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La casa grande está feliz, el pueblo está feliz, la noticia de que el alfa ya estaba casi recuperado daba esa buena energía que les da felicidad, no querían perder a su líder, no cuando Minho es un líder amable que jamás levantaría un látigo contra algún campesino.

Las omegas y betas de la casa estaban revoloteando por toda la casa con la noticia de que el omega y su líder ya dormían juntos, además de que Jisung tenía impregnado el olor de Minho, los empleados no se sorprenderían de que un cachorro estuviera próximo.

—Ya duermen juntos, que más pruebas quieres, Hyunjin —reprendía Jeongin, Hyunjin seguía necio diciendo que no se iría sin Jisung.

—No lo ama, lo sé, Jisung me quiere a mí —se defendió el más alto.

Jeongin negó sabiendo que les quedaba poco para ser descubiertos.

—Vámonos antes de que el líder se enteré, no solo es tu vida la que está en peligro Hyunjin.

—Vete entonces, si solo te pongo en peligro, vete, —ambos alfa se miraron firme, frente a frente a tan escasos centímetros de sentir sus respiraciones, Jeongin cedió primero.

—No voy a abandonarte —Hyunjin suavizó su semblante ante la declaración de su amigo.

—Hyunjin, —se escuchó la voz del omega castaño, Seungmin.

Seungmin apareció por la puerta de la casa donde Hyunjin se hospeda.

Jeongin no quería admitir que su alfa aulló feliz de mirar a tan radiante omega. Pero sus sentimientos ya eran de Hyunjin por lo que trató de moderar sus miradas a Seungmin por el bien de su estabilidad mental, no podía encariñarse de nadie del pueblo.

—Dime —respondió Hyunjin.

—Jisung quiere... —el omega dudó un poco, la presencia de ambos alfa lo abrumaba, —verte.

Hyunjin sintió la alegría abordarlo, —¡¿Dónde?!

—Hoy a media noche, en la capilla —Hyunjin asintió feliz, Jeongin desvió la mirada no queriendo ser testigo de como el alfa alto anhelaba ver a su gran amor.

Seungmin se fue sin más. La sensación en su corazón le daba tranquilidad, y fuerza, se creía capaz de correr mucho sin desmayarse, como si esos alfas fueran...

Suyos.

Aquellos que lo salvaría de su pronta muerte y le daría la felicidad que tando desea desde su niñez, cuando su padre le contaba las historias de alfas y omegas que se amaban tanto que se sentía hasta en los huesos

Pero la tristeza lo hizo caer de rodillas sobre frío suelo, Hyunjin ya ama a alguien, y aunque fuera verdad que sus destinos están unidos el amor no se puede forzar.

Trató de levantarse, pero su corazón dolió. Y todo se volvía oscuro cada vez más, hasta que perdió la consciencia.

...

—¿Ya revisaron la bodega? —preguntaba Felix en la cocina, es fin de mes y desde que Minho se volvió líder decretó que se les daría una despensa básica a las familias de campesinos con menos posibilidades de sustento, lo que son alrededor de doscientas familias en la zona centro de Ganan.

—No joven Felix, esperamos sus órdenes, —explicó Yuna.

Felix asintió y comenzó a anotar algunas cosas en hojas de su mediana libreta, a los minutos entró Hyejin a la cocina.

—Señora Choi, mi sobrino desea de almuerzo una sopa, ¿Usted podría-? —antes de que la delta terminara de hablar Felix interrumpió.

—Ya se eligió el almuerzo de hoy y será cordero horneado, —solo fue un aviso.

❥ El Mejor Error.¹°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora