Capitulo 23.
Abrí la puerta de mi habitación cansada de todo, de la charla con Cameron, del internado, de mis problemas, de mi vida. Solo queria ducharme y dormir eternamente.
- Hola. - dijo alguien dentro de la habitacion. Daisy estaba sentada en su cama sentada como indio y me miraba con ojos de "lo siento"
- ¿Que haces aqui?
- Es mi habitación.
- Tambien la mia.
- Oh, eso explica porque tu estas aqui tambien.
- No tengo tiempo para tu ironia. - dije lanzando mi mochila al suelo.
- Es tarde. ¿Problemas con el señor Thommson?
La miré con una cara de "no te interesa" pero su cara de "lo siento" aun seguia allí asi que cedi. Solo un poco.
- No exacatamente problemas.
- Lo estas logrando, ¿cierto?
- ¿Alguna vez dudase de mi capacidad para esto? - sonrei maliciosamente.
Pero luego me senti mal. Cameron trataba de ayudarme y yo solo seguia con mi plan de fastidiarlo, y lo hacia tan friamente que me asustaba a mi misma.
- Alex, yo...
- ¿Que?
- Lo siento.
- No es suficiente. No puedes golpearme de la nada, luego golpear a Thomas y decir "lo siento" como si eso arreglara las cosas.
- Lo estoy intentando.
- No desperdicies tus energias. En serio. Guardalas para la proxima que se te ocurra golpearme.
Caminé hasta mis cajones para buscar algo de ropa.
- No lo hice a próposito.
- Oh, claro, te entiendo. No controlas tu cuerpo y no puedes evitar golpear a la gente. ¿O es sólo conmigo?
- Alex, tengo problemas de ira. - dijo haciendo un esfuerzo. Como si le costara admitirlo.
Hubo un silencio debido a su confeción.
- Pues arreglalo.
Caminé al baño ignorándola y me senti mal por eso. Ella acababa de confesarme algo y yo la habia dejado sola, sin darle importancia. Pero asi era yo ahora, ¿cierto? Si. Una completa zo*rra.
Me senti muy culpable asi que me duché rapido y me cambie dentro del baño y salí decidida a disculparme y ofrecerle mi ayuda, mi hombro o mis oidos. Lo que fuera necesario. Pero cuando la busqué con la mirada no la encontré. Se habia ido.
(...)
- ... y luego de eso ¡solo desapareció! - dije alzando mis manos en el aire.
- Eso es extraño. - dijo Thomas.
- Ella es extraña. - corrigió Andrew quien se habia dignado a hablarnos luego de su asenso a la popularidad.
- Todos lo somos. - dijo Thomas pensativo.
Rei ante su comentario y el me miró saliendo de sus pensamientos y comenzó a reir conmigo.
- Cambiemos de tema, me aburro. - dijo Andrew. - Unos amigos me dijeron que aquí cerca hay un bar absolutamente genial, ¿que dicen?
Antes de que alguien pudiera decir algo el celular de Andrew sonó y el abrió el mensaje.
- No puedo. Se cancela. Tengo planes. - dijo corriendo hacia el instituto. - ¡Lo siento! - gritó.
Ambos reimos.
- Es un gran amigo, de esos que no te cambian por nadie, ni siquiera por la gente popular. - dijo Thomas riendo.
- No te preocupes, aún me tienes a mi.
- Gracias, eso es muy reconfortante, sobre todo porque me acabas de contar que dejaste sola a Daisy justo cuando---
- Te dije que me siento culpable por eso.
Alzó las manos rindiendose.
- ¿Quieres uno? - me preguntó sacando sus cigarros.
- ¿No habias dicho que no se fumaba aqui? - dije sonriendo.
- ¿Cada vez que fumemos alguien tendrá que repetir "solo fuma y callate"?
- Eso creo. - dije riendo.
El lanzó un cigarro y yo lo atrapé.
- Al, - dijo él - ¿Quién es Austin?
- ¿Como sabes sobre él?
- La otra vez que estabas en una crisis o algo como eso y lo nombraste, en vez de a mi.
- Lo siento.
- Esta bien.
- ¿Por que me llamaste Al?
- ¿Que hay con eso?
- Nunca me habian llamado asi.
- Creo que intentas cambiar de tema.
- Quizás.
- No lo olvidaré asi que mejor solo...
- Un chico de L.A.
Él espero por mas detalles. Pero yo no queria hablar sobre eso.
- Un amigo. Un... no lo sé. No quiero hablar sobre eso, en serio.
- Por tu cara es alguien importante.
- ¿A que te refieres?
- Tu cara cambio completamente. Estás pálida. No creo que las personas se pongan pálidas solo por hablar de alguien importante.
- No sé como son las personas cuando hablan de alguien importante. Ni me interesa, sinceramente.
Se quedó callado mirándome, esperando que siguiera hablando.
- Alguien muy importante a quien herí mucho.
- Lo siento, no queria...---
- No, está bien. Yo lo siento.
Ambos nos callamos.
- ¿Que dices si vamos a ese bar? - preguntó tratando de animarme.
- Andrew dijo que se cancelaba.
- Sin Andrew, solo tú y yo.
- Lo siento, no estoy de ánimo.
- ¿Y que harás?
- Solo comeré y miraré peliculas para deprimirme un poco más.
El rió ante mis super-planes.
- ¿Un poco más? ¿Es eso posible?
- No lo sé, tú dímelo.