You're My World 🌏

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Jimin descansaba en la camilla, su expresión, completamente serena.
Según el informe de la doctora despertaría tarde o temprano, el efecto de la tranquilizante de ayer ya habría pasado, y de seguro JiMin estaba cansado físicamente, ¿y cómo no?, tuvo un fuerte agotamiento, el dolor, ese maldito y punzante dolor que lo atacaba en su abdomen una y otra vez.
Seguro que sería una experiencia que nunca olvidaría, y claramente así sería, después de todo, al final, todo lo que pasó y hasta lo que llegó a sufrir, fue suficiente y lo necesario, todo lo fue y solo para traer sano y salvo a su pequeño, el fruto de su amor con YoonGi.

Hablando de YoonGi, este se encontraba mirando desde el gran ventanal que mostraba la sala de bebés, allí entre tantas cunitas identificadas en rosa y azul, estaba su pequeño, por fin.
El bebé dormía con suma tranquilidad, la mitad de su pequeño cuerpo estaba cubierto con una mantita azul, en la cabecera de la cuna había un pequeño papel pegado, allí tenía escrito la hora y fecha de nacimiento, su sexo, su peso, el apellido y nombre de los padres, en donde iría el nombre del bebé estaba vacío, por mientras. YoonGi quería esperar a que su adorado Minnie despierte para elegir el nombre con tranquilidad, si bien que tenían varios en mente pero nunca habían terminado de decidirse del todo.

Sabía que pronto podría despertar su amado por lo que se despidió de su hijo, caminó con seguridad hacia la habitación del rubio, al entrar vio a una enfermera que solo hacía algunas revisiones rutinarias, se quedó en un rincón para no llegar a molestar a la jóven, cuando ella se fue se acercó a la camilla, se sentó en el sillón que había junto a la camilla y tomó una de las manos de JiMin.

— Minnie, traigo noticias. — dijo mientras acariciaba la mano de JiMin. — oye, nuestro hijo es bellísimo, la doctora dijo que estába muy saludable, tenía un kilo y medio, dijo que era un poco bajo el peso pero que a pesar de eso estaba bien, respira bien, llora, sus ojitos reaccionan bien, ahora... Fui a verlo. — su voz comenzaba a temblar de la emoción. — si tan solo pudieras verlo, es precioso, se parece tanto a ti, tiene mi nariz, ¿lo puedes creer?, pero el resto es tan parecido a ti, la forma de sus ojitos, los labios, su piel... Es como la tuya creo, aun así, es más que perfecto.

Yoongi volvía a quebrarse, en verdad que la emoción lo ganaba una y otra vez.
Aún recordó cuando la doctora le permitió cargarlo, fueron escasos segundos pero sin duda alguna, fueron los mejores de su vida.

Aún sosteniendo la mano agena con cuidado, apoyó su frente en el borde de la camilla comenzando a llorar una vez más. Estaba tan feliz, la sensación de estar completo y realizado había sido algo que nunca en su vida experimentó pero ahora que lo sentía, ahora que sabía cómo se sentía, sin duda fue lo mejor.
Unos leves sollozos se escucharon en la silenciosa habitación. YoonGi ni se iba a contener no mientras estaba con el amor de su vida.

Una pequeña mano se alzó, se dirigió hacia los cabellos sedosos y brillantes que eran iluminados por algún que otro rayo del sol. Posó su mano sobre éste dejando caricias lentas para poder tranquilizarlo, nada en la vida le dolería más que escuchar a su amor tan destrozado y desconsolado.

— M-Min. — susurró el menor.

YoonGi solo seguía llorando, JiMin sonrió a penas y dejó más caricias en sus cabellos intentando brindarle consuelo y tranquilidad, recién había despertado y ya veía tal conmovedora escena.

— amor. — dijo un poco más alto.

El mayor dejó de sollozar, alzó la mirada sorprendido y lo miró, finalmente conectaron sus miradas, el tan esperado "encuentro" Después de tal suceso importante que marcaría sus vidas por siempre.

— Minnie, mi amor. — susurró YoonGi para finalmente ponerse de pié y abrazar a su amado con sumo cuidado.

Nuevamente YoonGi se rompió en llanto, JiMin al notar esa emoción, dejó que salieran las primeras lagrimas que llevaba reteniendo.
Por un momento el menor se asustó pensando que algo malo había pasado con el bebé pero toda idea mala desapareció de su cabeza cuando escuchó a YoonGi decirle lo precioso que era, sí, hablaba de él, su hijo, era suyo y de YoonGi, ahora que lo tenían se encargarían de darle todo el amor que sus corazones le permitieran entregar.

JiMin no pudo evitar llorar, aún no lo veía y eso lo estaba matando de curisiosidad.

YoonGi rápidamente fue a buscar a la doctora para decirle que JiMin despertó, además, pediría que le dejen ver a JiMin el pequeño que había nacido.
Al principio fue difícil pero finalmente pudo verlo, JiMin logró ver a su bebé, su mayor adoración en la vida.

Finalmente lo podía ver, podía tocarlo y ver como éste reaccionaba. La emoción se apoderaba por completo de él hasta hacer que llorara nuevamente.

— YoonGi...— miró al mencionado mientras sus ojitos miel volvían a cristalizarse una vez más. — amor.

— lo sé Minnie, tranquilo.

— e-es tan hermoso...— sollozó JiMin mientras aún cargaba al pequeño entre sus brazos, claro JiMin permanecía en la camilla pero estaba sentado.

Con sumo cuidado limpió las lágrimas que se deslizaban por la mejillas regordetas del menor, dejó un beso en ambas y miró al pequeño bebé.

— Es nuestro Minnie.

Escuchaba como el bebé respiraba, hasta eso les parecía precioso, increíble, maravilloso, era lo mejor del mundo, verlo parpadear, como movía sus pequeñas manitos.

— es nuestro angelito Minnie, es nuestro mundo.










You're My World [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora