🐾 XIV

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— Entonces

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— Entonces... ¿No, no era tu pareja con quien hablabas? —murmuró muy bajito. YoonGi sonrió por el poco disimulo del rubio.

— ¿No que no estabas celoso? —ironizó molestando. Jimin escondió el rostro en el pecho de YoonGi, avergonzado.

— ¡No estoy celoso! —siguió negando. 

Su voz se escuchó apenas al ser amortiguada por el abrigo del alfa. YoonGi rió por aquel infantil acto. Subió sus manos hasta la cabeza del omega y lo obligó a salir de su escondite para depositar un casto beso en su frente. Haciéndolo lloriquear aún más avergonzado.

— Eres tan sutil como un gato cerca de una pecera. —le susurró. Aunque ciertamente no entendió su comparación. — Seokjin, es un amigo. Un buen amigo. Él es de quien te hablé. Gracias a él tengo un empleo y alguien a quien llamar familia. Es como mi hermano mayor, jamás habría algo entre él y yo, que no fuese respeto. No tengo pareja, nunca he pensado siquiera en tenerla, antes de... —YoonGi guardó silencio, ligeramente cohibido. Jimin lo miró esperanzado por escuchar lo siguiente. 

— ¿Antes de qué? —musitó.

— ... De conocerte. —confesó. — De que voltearas mi vida patas arriba con tus encantos y también con tus berrinches. —le dijo sonriente. — ¿Qué me hiciste? ¿Eh? ¿Quién te crees para enamorarme así? —añadió, sin soltarle el rostro con ambas manos, mirándole fijamente a ese cálido y dulce miel en los ojos del omega. 

Jimin se sintió aterrado, y feliz al mismo tiempo. Su pecho se sentía tan lleno repentinamente. Un vuelco que se propagó hasta su estómago, como si un zoológico se hallara ahí. Trago saliva con dificultad al sentir el aliento tibio de YoonGi y sus labios tocarse tímidamente. Si bien no era la primera vez que compartían un beso, ésta vez había algo más de por medio. YoonGi había admitido sentir algo más por él y por supuesto que mentía al decir que no moría de celos cuando le escuchó hablar con tanta confianza y calidez a esa persona en el teléfono. Su lobo se había sentido despojado, abandonado. Más allá de la lógica de que en realidad eran una pareja ficticia. YoonGi quería saber si él también sentía lo mismo pero temía equivocarse. Si su omega no lo aceptaba voluntariamente como su alfa, él no lo obligaría. Sin importar sentirse defraudado ante su importante confesión.

Sin embargo y para su sorpresa, Jimin sonrió suave mientras su felicidad era liberada y un dulce aroma comenzó a envolver la habitación. El omega se dejó caer despacio hacia atrás, quedándose recostado con la cabeza echada a un lado, mostrando ampliamente la piel clara de su cuello en ofrenda sin un solo titubeo. Tanto él como su lobo interno deseaban demostrarle su aceptación y sumisión. YoonGi se inclinó despacio, recargándose en su codo para sostenerse sobre el cuerpo del omega sintiéndose halagado.

Tentativamente, acercando su nariz a ese punto de su cuello donde su aroma era más concentrado, respirando profundo, llenando sus sentidos con el exquisito y afrodisíaco aroma que le hacía desear probar hambriento. YoonGi abrió sus ojos, captando con atención todos aquellos hermosos lunares que adornaban su delicada piel. Depositó un beso en aquel espacio entre su mandíbula y oreja, un beso más le siguió, trazando gentilmente cada uno de los lunares que encontró a su paso. Sus dientes picarón ligeramente ante la idea de encajarlos ahí pronto y deleitarse de la fragancia, sin embargo, hacía acopio de todo su autocontrol para ser suave. 

Gigolo De Omegas || Yoonmin 🐾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora