Extanausia

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Te enterré en el mismo lugar,
donde me mataste, en mis letras.


Un dedo se desliza sobre los labios delgados de su amante.

Sus ojos fijos en la nada, observan más de lo que dicen.

Su cabeza es un ruido incesante.
Ella lo mira detenidamente.

De soslayo la observa sin detenerse. Cierra los ojos. El silencio ensordece la habitación.

Una mano traviesa recorre esa mata masculina en su pecho mezcla de cigarro y hombría.

En su memoria algún recuerdo fugaz la dispersa de ese lugar. Un viaje lejano le recuerda otra vida que desconoce. Los furiosos latidos de su corazón vuelven a traerla allí.

El beso dominante de su compañero no demoró en marcar el terreno y volver a someterla.

La tenacidad de sus caricias y el fuego en sus ojos creaban una atmósfera libertadora.

Escondidos del miedo, se refugian en el mismo lugar y juegan a conocerse, a descubrirse.

Los gemidos de ella, marcan el vaivén furioso de los impactos de su parcero. Entre suspiros los ojos felinos de su hombre reflejan en su interior, un fuego que ella desconoce. Una tormenta amenaza con asomar y ella cierra los ojos...

Es así, que siente la vida recorrer su espalda, mientras un gruñido de satisfacción refleja el final.

Entonces, sólo entonces, son libres uno del otro, mientras un beso helado los despide, sellando los labios en secretos ilimitados que la misma memoria desconoce.

Y así la vida pasa como arena entre los dedos, mientras el tiempo juega a domesticarlos sin éxito.


TAB: Todo Antes BrillabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora