Harry Potter y el legado maldito

Callejón Diagon

Aquel día, los Potter tenían planeado ir al callejón Diagon, área en donde los estudiantes de Hogwarts pueden adquirir los suministros necesarios para la escuela. Albus por fin iba a comprar los materiales requeridos para su primer año.

Cada vez que hablaba con Rose, ésta no paraba de hablar de todos los libros de la lista y lo emocionante e interesantes que son, Albus, no se mostraba tan emocionado al respecto, pero ya no podía esperar más para comprar su primera varita.

  Se juntó toda la familia alrededor de la chimenea para hacer uso de los polvos Flu, polvos mágicos que los trasladan rápidamente hacia el callejón.

—Bueno chicos, tomen un poco de polvo, arrójenlo al suelo y digan con seguridad: Callejón Diagon—dijo Harry.

—Papá, no es necesario que lo expliques todas las veces, no es tan complicado—.

Harry sonrió ante el comentario de su hijo mayor.

—Bueno James, ya veremos cuando aparezcas  20 chimeneas al otro lado de Londres por no hacerlo bien—.

  James, con una mirada desafiante, pero divertida, se acercó a sacar los polvos y se dirigió hacia la chimenea.

—Callejón Diagon—exclamó y en un instante ya había desparecido.

Ginny, hizo lo mismo junto a Lily Luna, luego las siguió Albus, que con una cara de disgusto expresaba claramente su aversión hacia los polvos, la sensación que provocaban le resultaba desagradable; y por último, los siguió Harry.

   Ya en el callejón Diagon, un lugar lleno de tiendas mágicas y ya en esas fechas atestado de gente, se encontraron con los Weasley. Ginny, es la hermana menor de Ron Weasley, que a su vez es el mejor amigo de Harry.

Ron está casado con Hermione Granger, también gran amiga de los Potter, y juntos tienen dos hijos, Rose y Hugo, dos pecosos y testarudos pelirrojos. 

   Ginny, Harry, Ron y Hermione, luego de charlar un rato, decidieron ir a comer algo al Caldero Chorreante, junto con los menores Lily y Hugo, dejando a los chicos a cargo de completar sus listas de materiales.

   Rose ya tenía en sus manos una gran, por no decir exagerada,  cantidad de libros. James casi seguro de que eran bastante más de los que salían en la lista bromeó 

—A Rose se le soltó un cable ¿Qué pretendes hacer con todos esos libros?—.

  Rose, bastante orgullosa para molestarse con burlas respondió —Ay, lo siento se me olvida que nunca has tomado un libro en tu vida—.

—La verdad tengo cosas bastante más interesantes que hacer, tener una vida y disfrutarla, por ejemplo—dijo James burlándose, al mismo tiempo que fijaba la vista por sobre el hombro de Rose, que ponía sus ojos en blanco ante la respuesta de James, y comenzaba a saludar a la distancia

— ¡Llegaron los Scamander!— exclamó y se encaminó rápidamente a encontrarse con los gemelos.

   Los Scamander son una familia muy cercana a los Potter y a los Weasley. Luna Lovegood, casada con Rolf Scamander, es una gran amiga de ellos, tanto así que  Lily Luna, le debe su nombre. Luna y Rolf, tienen tres hijos, los mayores Lorcan y Lysander, un par de rubios idénticos, que son los mejores amigos de James y al igual que él, muy buenos para meterse en problemas, y Pandora, llamada así por la difunta madre de Luna. Una chica con un largo cabello café, casi negro; que tal cómo Rose y Albus, espera con ansias su primer día en Hogwarts.

   Al escuchar la afirmación de James, Albus, que estaba sumido en sus pensamientos observando a unos chicos apilados en la vitrina de una tienda, levantó la mirada para ver si con los gemelos se encontraba Pandora, su amiga. Y efectivamente ahí estaba, caminando distraída, con un bulto extraño en su chaqueta. Rose y Albus siempre han sido muy cercanos a Pandora, prácticamente es como una más de su familia. Al instante en que la encontraron con la mirada, se acercaron rápidamente hacia ella. No la habían visto desde principios de verano, ya que se fue a un largo viaje junto a sus padres.

—¡Por fin volviste!— dijo Rose.

— Ya pensábamos que te ibas a perder tu primer día en Hogwarts— siguió Albus.

   Pandora estaba por responder, cuando una criatura extraña, similar a un ornitorrinco, se abalanzó sobre Albus.

—Grubbly, no, ven para acá— exclamó Pandora, agarrando a la criatura con sus manos.

— ¿Q-qué es eso?— dijo Albus un poco asustado.

—¿Traes algo de dinero contigo?—.

—Eh claro ¿Necesitas algo?— respondió Albus confundido .

  Pandora, envés de contestar agarró a Grubbly de sus patas traseras, lo comenzó a sacudir, y al instante cayeron una gran cantidad de monedas.

—Es un Escarabato— exclamó Rose

—¿Un qué?— respondió Albus confundido, revisando sus bolsillos y dándose cuenta que las monedas esparcidas en el suelo eran efectivamente las suyas.

—Un Escarabato— repitió Pandora—Son criaturas que tienen una peculiar fascinación por el oro y las cosas brillantes— siguió ahora dirigiéndose a Grubbly—cuantas veces te voy a repetir, no está bien que le robes a la gente—.

    Grubbly simplemente la miraba, como si la estuviera escuchando, pero realmente no comprendía ni una palabra de lo que le estaba diciendo.

—Mi papá lo rescató y me lo obsequió para mi primer año— siguió Pandora—Son un poco desastrosos, pero, sino cuál sería la gracia de tenerlos—.

—Creo que prefiero una lechuza— dijo Albus, como siempre pensando en voz alta.

—Criaturas extrañas, lechuzas, ¡mejor nos concentramos en completar la lista de materiales!—exclamó Rose.