Capitulo 3.
Punto de vista de Alex:
Es extraño la forma en que las cosas cambian. Tan rápido y de repente. Pasé de ser la popular chica de la escuela a ser la antisocial rara. Y también era extraño la forma en que no me importaba en lo mas minimo.
Mi celular vibró, era un mensaje.
Te prometi un dia que siempre iba a estar en las malas y en las buenas. Y aunque no hablemos esa promesa quedará guardada.
A.
Estaba bastante distraida hasta que ese mensaje llego. Mi gran nueva vida se habia caido a pedazos en tan solo 1 segundo, en tan solo 1 mensaje, en tan solo... 1 persona. Pero no era una persona cualquiera, el era Austin.
Me sentia como una maldita egoista, yo habia ilusionado a Austin y luego lo habia dejado. Me sentia terrible. Decidi que seria mejor no contestar ese mensaje. Yo solo queria hacer lo que fuera menos doloroso para ambos.
Se escuchó un ligero sonido afuera y luego una vez más y otra vez mas. Las gotas comenzaron a caer desde el cielo chocando contra la ventana de mi nueva habitación al compás que unas lágrimas caian de mis maquillados ojos oscuros.
La puerta se abrió de golpe y una chica con cabello azul entró. Estaba empapada.
-Hola-dije secando rápidamente mis lágrimas para que no notará que estaba llorando. Sonrei forzadamente.
Ella no respondió. La noté enfadada, lo cual coincidia con su aspecto rebelde, algo parecido a lo que yo intentaba ser ahora.
-Soy Alex.-dije sin ninguna sonrisa, al contrario de cuando la salude. Si ella queria que hubiese ese trato entre nosotras, eso haria.
-Estás pálida,-dijo mirándome a los ojos con cara de poker-... Alex-dijo mi nombre con mucha ironia.
-Y tu mojada.-dije imitando su cara de absolutamente nada.
-Daisy.-dijo rindiéndose. Una pequeña sonrisa se formo en su cara.
-No tienes cara de Daisy.
-Lo sé. Seguro crees que mis padres me odian.
-No, en realidad considero tu nombre algo... tierno.
-Si, es oficial: ahora no solo tú crees que mis padres me odian, yo también lo hago.-rei ante su comentario.
-¿Por que no llevas el uniforme puesto?
-Porque da asco.
-Oh, creo que es tonto tener que estar vestidos todos iguales. Pero Cam dijo que era obligatorio.
-¿Cam?-preguntó riendo.
-Si, Cameron Th---
-Se quien es. ¿Por que le dices Cam?
-Porque se que le irrita.
-¿Te gusta?
-Esta buenisimo.
Mi celular sonó.
-Hola-contesté.
-Alex, soy Andrew. ¿Que onda?
-¿Como tienes mi número?-pregunté confundida.
-Tengo mis contactos.
-Ok-dije no muy segura-, lo que digas.
-¿Quieres ir a una fiesta? Si que quieres. ¿A que hora paso por ti? ¿A las 8? Si, a las 8.
-Hey espera. Aun no dije nada.
-Tranquila tu gran enemigo no irá.
-¿Mi gran enemigo?-pregunté aun mas confundida.
-Si, ya sabes. Guerra de lugares, cafetería, cabello oscuro, insultos. ¿Recuerdas?
-Lo recuerdo. De todas maneras, no me interesa lo que el haga.
-Genial. Thomas y yo vamos por ti a las 8.
-Espera, ¿Thomas?-dije nerviosa. El chico me parecia buena onda, pero en la cafeteria estaba raro conmigo, me veia raro...
-¿Que problema hay con Thomas?
-No, ninguno.-dije segura.
-Ok, genial. Te veo en la parte trasera de el edificio de las niñas.
-Ok. Te veo alli.
Mi primera salida en Inglaterra. Genial.
-¿Ya te vas?-preguntó Daisy.
-Si.
-¿Ya has hecho amigos?
-No, creo que no. Solo chicos para pasar el rato.
-Escuché que peleaste con alguien en el almuerzo.
-Los rumores corren rápido.
-¿Entonces irás?
-Claro que si. Necesito... distraerme.
-Es un chico, ¿cierto?-preguntó sentándose en su cama.
-¿Que?
-¿Estas mal por un chico?
-Es mucho mas que eso.-dije tomando mi bolso y abriendo la puerta.
-Espera.
Me di la vuelta y la miré.
-Si no quieres que te vean sal por la puerta trasera y baja las escaleras por detrás del edificio.
-Gracias.
Sali de la habitación y cerré la puerta pero recordé que olvidaba algo asi que la abri y asomé mi cabeza.
-Por cierto, me agrada tu cabello.-sonrió.
Cerré la puerta y sali.
Que la fiesta comience.