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Creo que queda claro que la imagen no me pertenece.

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-¡¡Cariño!!, llegas tarde- hizo un puchero y él le sonrió.

-Perdón, mi hijo menor me quería mostrar algo importante, ¡¡ha mejorado bastante desde la última vez!!- expresó el frio Wen RuoHan alegre.

-Eso es bueno, debe haberte gustado mucho eso- asintió.

-¡¡Mucho, me llena de orgullo!!- la sonrisa dulce lo decía todo.

Así eran ellos, así era mejor que lo de ahora, simplemente, lo desperdicio, ahora que iba a tirar a uno de los hijos de su amante en los tumultos funerarios, sabía que iba a ganar el odio que no quería, pero, ¿qué podía hacer?, RuoHan ya está muerto, él lo mato, no puede dormir en paz por eso, le carcomía la culpa, la tristeza de no tener su piel abrigando cuando tenía frio.

-¿Por qué hice esto?...no debí...no debí matarlo- se decía y apretó la carta en su pecho -lo lamento, lo lamento RuoHan, soy un imbécil, un idiota egoísta, ódiame, ódiame por favor, no puedo tener algo que no merezco.

-RuoHan...- susurro con sensualidad mientras tocaba el pecho desnudo.

-No jodas, ¿Cuántas veces te lo metí?, estoy agotado- le sonrió.

-No siempre debes ser activo tú- esa idea sonó bien a la cabeza del Wen.

-Acepto la propuestas- le dijo con una sonrisa pícara.

Se abrazo a sí mismo, tenía frio, frio y quería a RuoHan. Quería su odio, quería el odio de ese ser que ama con locura, ¿por qué razón?, porque así al menos no sentiría más culpa de lo que siente, su dolor lo cegaba, cegaba que lo que hacía lo haría cada vez más mal.

-Ódiame...- suplico con pena y el llanto se hizo más grande.

Se odiaba, quería volver, volver a lo de antes, volver y ser igual que antes, a ese muchacho que no era ambicioso (pero del negativo), ese muchacho que era inocente y bueno con los demás, el que no se veía mejor por los demás, el que era alegre y el que quería hijos para cuidar bien (cosa que ni logró), pero las enseñanzas maliciosas lo contaminaron, contaminaron su verdadera forma de ser, más esa violación que le hicieron al ser un joven.

-Lo lamento RuoHan...pero el poder me llama- el Wen se preguntó dónde había quedado el antiguo Jin.

-Bien...- le acaricio el rostro y con un último beso en sus labios, dejo este mundo.

Eso fue suficiente, se levantó y se decidió a que sería hoy esa "ejecución", pero algo en su interior lo detuvo, era como una mano que le acariciaba el cabello y unos labios le susurraba que no lo hiciera, que se detuviera, quería hacerle caso a esa voz, esa vos parecida a su amante.

-D-Debo de hacerlo- respondió de vuelta, en susurro.

No esperaron que Wen ZhuLiu lo estuviera vigilando, siguió los consejos de su cuñado cuando le dijo al respecto, mantener la calma, como debería de hacerlo siempre, esperaría para atacar en un buen momento, Min se encontraba mirando todos los lugares para asegurarse de que nadie se lleve a Wen Chao y si estaba Jin GuangShan.

-Por lo que veo, no está...jejeje- se acercó a Wen Chao, quien estaba drogado -hora de disfrutar un festín.

Recibió una flecha en su cien por parte de XiChen, o bueno, casi, porque sus reflejos lo salvaron de la muerte, XC no iba a permitir que eso sucediera, Min fue corriendo a avisarle a GuangShan por las presencias externas, entonces cuando vio que su "colega" lo tenía arrinconado, huyo como pudo de la escena, entonces ZhuLiu le atrapo del brazo con una ira grade.

-Estás muerto maldito- le susurro y Min se aterro.

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¡¡Nuevo cap!!

Espero que les guste, veo el final de este fanfic. :3

¡¡Espero que les guste!!

Una historia _ ZhuChao _Donde viven las historias. Descúbrelo ahora