El laberinto

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  Aparecieron nuevamente, pero esta vez no estaban en el Bosque Prohibido como estaban acostumbrados. Estaba todo oscuro y se encontraban alrededor de muchos arbustos altos y enredaderas.

   Rose estaba mejor, ya se podía mantener en pie, aún así no soltaba la mano de Scorpius.

Esta todavía no comprendía que era lo que había pasado. Pero lo que sí sabía era que Delphini había hecho algo malo, y pretendía hacer algo peor.

—¿Donde estamos?— exclamó Scorpius.

     Delphini aún tenía su varita alrededor del cuello de Albus. Pandora levantó su varita al instante. Al igual que Rose y Scorpius. Pero Delphini tenía como escudo a Albus, no podían hacer nada.

—¿Quien eres?— exclamó Pandora.

Esta se burló—Asumía que eras un poco más preceptiva.. Riddle ¿Te suena?—.

—Mi padre es Tom Riddle.. el gran Lord Voldemort— exclamó orgullosa.

— Imposible— exclamó Rose — Él nunca tuvo hijos—.

—Eso es lo que tú crees.. pero a veces tienes que recordar que los libros no tienen toda la verdad— contestó Delphini.

—Ahora bajen sus varitas y déjenme ir— siguió esta— sino Albus sufría las consecuencias—.

—Chicos no.. no lo hagan..— exclamó este.

Aún así Pandora, Scorpius y Rose comenzaron a bajar sus varitas. Delphi envés de soltar a Albus, retrocedió con este y traspasó los arbustos que se encontraban detrás.

Los chicos trataron de seguirlos, pero no fueron capaces de atravesar aquellos arbustos.

—¡ALBUS!— bramó Scorpius, mientras trataba de separar las enredaderas, no escuchó respuesta.

De repente empezaron a escuchar unos ruidos. Era como si las enredaderas estuvieran moviéndose. Iban a ser aplastados. Comenzaron a correr rápidamente hacia la única dirección que podían.

—¡Esto es como un laberinto!— exclamó Scorpius sin dejar de correr, en todo este tiempo no había soltado la mano de Rose. Siguieron corriendo un par de metros hasta que las enredaderas por fin se detuvieron. Por poco los atrapa.

—¡Claro! Como no lo pensé antes.. estamos en la tercera prueba del Torneo— exclamó Pandora, recuperando el aliento.

—Creo que tienen mucho que explicarme— comenzó Rose, también recuperando el aire.

—No sabes cuánto— respondió Scorpius

—¡Albus!— exclamó Pandora, este no contestaba. Estaban perdidos en la mitad del laberinto.

      Delphini caminaba decidida detrás de Albus mientras lo iba guiando por el laberinto con su varita incrustada en la espalda de este, de manera amenazante.

Albus no hacía más que caminar, pero su cabeza está funcionando a mil por hora. Si no hacían nada en cinco minutos, todo volvería nuevamente a la realidad. Solo cinco minutos.

Escuchaba como alguien se acercaba, Delphini hizo que se escondieran. Albus miró impresionado ¡Era su padre!, claro mucho más joven y miraba hacia todas partes sin saber que hacer..

Estamos en la tercera prueba.. esto debe ser laberinto— pensó para sí. Lo único que sabía de aquel lugar, por las historias que su padre le había contado, era lo más impredecible que podía llegar a ser.

Esperaron a que el joven Harry siguiera de largo y volvieron a caminar. En todo el trayecto, Delphini no había despegado su varita del cuerpo de Albus.

Harry Potter y el legado malditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora