Harry Potter y el legado maldito

La capa

  Quedaban un par de días para el partido de quidditch entre Slytherin y Gryffindor. Si bien, Slytherin había empezado con una muy mala racha, su capitana Lauren Zabini, hija de Pansy y Blaise Zabini, había logrado que su equipo superara a Ravenclaw, y estaban un par de puntos debajo de Hufflepuff. Definitivamente Lorcan no estaba de humor.

  Tanto el equipo de Slytherin como el de Gryffindor estaban entrenando sin parar. Rose casi no se aparecía por su sala común con todo lo que tenía que hacer.

   Pandora también se encontraba ocupada pensando en como haría para obtener la capa de James sin que este se diera cuenta. Ese mismo fin de semana, tenían la autorización para ir a Hogsmeade. Necesitaba conseguir la capa rápido.

  Estaba claro que no podía ocupar a Grubbly, este solo podía tomar prestadas cosas más pequeñas que él. También sería extraño si alguien la viera dirigiéndose hacia la habitación de los chicos. Debía esperar el momento perfecto.

  James había esperado con ansias aquel partido con Slytherin, desde que él y Lauren entraron a sus respectivos equipos, no habían dejado de competir entre sí. Con Lorcan y James pasaba algo similar, pero la situación con Lauren era diferente. A esa chica de pelo negro le encantaba sacarle en cara a James sus victorias, tal como este hacia con Lorcan.

   Cuando solo llevaban un par de partidos y Slytherin los estaba perdiendo, James no podía estar más feliz. Pero, ahora Slytherin llevaba una racha de partidos ganados. Por lo que, Gryffindor tenía que hacer todo lo posible para ganar.

Aquel día, el equipo de Gryffindor no iba a tener tiempo para descansar. James no pensaba dejar que nadie se desconcentrara. Colin, como siempre, iba detrás de Rose. Esta ya no lo aguantaba, pero no sabía como sacárselo de encima. Solo lo había besado, nada más.

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  Pandora y Scorpius se encontraban mirando el entrenamiento, ambos tenían el día libre.
Este estaba siendo bastante difícil, James no había dejado descansar a nadie del equipo ni un segundo, a fin de cuentas, el partido contra Slytherin era al día siguiente.

  Scorpius fruncía el seño cada vez que Colin se le acercaba a Rose. Pandora como siempre lo había notado, sabía que su amigo no tenía de que preocuparse, Pandora nunca había escuchado a Rose hablar así de alguien, definitivamente gustaba de él, estaba claro.

—Ese tal Hooch es ridículo, ¿No te parece?—exclamó Scorpius, sin separar su mirada de él, que estaba hablando con Rose.

—Rose ya no sabe que hacer con él—respondió Pandora.

— ¿Qué? ¿Enserio?— respondió Scorpius sorprendido —Yo pensé que le gustaba.. ya sabes.. en el baile..bueno parecían pasándolo bastante bien—siguió Scorpius

—Fue solo en un beso, Scorpius—respondió su amiga sonriendo. Realmente le gustaría mucho que sus amigos estuvieran juntos.

—Pandora.. tu crees que.. pues.. Rose..—siguió Scorpius, un poco complicado.

—¿Tu crees que Rose Weasley se ofrecería a ayudar a cualquiera?—contestó, refiriéndose a aquella tarde que pasaron juntos en la biblioteca.

—Es impactante lo poco y mucho que la conoces a la vez—.

A este se le iluminó la cara y sonrió —¿Qué Rose Weasley gustaba de él?— no podía creerlo. Para ocultar un poco su emoción decidió cambiar el tema, no quería parecer desesperado.