Capítulo extra

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ANTONIO*****

Presentía algo antes de caer en un sueño, abrace a Let, mi amada esposa, juntos antes de rendirme por completo al sueño escuche unas palabras de Letizia, la cual ahora que despierto siento nada más que eh estado soñando.

Me remuevo en la cama y con los ojos cerrados, mi brazo busca el cuerpo de mi esposa, cuando no siento ningún cuerpo abro los ojos y me doy con la sorpresa que Letizia ya se había levantado.

Busque por toda la habitación pero no encontré rastro de ella, no me preocupaba mucho ya que de seguro estaría haciendo ejercicio. Como hoy era un día ocupado no me encontré con Letizia en ningun lado, ya la empezaba a extrañar.

Tenía un tiempo libre, así que me dirigí a la biblioteca donde seguro les estarían impartiendo a mis hijos clases privadas. Entre al lugar, el maestro me reverencio y con la mirada le indique que se retira.

Mis hijos hicieron la reverencia, con una sonrisa que les di, corrieron hacia mi.

-Papá -gritaron mis pequeños pegándose a mi cuerpo.

-Edward, Ana -los mire con amor -¿comó están pequeños hijos?.

-Estamos bien -dijeron sonriendo, pero luego la mirada de Ana se entristeció, mire a Edward y este también bajo su mirada.

-¿Qué pasa? -me arrodille a su altura acariciandolos.

-Mamá -hicieron un puchero -no ha venido a vernos, ni comió con nosotros.

Mis pequeños hijos estaban muy tristes, los abracé sintiendo un pequeño hipito por parte de Ana, vi sus hermosos ojos morados oscuros, iguales de su madre, rojos.

-Calma -los tranquilize -seguro está muy ocupada.

Se calmaron y como ya tenía que retirarme, deje que continuarán con sus clases.

El tema de que Letizia no estaba por ningún lado me empezaba a preocupar. Mande a los guardias que buscaran a Letizia.

-Majestad -me informo el guardia -no la encontramos en el castillo, lo mas seguro es que haya salido.

Empeze a caminar con destino a una persona que de seguro sabia donde estaba, mientras daba otra orden.

-Verifiquen si salio -ordene.

Los guardias se empezaron a comunicar por los auriculares y cuando estaba a punto de llegar al lugar informaron.

-Su majestad, no... -no escuche más y asenti.

Abrí la puerta de la oficina que tenía mi esposa y encontré sentada a Carla revisando papeles, ella se dio cuenta de mi llegada, se paró haciendo una reverencia.

-Su majestad, ¿qué le trae por aquí? -preguntó.

-¿Dónde está mi esposa? -fui directo.

-No lo sé su majestad -no le creia -debe estar en sus aposentos.

-Ya la busque y no hay rastro de ella -dije firme.

Podía notar su actitud normal, pero presentía que me ocultaba algo.

-Dime la verdad -ordene serio.

Me estaba empezando a enojar, por consecuencia apreté los puños, no me quería decir nada, la desesperación me estaba invadiendo más pensando lo peor. 

-Carla -advertí, ella soltó un suspiro.

-Se fue -pronunció muy bajito.

Cuando comprendí las palabras mi mundo se vino abajo, no quería creerle, estaba pasmado por la noticia.

Salí de ese lugar dando órdenes para que la encontraran sin que el pueblo, ni la prensa supieran, mande a los niños a sus habitaciones con protecciones y yo mismo busque como loco todo el castillo, no estaba en ninguna parte, estaba a poco de explotar.

Faltaba poco para que anocheciera, cansado voltee a mi tras y ahí estaba Carla al parecer me había seguido por todos lados.

-¿A dónde fue? -pregunté.

-No lo se -claro que lo sabía.

-Señorita Carla respondeme -estaba enojado y a poco de explotar, nada -¿dónde fue? -hable aplastando los dientes, con la mandíbula tensa.

En eso llegaron las damas asignadas de mis hijos diciendo que estaban muy alterados y no paraban de llorar, a grandes pasos me dirigí a la habitación donde estaban mis hijos.

Entre para encontrarlos llorando.

-¿Qué pasó? -me acerque a ellos.

-Mamá se fue -dijo llorando mi pequeña Ana.

-No cariño todo está bien -traté de tranquilizarlos.

-No es cierto -se quejó Ana -Edwi dijo que la soñó despidiéndose de él y conmigo no lo hizo.

Aquí vamos otra vez, empezó a llorar más fuerte, mire a Edward que también estaba derramando lágrimas.

-Edward, es cierto eso -pregunte, ya que a mi tambien me paso algo parecido.

Asintió con la cabeza, después de los llantos les dije que todo está bien que lo que habían escuchado no era cierto, aunque ni yo mismo me lo creo, los cambie y los acome juntos, ya que querían dormir en la misma cama, los abrigue y me retire dando un beso en sus frentecitas.

Salí de la habitacion y ahi me esperaba Carla.

-Ya viste lo que se a provocado, dime toda la verdad -hable firme.

-Su majestad esto es todo lo que se -empezó a hablar -la reina Letizia me pidió que cuidara de los niños y atendiera los deberes reales en su nombre, eso sucedió ayer, de ahí hasta hoy no la vi.

-Tienes idea de dónde pudo haber ido -es lo único que quería saber.

-No su majestad -sentia una presion en el pecho y sabía bien porque.

No quise interrogarla más porque estábamos al lado de la habitación donde dormían mis hijos, además no quería incomodarla y por lo que suponía también, que no me dice por algo o simplemente no lo sabe.

Los meses habían pasado y mi búsqueda para encontrar a Letizia nunca pararía, mi cumpleños que era hoy lo celebraria, pero queria con todo mi corazon que una persona estuviera aquí.

-¡Feliz cumpleaños papá! -mis hijos, me saludaron cuando entre a la sala del comedor.

Ellos también sufrieron mucho cuando les dije que mami no regresaría por un tiempo, lloraron por dias, en especial Ana estaba muy triste ya que siempre paraba pegada a Letizia. 

Ese día lo celebré normal, muy dentro de mí esperaba que Letizia apareciera, no había encontrado ningún rastro de ella desde que se había ido, cada dia pensaba en ella y aunque no contaba con su presencia cada día la amaba más, pero al darme cuanta que no estaba mi corazón entristecía, la extrañaba tanto.

A veces pensaba que todo lo hermoso que había vivido con ella había sido un sueño, pero al ver a los dos frutos de nuestro amor, a esos pequeños que ahora duermen en mis brazos, sonrío, porque esa hermosa chica enmascarada que algun dia conoci y todo lo que viví con ella fue real, y mis hijos son la mejor prueba de eso.

Mantuve oculta la noticia de que mi esposa estaba desaparecida y asi seguira siendo hasta que ella regrese, o al menos eso espero.

Regresa, mi princesa enmascarada.

Regresa Let... pensé.



Comenten, voteny siganme, para que así les lleguen rapido los mensajes que voy a anunciar dentro de unas semanas o menos. ¿Como estubo el capitulo extra, les gusto?, comenten los voy a estar leyendo y comentando en sus comentarios.

*ceja alzada*, a que no se esperaban eso en el final, ehhhhh...

Les quiero, eso es todo, bye, bye.

Con cariño de:

                            La escritora 2A.

La princesa de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora