Capítulo 14.

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Harry iba de vuelta a su hogar, había sido un agotador día después de la escuela y lo único que quería era encerrarse en su habitación y llorar hasta no poder más.

Se había rumoreado que Louis estaba saliendo con alguién en la escuela y no, no era el nombre de Harry el cual circulaba.

El ojiverde de todas formas había podido comprobarlo por sí mismo, pues la nueva pareja iba a un par de metros adelante de él, sólo iban conversando, pero aún así se sentía bastante mal, no quería pasarlos, pero tampoco quería verlos a cada momento.

Meredith vivía una cuadra antes que Harry y suponía que Louis la iba a ir a dejar, como lo hacia con él.

El rizado respira hondo cuando se da cuenta que el par se había detenido en la casa de la castaña, ya estaba, tenía que pasarlos.

Baja de la vereda para no pasar cerca de ellos y camina por la orilla de la calle, cuando ya había tomado un par de metros de distancia no puede evitar mirar hacia atrás, Louis no lo había volteado a ver, seguía sonriéndole a la bonita castaña.

Harry vuelve a poner su mirada al frente y se aguanta las lágrimas, si Anne lo veía así se preocuparía y no lo dejaría en paz hasta que le contara todo.

Llega a su hogar y en vez de entrar por la puerta como las personas normales lo hacían, él decide subir por la escalera que tenía al lado de su balcón, toma la llave del lugar que siempre la dejaba y entra directamente a su habitación, lanza su mochila al suelo y se mira directamente a su espejo.

Todo hubiera sido diferente si él hubiera sido una chica y ese pensamiento lo mataba por dentro.

Se estira en su cama y fija su vista en las estrellas luminosas que estaban pegadas en su techo, llevaban años ahí.

No entendía que era lo que realmente sucedía, no sabía que era lo que pasaba por la cabeza de Louis o si tenía algún plan, de verdad no tenía idea.

Cierra sus ojos recordando cada promesa y se cuestiona si acaso eran verdad o sólo eran palabras que alguna vez se las llevaría el viento.

Recuerda los lugares que dijeron que viajarían, cada país, ciudad, cada pequeño pueblo recóndito.

Recuerda los nombres de niños y niñas que habían elegido porque supuestamente en algún momento los necesitarían.

Recuerda la exhaustiva búsqueda de hoteles y cabañas porque ellos habían asegurado que recorrerían el mundo.

Los nombres de Universidad y los lugares más cercanos de estás.

¿Eso no valía nada? ¿no significaba nada?

Ya estaba cansado de sentirse a la deriva.

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—Gracias por ayudarme con lo de mi padre, estaba tan obsesionado con que saliera con una chica y te lo agradezco un montón— Meredith sonríe tristemente y apoya una mano sobre el hombro de Louis.

—Aguanten sólo un poco más, quedan cuatro meses y se podrán ir de este asqueroso lugar, odié hacer esto... Deberías decirle— Louis baja la mirada ante eso, sabía que debería aclararlo, pero no podía acercarse a Harry sin que alguién se lo notificara a su padre, estaba jodido.

—No puedo... Estará bien, y-yo bueno, eso espero— la castaña hace una mueca y luego apunta hacia su casa.

—Debo irme, cuídate Louis y espero que pase todo esto lo más rápido posible.

—Gracias por ayudarme.

—Para eso están los amigos— Meredith sonríe y voltea hacia su hogar, Louis también da media vuelta y se aleja.

Sí, tenía una amistad con Meredith, pero nunca se había dado a conocer porque no era muy relevante, pero eso le había servido bastante para mantener a su padre a raya y lejos de Harry.

Se estaba sacrificando y haciéndose daño a sí mismo y probablemente también le debe estar haciendo daño a Harry.

¿Pero qué podía hacer? Estaba atado de manos, estaba tan jodido que no le quedaban más salidas, esperaba que su amor fuera lo suficientemente fuerte como para que no se rompiera.

Si pierde a Harry, también se estaría perdiendo a sí mismo.

Mete las manos en sus bolsillos e intenta demorarse lo más que podía antes de llegar a su casa, no quería hacerlo, no quería encontrarse con su padre.

Agradecía ir a la escuela para no verlo durante la mayor parte del día.

Patea una piedra que ve en la mitad de la calle y con ella sigue su camino, alza la mirada cuando ya sabía que estaba cerca de su casa.

Suelta un suspiro y ya sin retrasarlo más, avanza, abre la puerta de esta y claramente se encuentra con su padre.

Mike le da una sonrisa y Louis se la responde falsamente, aunque claro su padre no pudo notarla porque claramente no conocía bien a su hijo.

—Iré a estirarme, fué un día agotador hoy— avisa y va hacia su habitación, se encierra en esta y deja su mochila en el suelo, se lanza a su cama boca abajo y se queda por un par de minutos así.

De verdad no quería moverse, tampoco pensaba hacerlo.

Infinity |Larry Stylinson| [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora