🐾 XXV

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— ¡Anda! —exclamó el omega

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— ¡Anda! —exclamó el omega. Empujando por la espalda al pálido alfa al interior de su baño.

— Manzanita... Esto de verdad no es necesario... ¿Podemos hacerlo después? —berreo el de cabellos blancos, agarrándose fuerte del marco de la puerta cual gato al le darán un baño. 

— Será muy rápido... —Jimin lo sujetó de la cintura y lo jaló con fuerza pero YoonGi se resistía. — Vamos... ¡YoonGi! —el rubio se desesperó y exhaló sonoramente soltándole. 

Todo había comenzado por su nuevo trabajo. YoonGi había conseguido un empleo temporal en el supermercado al que iban recurrentemente. Todo iba perfecto en la breve entrevista hasta que la gerente le informó que los empleados debían mantener un aspecto natural y amable para no incomodar ni intimidar a los clientes, por tanto, su llamativa cabellera blanquecina debía irse. YoonGi aceptó la petición con tal de comenzar a ser productivo. Pero eso había sido hace un par de días, al siguiente, comenzaba su primer día y el alfa solo aplazaba su cita con el tinte.

— Aceptaste esa condición, ahora debes cumplirla. —le dijo brazos cruzados. 

YoonGi suspiró rendido. Jimin tenía razón, había aceptado. No tuvo más remedio que entrar a su baño y sentarse en el banquillo que el omega había traído previamente frente al espejo. 

— Has... Lo que tengas que hacer. —casi lloriqueo. Jimin rió sin poder creer que estuviera llorandole a su cabello. 

— No se acabará el mundo porque lo tiñas, yo creo que te quedara muy bien. —murmuró el omega, mirándole a través del espejo mientras con un cepillo comenzó a peinar el cabello algo largo del alfa. 

— Hace años que no me veo con un color simple, ya me acostumbre a verlo de todos colores menos negro. —dijo. 

— Lo haré bien, no arruinaré tu cabello, lo prometo. —se comprometió, dejándole un beso en la mejilla pálida para después comenzar.

Jimin aprovechó su curso en estilismo, ese que tomó mientras se saltaba las clases en su búsqueda por alguna profesión menos aburrida que la de derecho a la que sus padres estaban pagando y encaminando. Un brochazo por aquí y otro por allá. No tardó mucho en cubrir perfectamente cada cabello con el tinte negro ébano que se había encargado de comprar y preparar mientras el alfa renegaba de tener que hacerlo. 

Con total profesionalismo y seriedad inició su trabajo arremangando las mangas de su camisa. Cerca de treinta minutos más tarde de espera enjuagó en el lavamanos toda la pintura y lavó con shampoo hasta que el agua salió cristalina. Alcanzó una toalla limpia, cubriendo la cabeza del alfa para secarlo a la perfección. Revolvió todo su cabello antes de quitar la toalla e inmediatamente algo hizo click dentro del omega, mirándole embelesado por largos segundos. 

— ¿Qué pasa? —preguntó el ahora pelinegro. Jimin se había quedado casi hipnotizado. — ¿Me veo tan mal? ¿Quedó alguna parte mal teñida? —YoonGi se miró por primera vez al espejo, revisando cada lado de su cabeza en busca de algún defecto inexistente. 

Gigolo De Omegas || Yoonmin 🐾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora