Harry Potter y el legado maldito

"El otro"

   Harry y Albus no se hablan desde su gran pelea. Este ya estaba contando los días para volverse a Hogwarts, no soportaba estar con su familia, por lo que pasaba todo el día encerrado en su habitación.

Ginny estaba bastante preocupada, pero prefería no meterse en el medio. Tal ambiente de tensión  estaba afectando a todos, James estaba decaído, mientras que Lily apenas hablaba.

Ninguno entendía muy bien que era lo que estaba pasando. Harry, por su parte, buscaba evitar estar en casa lo más posible, lo cual tampoco era difícil, ya que trabajar para el ministerio como Auror lo mantenía bastante ocupado.

Nadie sabía en qué minuto habían escalado tanto las cosas, Albus siempre había sido un chico introvertido y bastante reservado. Pero nunca se había comportado de la manera en que lo estaba haciendo.

Un día, ya tarde, cuando Harry había regresado del trabajo, recibió una visita inesperada. En su puerta se encontraba Amos Diggory junto con una joven de cabello negro.

—Sr. Diggory, tantos años— dijo Harry sorprendido, mientras hacía pasar hacia al anciano junto con la joven, que se había presentado como su sobrina Delphini Diggory.

—Necesito hablar contigo Harry, de algo importante— dijo Amos.

— Claro, dime.. — contestó cansado, había tenido un día muy pesado en el trabajo.

Albus, no había salido de su habitación en todo el día, pero al escuchar que alguien había entrado a su casa, se asomó por su puerta para ver quien era.

No conocía a aquel señor canoso que se encontraba con su padre, pero parecían estar hablando de algo importante. Por lo que se quedó escuchando en las escaleras.

—Se que en el Ministerio tienen guardado un giratiempo—siguió Amos— Por favor Harry, ocúpalo para regresar a 1994 al estúpido Torneo de los Tres Magos y evita que mi hijo Cedric muera—.

    Los giratiempos son unos pequeños artefactos que permiten retroceder en el tiempo. Tienen la apariencia de un reloj de arena, y solo es necesario darle un par de vueltas para volver hacia el pasado.

Hace ya un par de meses, Harry, había confiscado un prototipo de un giratiempo, en manos de un mago llamado Theodore Nott, quedando como posesión del Ministerio de Magia.

  Harry extrañado contestó— Amos.. todos los giratiempos fueron destruidos.. Además los viajes en el tiempo son muy peligrosos, un pequeño cambio puede afectar a todo el presente—.

—Pero es mi hijo, Harry, el que murió junto a ti en manos del Inombrable. Él te quería a ti, pero mi hijo, "el otro" estaba en su camino. "El otro" Harry, mi hijo murió por ser el otro que no debía estar en ese lugar. Tenía todo un futuro por delante — dijo Amos con un par de lágrimas— Se que tienen un giratiempo, por favor ayúdame— .

Harry nunca se había olvidado de Cedric Diggory. En su conciencia todavía había culpa respecto a su muerte, haría cualquier cosa para que ese momento no hubiera ocurrido.

Sin embargo, ocupar un giratiempo para prevenir su muerte era muy peligroso, podría desatar consecuencias irreversibles.

— Lo siento Amos, no puedo— contestó.

Amos, se levantó de su asiento— Murió por tu culpa sabes— exclamó con lágrimas— Y no eres capaz de devolverle la vida, en que te has convertido Potter— terminó.

Harry no podía creer lo que acababa de pasar, de un momento a otro, todos los recuerdos respecto a la muerte de Cedric aquél día en el cementerio volvieron a su cabeza.