Capítulo 1.

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- Siete años antes -

El pequeño ojiazul reía con fuerza, Harry estaba haciendo todo su esfuerzo para imitar el papel que le había tocado, pero se veía gracioso.

—Vamos Lou, esto es serio— el pequeño castaño intenta mantenerse serio, fallando en el intento.

—No puedo, me rindo.—

—Era una sirena— Louis no aguanta más y se cae de espaldas debido a la risa— ¡no da risa!

—Bien sirena, vamos a pelear hasta la muerte, ¡porque soy un pirata y no pienso compartir mi mar contigo!— Louis alza una pequeña vara que había recogido del suelo y Harry toma una igual, chocan estas como si fueran espadas y comienzan a combatir en la pequeña vegetación cerca de la playa.

Como cada fin de semana, sus padres los llevaban a la playa, ellos tomarían un par de cervezas y los pequeños mejores amigos jugarían y tendrían aventuras durante toda la tarde.

El único problema del cual Louis estaba consciente es que su padre era alcohólico, sabía que esa bebida lo volvía una persona irreconocible.

Con diez años de edad sabía que su vida no sería perfecta, siempre intentaba complacer a su padre para mantenerlo controlado y feliz, los únicos momentos en donde se permitía ser un niño y podía escapar de la dura realidad era cuando él y Harry se juntaban.

Oh, ese pequeño con grandes ojos verdes, pelo rizado, labios gruesos y mejillas rojas.

Era su mejor amigo.

¿Pero era normal sentir algo más por su mejor amigo? Lo encontraba bonito y su padre siempre le inculcó que debía encontrar a la niñas bonitas, por lo cual tener pensamientos de que su mejor amigo era bonito... Lo hacía dudar ¿había algo mal con él?

¿Su madre le hubiera enseñado lo mismo? El sentía que su padre era dependiente de la bebida debido a la pérdida de su madre, la extrañaba, a pesar de que no tenía tantos recuerdos de ella.

Extrañaba una figura materna, anhelaba un poco de amor maternal, ese amor puro, ese amor que te acepta tal cual eres y te acaricia el cabello por los noches hasta que puedas dormir.

Louis cae fuertemente sobre la arena y Harry estaba sobre él riendo con fuerza, su cabello caía por sobre su rostro y cubría sus ojos, había un poco de arena sobre este.

El ojiazul contagiado por la risa de su mejor amigo, también comienza a reír.

—La sirena te ganó, pero te perdona la vida, dominaremos los mares juntos— el ojiverde se levanta del suelo y le tiende la mano a Louis, este la mira con desconfianza, siempre que tomaba la mano de Harry este lo dejaba caer— prometo no soltarte Lou.

Louis toma la mano y se levanta de su lugar, otra vez ambos frente a frente, azul y verde fundiéndose y reconociéndose.

¿Que era ese nerviosismo que recorría todo su sistema? ¿por qué quería correr hasta que sus piernas no dieran más?

Harry sonríe ampliamente y sus hoyuelos se hacen presente en sus mejillas, se inclina hacia Louis y deja un suave beso en su mejilla.

—¡El último que llega a la orilla es desterrado de la tierra de los piratas!— Harry comienza a correr de vuelta a la playa y Louis corre detrás de él, ambos reían y se desesperaban al sentir como sus pies se enterraban con fuerza en la arena y era casi imposible dar un paso más.

Sus delgadas piernas no tenían tanta fuerza.

Harry es el primero en llegar y el agua fría del mar toca sus pies, el ojiverde se estremece y se mete un poco más por instinto, siempre le gustó el mar.

—¡Harry quédate cerca de la orilla!— el ojiverde obedece ante la órden de su padre, no quería preocuparlo y menos que se molestara con él por desobedecerlo.

Louis llega a su lado y ambos quedan mirando el gran mar frente a sus ojos, amaban lanzarse los viernes en el muelle, pero hoy lamentablemente no era viernes.

—¡Mira eso!— Louis rodea una criatura transparente y la ve con atención, incluso inclina su cuerpo para verla de más cerca.

—¡Ten cuidado!— Harry se acerca de forma cautelosa y la mira con una mueca en sus labios, odiaba las medusas.

—Mira, si la tomamos de aquí no nos hará nada— Louis la toma desde la cabeza y tiene cuidado para no tocar los tentáculos, sabía que las partes de una medusa tenía nombres más complicados, pero nunca había investigado sobre eso— vamos Harry, eres una sirena.

El ojiverde seguía mirando con desconfianza a la medusa entre las manos de Louis.

—Pues esta sirena no es amiga de las medusas— el ojiazul ríe con suavidad y deja la medusa en dónde estaba, de todas formas estaba muerta, el mar la había arrastrado hasta la orilla y ya estaba un poco desintegrada.

Ambos dejan a la creatura de lado y voltean a mirar el griterío que se había causado un par de metros.

Lo que temía, su padre había tomado muchísimo de esa asquerosa bebida, estaba borracho.

El pequeño cuerpo de Louis comienza a entrar en pánico y corre hasta su padre, se aferra a su abdomen y jala de él lejos de sus amigos.

El padre de Harry abraza por los hombros a su hijo y niega con su cabeza.

Louis mira con culpabilidad a su mejor amigo, sentía que era su culpa.

Siempre sucedía lo mismo con su padre.

Infinity |Larry Stylinson| [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora