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La campana de alerta sonó por todo el límite de la casa grande, un grupo de rebeldes se infiltraron y planeaban atentar contra el Líder de Busan...

Esa fue la noticia que llegó a Ganan, lo cual era una total mentira, Minho sabía bien que los rebeldes no atentarían contra uno de los líderes con los que cuenta la alianza en caso de que la guerra estalle.

La noticia había sido alterada solo para dejar mal a los rebeldes, y ello se lo explicaba el mismo Changbin quien envió una carta inmediata a Minho donde le pedía cuidar de Seungmin puesto que Busan no era seguro, el omega había tenido que ser sedado porque quería volver a Busan para asegurarse de que su hermano mayor estaba bien, ni siquiera se calmó cuando Minho mostró la carta escrita y firmada con puño y letra de Seo Changbin, Seungmin conoce bien a Changbin, el alfa es fuerte y viril, pero orgulloso, si estaba herido no lo diría ni a su madre.

—Puedes quedarte si quieres, —ofreció Minho a Jeongin quien se había mantenido junto al omega, el corazón de Seungmin es más fuerte ahora, pero el rechazo de Hyunjin todavía lo mantiene en el peligro de una recaída, el alfa menor temía lo peor y odia que Hyunjin sea tan necio y duro de entender, el destino los había unido a ambos a un hermoso omega que amaestraba a sus alfas, porque Jeongin también había sentido eso que confundía tanto a Hyunjin.

Su lobo bajaba las orejas y se sentaba a admirar al omega cuando este mostraba la esencia de su personalidad, su sonrisa hacía vibrar su pecho en latidos rápidos que solo se calmaban con una caricia, así sea un sencillo roce de manos, Seungmin tenía todo ese poder sobre ambos alfas, solo que Jeongin lo entendía y lo aceptaba con gusto, Hyunjin se negaba y rechazaba el sentimiento.

Jeongin miró a Minho con la mirada más tierna y triste que el alfa vio alguna vez, Jeongin dijo —¿Estará bien? Ahora que estoy con él, ¿Estará bien?

Minho respiró profundo, —¿Qué pasa con Siwon? No ha estado aquí como tú. —esquivo la pregunta.

Jeongin cerró los ojos negado con la cabeza, —está... enamorado de otro omega, desde hace mucho, no quiere aceptar que nuestro destino es velar por él, —dijo mirando a Seungmin.

Minho comprendió porque tanta tensión entre ellos, era evidente que este tipo de problemas podrían pasar, si Minho no se hubiera interesando tanto en salvar a Seungmin, este moriría sin saber el porqué de su enfermedad.

—Seungmin estará bien, no piensas mal, ahora solo está preocupado por su hermano, la situación de Busan es algo peligrosa. —trató de calmar al menor.

—¿Por qué los rebeldes atentarían contra un líder que los apoya? —preguntó más para si mismo, Seungmin le había contado sobre su familia, su padre pertenece a la alianza y Changbin no se ha unido porque es un líder igual que Minho.

—No fueron los rebeldes, pequeño, —Minho se acercó a Seungmin y se sentó junto a la cama, —fueron los aliados del ministro Ki, ese hombre quiere acabar con el norte, la dinastía Wang siempre le dio más libertad al norte porque somos muy unidos entre todos, no sería fácil vencernos si quisiéramos derrocar al rey, por ello el ministro nos quiere fuera antes de que los rebeldes avancen y podamos unirnos a ellos.

Jeongin pareció entender rápido y se apresuró a asentir, Minho le sonrió y se despidió, Seungmin fue movido a una habitación en la planta baja de la casa, para evitar cualquier problema por una posible recaía, apenas Minho salió de la habitación, Jeongin se acostó junto a Seungmin y se abrazó a él buscando la calidez del omega, el aroma de Seungmin es ligero, bastante embriagador, Jeongin adora ese olor a hogar, el suyo nunca fue un hogar, su madre era "dama de compañía" de cualquiera que quisiera solicitar sus servicios, cuando Jeongin nació lo dejo con su abuela quien tuvo que enviarlo a la escuela militar apenas cumplió los catorce dado que ella no podía mantenerlo, de su padre no sabe nada.

❥ El Mejor Error.¹°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora