Dentista Parte 2

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Bruce: 36 años
Dick: 15 años
Jason: 13 años
Tim: 9 años
Damian: 7 años

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Alfred tomo primero al más pequeño de la familia, que estaba amarrado al pecho del patriarca. El niño se removía y lanzaba todo su repertorio de insultos en árabe.

—Amo Damian— reprocho Alfred, horrorizado por escucharlo decir tantas cosas. El niño tembló un poco, pensando que hizo enfadar a su abuelo. Pero esto fue una fachada de Alfred que aprovecho para atarlo a la camilla, de pies y brazos. Cuando el pequeño se dio cuenta, miro enfadado al mayordomo que sonrió divertido.

—Tim— Bruce camino hacia la sala donde el pequeño seria atendido. Alfred al igual que con Damian, tomo al niño y con una rapidez digna de un mayordomo capacitado en niños entrenados en escape; lo amarro con tal gracia, que las enfermeras presentes incluso grabaron y aplaudieron.

—Jason— el nombrado se congelo al instante, y comenzó a patalear.

—No...No— seguía repitiendo, mientras Alfred lo cargaba hacia su camilla, siendo asistido por tres odontólogos, altos y musculosos, y bien equipados con almohadillas en brazos, cuello y piernas. Pues lo que tiene Jason de chiquito, lo tiene de fuerte. El niño trato de "morder" (aunque Bruce por un momento pensó, que el niño tenía la intención de arrancar un pedazo de carne del pobre doctor), cuando por fin lograron amarrarlo (y por el momento amordazarlo).

Y, por último, Bruce acompaño al mayor de todos sus hijos. Que ya se había rendido de luchar, pues después de ver como todos se habían unido para detener a Jason, sabia que no tenia escapatoria y se había rendido a su destino.

—Te juro que, si me duele, me quejare tanto que incluso Clark me escuchara— amenazo el pequeño.

—Dudo mucho que Clark desee meterse en tus citas médicas— respondió su padre con diversión. Pues sabía que por mucho que el hombre sea Superman, incluso el temía a sus hijos, después de haberlos cuidado una sola vez.

—Bien, todos están listos— felicito Alfred, mirando con una sonrisa a sus cuatro nietos. Que miraron al mayordomo con una mirada llena de traición y venganza. Mientras los doctores estaban parados en una esquina rezando a sus respectivos dioses, pues por mucha experiencia que tengan, esos cuatro niños eran el diablo encarnado.

—Suerte— Bruce y Alfred, sonrieron dándole energías a los especialistas, para después correr a la sala de espera.

—jsdhsjdhasa (maldito bastardo)— trato de decir Jason a pesar de la mordaza. Los doctores respiraron profundo y fueron con sus respectivos pacientes.

Dick que ya se había rendido y teniendo pena por los odontólogos, prefirió portarse de la mejor forma. Dejando que hurgaran su boca con los instrumentos y en menos de 20 minutos el pequeño niño maravilla, había salido victorioso.

Tim que siendo el dulce niño que es, obedeció en lo que cabía, sin embargo, temblaba de miedo en ciertas ocasiones, su respectiva doctora lo calmo con pasos suaves y cuidadosos.

—No entiendo porque tienen tanto miedo, sus dientes son de los más sanos que he visto en niños de su edad— la señora felicito al niño, mientras este asentía mirando cada tanto a la puerta, sabiendo que tan solo a unos pasos, su padre y abuelo, se encontraban.

Jason, para infortunio de él, y de sus respectivos médicos, dio pelea.

—Gracias al cielo el señor Pennywoth, amarro bien al niño— susurro un pasante, que había tenido la mala suerte de empezar su primer día con los jóvenes Wayne.

—si...no quieres saber como era, cuando no estaba amarrado— una doctora hablo, mostrando una mirada aterrada y al resto de los presentes les recorrió un escalofrió. El pequeño y dulce angelito, que estaba amarrado a la camilla, lanzo una mirada algo ofendida pero divertida a sus doctores.

—shi me hashens dolresh losh moshdeshre (si me hacen doler, los morderé)— el doctor asintió algo temeroso, y comenzó a hurgar en la boca del niño. "Por favor, que no haya ninguna carie" pensaron todos en la sala, incluido el pequeño paciente. Mientras revisaba, el pasante se acerco a observar.

—Doctor...creo que tiene una carie— susurro, y tanto Jason como el doctor se paralizaron. El medico sintió el sudor acumularse en su frente y Jason ya estaba a nada de poner a prueba cuanta fuerza tenia para escapar de las ataduras.

—Maggie, Erik, y Josh— llamo a sus tres compañeros que asintieron, Jason cerro los ojos, justo cuando las manos de un doctor mantenían su cabeza fija, el otro mantuvo sus manos en sus cachetes para que no mordiera, y la mujer quedo en ayudar en todo lo posible al doctor, pues querían hacer esto rápido y sin algún herido.

La agilidad, era necesaria.

...

Muchos dicen, que escucharon lamentos y gritos.

Y también...

Que los pobres doctores tuvieron que ir a terapia y uno recibió dos puntadas en su mano.

En cuanto al menor de la familia, este no era tan salvaje como su hermano mayor Jason, pero tampoco un angelito como Dick y Tim. Era un intermedio. El pequeño se quejó, lloro, e incluso maldijo en español y árabe (aunque lo ultimo puede ser que haya sido en español también, pero no era posible entenderle cuando el doctor pregunto justo cuando tenia un instrumento raro en su boca).

Para cuando los chicos salieron, Bruce y Alfred decidieron entregarles una comida de lujo a todos los médicos, por las molestias. Y los niños salieron algo llorosos pero victoriosos por aguantar una cita mas del dentista.

—te odio— susurraron los cuatro, horas después en la cena de felicitación.

—Y yo los amo— respondió sin problemas Bruce, viendo divertido como sus hijos ignoraban casi con miedo a los pobres y deliciosos postres de Alfred.


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Se que les debía esta segunda parte, hace tiempo. Y aquí la tienen espero les guste.

También les debo la segunda parte de "Solos en casa", espérenla :D

Los amoo

Los WayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora