Capítulo 18.

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Louis estaba guardando su último par de Jeans en su maleta cuando la puerta de su hogar es tocada con suaves golpes.

Inmediatamente sale de su habitación y abre la puerta, un sonriente Harry estaba del otro lado.

Louis lo toma del brazo y lo jala dentro de su hogar, cierra la puerta y lo ve confundido.

—¿Qué haces aquí? Es peligroso ¿cómo sabías que no estaba mi padre aquí?— Harry se balancea en su lugar con sus manos entrelazadas.

—Lo ví en el bar del centro, sólo quería verte y besarte mucho— murmura para luego abrazarlo, ambos se sentían en el cielo en ese momento.

—Deberías tener tus maletas hechas, nos iremos en un par de horas— Harry se encoge de hombros y deja un beso sobre sus labios, luego mira los ojos de Louis fijamente y se vuelve a inclinar dejando múltiples besos por todo su rostro, hasta que finalmente deja uno duradero sobre sus labios.

—Ya tengo mis maletas hechas, mis padres nos irán a dejar— Louis sonríe y termina por corresponder el beso que había iniciado Harry, luego recuerda en el lugar que estaban y se separan.

No se sentía seguro en su hogar y quería que Harry estuviera resguardado en su hogar a salvo.

—Yo aún no he terminado mis maletas y debes irte, no es seguro que estés aquí— Harry asiente y retrocede hasta la puerta principal entre pasos juguetones.

Desbordaba felicidad y Louis estaba totalmente contagiado, ambos estaban jodidamente felices.

—No olvides que te amo infinitamente, esta noche será histórica— Harry le roba un rápido beso a Louis y sale por la puerta, Louis se asoma por esta para verlo marcharse y perderse entre la oscuridad.

Una gran sonrisa se forma en sus labios y vuelve a su habitación para terminar sus maletas.

Mira la hora en su reloj.

12:56 pm.

Abre su closet y comienza a sacar sus polerones para comenzar a doblarlos, luego continuaría con sus camisetas y finalmente sus zapatos y zapatillas, la ropa interior ya estaba empacada junto a sus pertenecias que tenían algún valor emocional.

Louis no puede evitar reír al recordar a Harry, al verlo tan felíz se había contagiado, joder, es que aún no caía en cuenta que se irían en un par de horas, viajarían de noche para llegar de día.

Ya tenían un departamento en la espera, se organizarían y postularían desde ahí, sus notas eran buenísimas y era imposible que no quedaran.

Luego ambos buscarían un trabajo de tiempo completo para seguir juntando dinero y comenzar oficialmente con sus estudios, serían el apoyo incondicional del otro.

Siempre habían sido el apoyo incodicional del otro, eran el mejor duo antes visto y aunque las circunstancias no fueron las mejores, se alegra de haber encontrado a su compañero de vida.

Louis sabía que eran demasiado jóvenes, pero definitivamente sabían que ya lo tenían todo.

Cuando el ojiazul va a buscar un vaso de agua ve el cuaderno de su padre sobre la mesa, la curiosidad fué mayor, nunca sabría que realmente decía si no lo leía.

Abre el cuaderno de cuero y se da cuenta que no eran cuentas ni cálculos, eran pequeñas notas resumiendo sus días y todas iban dirigidas hacia a mamá, le escribía diariamente a su madre.

Su corazón se oprime en su pecho y lee rápidamente cada pequeña nota.

“No es la mejor manera, pero no encuentro otra para hacerlo entender y sé que no debería golpearlo, pero el hecho de saber que le gustan los chicos no puedo evitar asociarlo a todo lo que tuve que pasar con mi familia, recuerdo lo repugnante que me sentía cuando esa persona que decía ser mi tío, joder, lo sabes Johanna fué horrible.”

¿Su padre...? La verdad lo golpea fuertemente y suelta el cuaderno como si le quemara.

Louis sale de sus pensamientos cuando siente toques otra vez en la puerta de su hogar.

Mira la hora en su reloj pensando que sería Harry, pero ya eran cerca de las 3:00 am.

Quizás era su padre que había olvidado las llaves.

Avanza a través de la cocina y abre la puerta con pesar, su mirada cambia cuando frente a él no estaba su padre, si no que habían dos policías.

—¿Tu padre es Mike Tomlinson? ¿eres Louis Tomlinson?— Louis asiente ante ambas preguntas y los policías se miran entre ellos, el ojiazul no puede entender esa mirada, pero no parecía ser buena.

Un escalofrío lo recorre de pies a cabeza, fué inevitable.

¿Había ocurrido algo? ¿Le había pasado algo a su padre? No entendía nada.

—Ha pasado algo... Lamentable, ¿puedes acompañarnos por favor?— Louis lame sus labios y asiente, toma las llaves de la encimera de la cocina y sale del lugar siguiendo a los dos policías.

—¿Qué ha pasado? ¿dónde está mi padre?— sus preguntas son totalmente ignoradas, su corazón había comenzado a latir con fuerza, no tenía un buen presentimiento de lo que estaba pasando.

¿Por qué la policía había tocado su puerta? ¿por qué justo ahora? ¿por qué a esa hora? Era demasiado tarde.

—¿Por qué no me pueden responder?— uno de los policias se detiene y voltea a verlo.

—No podemos decirte nada aquí y menos en el estado que estás, es información delicada... Sólo acompáñanos por favor— Louis cierra sus manos en puños al notar que temblaban con violencia, mira con inseguridad al policía frente a él.

Su mirada era amable, pero no lograba calmarlo por completo.

—Prometo que todo estará bien, sólo síguenos ¿sí?— Louis obliga a sus piernas moverse, las tres personas habían emprendido marcha otra vez, perdiéndose en la oscuridad de la noche.

Infinity |Larry Stylinson| [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora