Los Wayne

TIM

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Bruce: 31 años
Dick: 10 años
Jason: 8 años
Tim: 4 años

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Tim no sabía qué era el amor de familia.

Sabía lo que era la educación perfecta, las cenas en silencio, los modales pulcros y las sonrisas de compromiso. Sabía lo que era sentarse en una mesa larga sin que nadie lo mirara a los ojos, lo que era dormirse con la luz encendida porque el frío no se iba con cobijas. Sabía cómo fingir que todo estaba bien.

Pero amor... no. Eso no lo conocía.

Tim tenía unos padres... buenos. No eran tan amorosos como cualquier niño podría soñar, pero lo cuidaban, velaban por él y se aseguraban de que nada le faltara... al menos en papel. Desde los cuatro años, Tim ya asistía a galas y eventos sociales, no porque lo disfrutara, sino porque su dulce inocencia y su sorprendente habilidad con la tecnología impresionaban a los socios de sus padres. Era útil. Un accesorio adorable.

En una de esas galas, los vio por primera vez: los "príncipes de Gotham", los hijos de Bruce Wayne. Sintió un pequeño pinchazo en el pecho. No era rabia exactamente... era celos. Celos porque al mirarlos, supo de inmediato que eran amados. No por conveniencia, no por obligación. Amados de verdad.

A pesar de las miradas interesadas de los adultos, los niños fueron hacia él con una sonrisa genuina, ignorando los intentos de los socios por llamar su atención. Jugaron con él como si lo conocieran de siempre. Y cuando la noche avanzó, Tim los observó en silencio. Vio al más pequeño bostezar y ser alzado con ternura por Bruce, quien sin pensarlo dos veces, se retiró de la gala para que sus hijos pudieran descansar.

El mayor "Richard" fue arropado por una bufanda que el mayordomo aliso con cuidado, mientras el hijo menor "Jason", era arropado en la leva del traje formal de Bruce Wayne, antes de cargarlo en brazos. Como si no existiera etiqueta, gala o protocolo, solo una familia cuidándose entre sí.

Tim también sintiéndose cansado fue a pedirle a sus padres retirarse, pero lo único que recibió fue una mirada dura de su padre y un 'silencio' cortante de su madre. Conforme pensaba en eso a sus cortos años solo tuvo algo de celos y tristeza.

Fue otra gala... Tim recuerda haberse alejado, sabiendo que sus padres lo mirarían duramente si Tim volvia ha bostezar. Mientras caminaba por los pasillos tratando de ignorar el frío y el sueño, escucho algo. Al asomarse con mucha dificultad por una ventana, los vio. Dos sombras saltando por los techos...

Batman y Robin.

El dúo dinámico de Gotham.

Vio perfectamente como Batman casi como si tratara al tesoro más preciado tomó a Robin en brazos para seguir corriendo, mientras el pequeño reía. Fue eso... solo esa imagen que se quedó pegada a sus párpados por días.

Otra gala... y Tim logró esconder una cámara. "esconder" sería mentira, sus padres ni siquiera habían mirado en su dirección, como para notar la cámara en sus tiernas manos. Tim saludó en la cansada fiesta, notando que ni Bruce Wayne , ni sus hijos se encontraban presentes. Sabiendo que ya había hecho mucha presencia, se alejó, siguiendo las ventanas...esperando.

Fue cuando los volvió a ver... Batman y Robin, saltando y por lo visto conversando. Tim tomó la mayor cantidad de fotos posibles.

Tal vez...era por su tamaño o la negligencia de sus padres. Tim esperaba que la primera... El pequeño comenzó a ausentarse de las fiestas: entraba, saludaba, conversaba, reía y luego en un descuido se marchaba del lugar, escurriéndose para salir del recinto y perseguir a Batman y Robin.