🐾 XII

34.1K 4.9K 2.3K
                                    

Después de haberse quedado dormido la noche anterior con muchos mimos de por medio, (y de los cuales no me quejo) puesto que me encantaba apapacharlo, desperté temprano en la mañana dispuesto a darle un buen prometido a cambio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de haberse quedado dormido la noche anterior con muchos mimos de por medio, (y de los cuales no me quejo) puesto que me encantaba apapacharlo, desperté temprano en la mañana dispuesto a darle un buen prometido a cambio. No hablé demasiado con su madre, las cosas, aunque no quisiera, se habían fracturado ligeramente al enterarme de la verdad. Y si bien, la señora, Sana era una gran persona, había perdido algunos puntos en mi confianza.

Es que vamos, ¿a quién se le ocurre ocultar semejante verdad? Ocultarle algo tan importante, era mentirle vilmente. El saber que estuviera "embarazado" parecía más una forma de lavarse las manos de sus malas acciones. Era triste que no pensaran en el futuro de su hijo y las repercusiones que podrían causarle. Ahora tenía la carga sobre mi espalda también, sólo esperaba que cuando lo supiese, no se molestara conmigo. 

Por ahora, me enfocaré en darle los mejores días posibles y ayudarle a salir pronto del manto de su familia, a ser independiente y, ¿por qué no? Tal vez, podríamos agregarle un par de meses al plazo de nuestro contrato. ¿Quién sabe y pueda necesitar muchos más intentos para que ese pollito esté en el horno? 

Con esa receta y esos ingredientes, con gusto me vuelvo un Master chef. 

No rima, pero Pepe, anota mi piropo por favor...

¿Cómo decía? A si..

Me levanté temprano sin hacer mucho ruido para no encontrar a nadie aun despierto y fui directo a la cocina para preparar algo para desayunar. Busqué algo de leche, huevos, harina y mantequilla para unos panqueques. Considerando lo que le encantan las cosas dulces a mi bello durmiente, no dudo que le gusten con algo de miel o mermelada. Además, siendo honestos, era lo único que sabía preparar sin que se me quemara. En mi defensa, no tenía tiempo de practicar, ni a quién alimentar en mi vida solitaria. 

Preparé la mezcla y puse a calentar la sartén con un poco de mantequilla antes de vertir una porción. Cuando terminé y tuve todo casi listo busqué algo de jugo en la nevera. Para mi sorpresa, cuando volteé hacia la barra en la que dejé la charola, allí estaba, ChanYeol. Con su cabello todo revuelto, la pijama, y una cara de recién levantado, pero sobretodo, algo más que no supe identificar. ¿Vergüenza o lástima quizás? Tomé otra taza para servir algo de café.

— ¿Gustas? —le pregunté.

— Por favor. —dijo. Le serví y puse la taza frente a él. — Yo, lo lamento. —añadió después, metiendo sus dedos entre su cabello. Parecía realmente arrepentido o afligido. 

— Normalmente uno dice gracias. —dije cáustico. — ¿Por qué? ¿Ser parte del engaño hacia tu hermano? ¿O por querer partirme la cara anoche? —inquirí con sarcasmo. Su rostro pasó de entre la indignación con un bufido, al humor con una pequeña sonrisa. 

— Ambas, supongo. —murmuró. Le sonreí de vuelta mientras terminaba de arreglar el desayuno. — Realmente... ¿Lo quieres? —me preguntó de pronto. Lo miré sin entender al principio. 

Gigolo De Omegas || Yoonmin 🐾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora