Quidditch

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Ya han pasado 5 años desde la ceremonia de la selección. Los chicos tienen 16 años; todos han mejorado bastante y se han desenvuelto como verdaderos magos y brujas. Ese día, había un partido de quidditch entre Gryffindor y Ravenclaw. James, ya en su último año, era el capitán y buscador del equipo de Gryffindor, y Rose jugaba como cazadora. El equipo se encontraba nervioso, charlando dentro de la sala común, junto con Pandora, Lily Luna y Hugo, que también habían sido seleccionados para Gryffindor, y un par de chicos más.

—Equipo, es de suma importancia que ganemos este partido, Hufflepuff va a la cabeza, pero si pierde contra Slytherin, podemos alcanzarlos— dijo James.

— Definitivamente, Ravenclaw es nuestro mejor rival— continuó Colin que jugaba de bateador.

—No hay para qué asustarnos, hemos estado entrenando día y noche para este partido, nosotros podemos— exclamó Rose, subiéndole un poco los ánimos al equipo.

—Tienes razón, Rose— afirmó James— Este es nuestro año, nos llevaremos la copa—.

Todo el equipo, ya con sus uniformes, tomaron sus escobas, James obviamente seguía teniendo su adorada Saeta de fuego, y se encaminaron hacia la cancha. Dejando a Pandora, Lily, Hugo y a otros chicos de Gryffindor en la sala común.

                            •     •     •

Scorpius tenía muchas ganas de ir a ver el partido, le encantaba el quidditch, y claro también le encantaba Rose Weasley, aunque a ella no parecía interesarle ni un poco.

  Albus, por otro lado, tenía muy pocas ganas de ir, otra ocasión más para ver a su hermano, fuerte, brillante, alabado por todo el mundo.

—James es muy fuerte, mírenlo. Definitivamente es el mejor capitán que hemos tenido. Ay, es muy lindo—.

Comentarios que hacían enfurecer a Albus. No es que odiara a su hermano, por mucho que lo molestara constantemente, le caía bien e incluso a veces lo quería. Eran las comparaciones constantes, no solo con él, sino con toda su familia, lo que lo hacían sentir inferior.

— Como es que no te resulta este hechizo, ¡eres un Potter! ¿No eres bueno para el quidditch? Que extraño.. ¿Un Potter en Slytherin?, y yo pensé que ya había visto de todo—.

Aún así, Scorpius, de tanto insistir, convenció a Albus para que lo acompañara, por lo que se encontraban caminando hacia las gradas.

   En el camino se encontraron con Pandora, que todavía conservaba su larga y despeinada cabellera. Estaba vestida de una forma muy peculiar, si bien llevaba los colores de Gryffindor en su ropa, en su cara tenía pintada una "R" de color azul y en sus manos llevaba banderines de Ravenclaw y de Gryffindor.

—Y a ti que se te ha pasado por la cabeza— dijo Scorpius riéndose, luego de saludar a Pandora— Que es esa extraña mezcla de colores que llevas encima— continuó.

—Gryffindor puede ser mi casa, y el equipo en el que juega mi mejor amiga— contestó Pandora—Pero Lorcan es el capitán del equipo de Ravenclaw, debo apoyarlo también— sonrió.

—Probablemente vas a confundir a todo el mundo— exclamó Albus riendo.

  Pandora simplemente levantó los hombros como demostrando que no le importaba, y siguieron caminando juntos hacia el partido. En el camino, mucha gente posaba la vista en Pandora, pero ella parecía no notarlo.

Ya en las gradas, se instalaron en un lugar en donde tenían una muy buena vista. El bullicio de la multitud inundaba el lugar, casi no se podían escuchar unos a otros. En la cancha se encontraba Madame Hooch, sosteniendo la quaffle, el equipo de Gryffindor a un lado y el equipo de Ravenclaw al otro.

Harry Potter y el legado malditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora