Forever. [muke]

t e r c e r o

Después de todo, ¿qué tan malo puede ser?

Entré a la escuela, corriendo rápidamente hacia dónde se encontraban los baños. Llamé la atención de un par de miradas, pero no me importaba. Tenía que hacer pis.

Azoté la puerta debido a la velocidad a la que iba y entré en una de las pequeñas cabinas. Cerré con pestillo.

Una vez hecho mis necesidades, jalé del inodoro y abroché mi cremallera. Salí de la cabina y caminé hacia el lavabo. Escuché unos sollozos. Saqué mis manos en mi pantalón y me acerqué de una manera sigilosa-creo yo-para saber de donde provenía el llanto.

-¿Qué carajo...?

Era Luke quien estaba hecho bolita, abrazando sus piernas con sus brazos. Ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia. Toqué su hombro y él dio un leve saltito. Levantó la mirada, dando a relucir sus ojos azules un tanto rojos debido al llanto.

-Tranquilo, no le voy a decir a nadie-fue lo primero que se me ocurrió decir, mientras abría mis brazos para intentar consolarlo. Él se negó al principio, pero aún así logré que se dejara abrazar. Podía escuchar su respiración agitada muy cerca de mi oído.

Una vez finalizado el abrazo, hablé:-¿Por qué estabas llorando?

-N-nada-mintió.

Supuse que no quería hablar, así que sólo asentí y me paré. Tenía clase.

-¿A dónde vas?-jaló mi manga suavemente.

-A clases, se nos está haciendo tarde ¿me acompañas?

-C-claro-aclaró su garganta.

Nos encaminamos hacia el salón de clases número 3, una vez ahí, me dí cuenta de que Calum estaba sentado junto a un chico de rizos y ojos miel. Se veía muy sonriente.

-¿Te molestaría sentarte conmigo?-pregunté un tanto apenado, aunque no sabía por qué.

Él sólo movió su cabeza frenéticamente, causando una risa de mi parte.

***

Luego de una bastante larga jornada llena de tarea, trabajos, proyectos y demás, tenía que tomar el camino largo hacia mi casa. Guardé mis cosas en mi mochila, y junto con Luke, salí de la escuela.

Luke había perdido un poco su timidez, pero aún así seguía siéndolo. Hice un pequeño retorno y volví hacia Luke.

-¡Luke! -exclamé su nombre, haciendo que el mencionado girara hacia mi dirección-. ¿Te gustaría venir conmigo? Digo, a mi casa. No sé podríamos jugar a la play o...

-Por supuesto-me interrumpió, jugando con su piercing, un tanto nervioso.

El camino al principio fue incómodo, no sabíamos acerca de qué hablar o qué hacer, pero al pasar los segundos se esfumó ese ambiente, cambiando a uno más tranquilo y con un poco más de confianza.