒔 𝒆𝒓𝒂 𝒂𝒍 𝒓𝒆𝒗𝒆́𝒔?"- 𝑨𝒎𝒊𝒓𝒂 𝑹𝒊𝒗𝒕

Isabella

Sentí los primeros rayos de sol con una fuerte punzada en mi cabeza, después de que la noche anterior me dormí llorando. Aún tengo la sensación de cansancio y vacío que viene siempre después de agotarme emocionalmente.

Después de meditarlo mucho, creo que he llegado a la conclusión de que necesito acabar con esto lo más pronto que pueda. Pero ¿cómo lo hago?, es un hecho que tengo que atrapar a Jack para que el juego termine, la única forma que eso suceda es que le dé la información que necesita tan desesperadamente. El problema es que con lo de ayer me dejó más que claro que me tiene vigilada, o sea que no puedo manipular la información, principalmente porque sabe que no he ido a la casa de Noah. Entonces, ¿qué me queda?

Jack dijo que no me diría el nombre de la persona que estoy buscando hasta que sepa que me gane la confianza de Noah y tenga acceso a su casa, eso quiere decir que tampoco puedo buscar su nombre en la base de datos con ayuda de Mason o Cyber el hacker amigo de mi padre.

En conclusión, no tengo nada.

Mi teléfono suena indicándome de la llegada de un mensaje, a regañadientes lo tomo y abro el mensaje.

"Tenemos que hablar, Pulga menor.

Ven a la comisaría apenas veas el mensaje,

Mason"

No sé de qué quiera hablar, pero no me alarmo. Cuando pasas toda tu vida viviendo con agentes federales como lo son Masón y como lo fue mi padre, te acostumbras a ser cuidadoso con todo. Sus mensajes siempre son cortos y precisos, sin revelar nada más que lo necesario. Nunca sabes cuando tu teléfono puede estar intervenido por algún enemigo, así que es mejor no revelar información que te ponga en peligro después.

Alguien llama a mi puerta y le indico que pase, mientras me siento en la cama. Veo aparecer la melena revuelta de Ralf y su radiante sonrisa, que me provoca una también.

- ¿Cómo te sientes, Cuñis?

Pensé en mentirle, pero en realidad no vale la pena hacerlo. Probablemente mi cara me delate, no necesito ser un genio para saber que mis ojos deben estar hinchados y probablemente mi voz salga más ronca de lo normal porque siento mi garganta seca.

-Estaría mejor si Jack estuviera tras las rejas o bajo tierra, lo que pase primero, cualquiera de las dos es buena opción. - como predije mi tono salió ronco y rasposo.

Ralf asintió.

-Bajo tierra es la mejor opción, para mí. -se queda en silencio por un momento-Mi hermano está preocupado por ti, quiere hablar contigo.

Me extiende su teléfono que está listo para llamar a Tobías. Doy un gran bocado de aire y lo suelto lentamente.

- ¿Crees que puedas traerme un vaso de agua, Ralf?, mi garganta comienza a doler un poco. - le pregunto con una media sonrisa.

Ralf me pasa el teléfono.

-Claro, Ariel. Vuelvo en un momento y perdona lo intenso que se pondrá mi hermano, el...realmente está preocupado.

Sin más se retira dejándome sola.

Me quedo un momento mirando el teléfono sin saber exactamente ¿qué hacer?, como si se me hubiera olvidado cómo llamar. Finalmente decido hacerlo, no tiene caso retrasar lo inevitable.