Capítulo 3.

693 76 11
                                    

Louis espera pacientemente afuera de la casa de Harry, su bicicleta estaba a su lado y ya estaban casi justo en la hora.

Mira el balcón que daba hacia la habitación de Harry y ve como este se asoma, estaba terminando de amarrar su corbata, su cabello estaba desordenado y le faltaba un zapato.

—¡Lo siento! me quedé dormido, bajo ahora mismo— vuelve a desaparecer y Louis ríe ante eso.

Anne la madre de Harry sale de la casa con una bolsa de papel en sus manos.

—Buenos días Lou, ten, sé que siempre se te olvida llevar tu almuerzo— Louis mira la bolsa entre las manos de Anne y suspira, la toma con una de sus manos y se acerca a abrazar a la madre de Harry.

—Estaría perdido sin usted, muchísimas gracias.

—Louis, me conoces desde que eras un bebé, ¿cuantas veces te tengo que decir que me tutees?— el ojiazul ríe y deja un beso en la mejilla de Anne.

—Muchísimas gracias— en ese momento Harry sale de su hogar con su bicicleta al lado, se despide rápidamente de su madre dándole un beso en la mejilla y Louis guarda su almuerzo en su mochila.

Ambos se montan en sus bicicletas y emprenden camino hacia la escuela.

Louis se acerca un poco más a Harry y el ojiverde tiende su mano hacia el ojiazul.

Ambos entrelazan sus dedos mientras pedaleaban a la par, sus mañanas se habían convertido así.

Louis lo pasaba a buscar, Harry salía de su hogar y ambos iban a la escuela tomados de las manos, era un milagro que no se cayeran de sus bicicletas por hacer eso.

No eran nada oficial, pero ambos sabían que eran todo para el otro y con eso era más que suficiente.

|🕊️🕊️🕊️|

Ambos chicos estaban comiendo debajo de un árbol en el gran patio de la escuela, les gustaba almorzar alejados del bullicio, eran amantes de lo simple y del silencio.

Louis se mantiene callado mientras comía con lentitud, degustaba la comida que había preparado la madre de Harry, de verdad amaba la comida de Anne.

—¿Cómo están las cosas con tu padre?— Louis mira a Harry y se encoge de hombros restándole importancia.

—Están mejor, los fines de semana estoy ayudándolo a reparar los motores de las lanchas y a pulir la madera de los barcos y veleros— Harry sonríe ante eso, le agradaba saber que la relación que tenía Louis con su padre estaba mejorando.

—Eso es genial, pero no me apartes de tus planes durante el fin de semana.

—Eso nunca, eres el primero en la lista— el castaño se inclina para dejar un beso en la mejilla de Harry y en el proceso deja la misma mejilla manchada con salsa.

—¡Louis!— el ojiazul ríe ante la cara graciosa del ojiverde.

Louis deja de lado su almuerzo y Harry ya sabía lo que venía después de eso, también aparta su comida y el castaño se lanza sobre el rizado.

Llena su rostro de besos importandole muy poco si alguién más los veía, en la escuela no había nadie que pudiera delatarlos.

No había manera de decirle a su padre que estaba saliendo con Harry, estaba preparándose para enfrentarlo, pero aún no se sentía listo, decirle era una paliza asegurada.

De todas formas no era una obligación salir del closet frente a su padre, pero quería hacerlo, sentiría que estaba cerrando una etapa finalmente, pero sentía miedo.

Probablemente su padre lo odie y el sentimiento de decepcionar a la única familia que le quedaba, no era algo que le gustaría hacer, pero si no lo hacía se estaría mintiendo a sí mismo.

No podía mentirse a él mismo.

No podía fingir algo que no es.

—Ambos vamos a ir a la misma Universidad, probablemente estudies algo respecto a construir, creo que serías un gran arquitecto— Harry cierra sus ojos y comienza a imaginar todo lo que relataba— yo estudiaré ciencias naturales y seré un gran profesor de Biología— Louis se recarga sobre su brazo y ve las delicadas facciones de Harry.

—¿Te gusta esa idea? ¿quieres irte de este lugar conmigo?— Harry abre sus preciosos ojos y asiente.

—Junto a ti iría a cualquier lado, no lo dudaría, aparte antes de que sucediera todo esto habíamos dicho que ibamos a estudiar en el mismo lugar— Louis recuerda sus conversaciones hace un par de años atrás.

—A veces tengo miedo de no poder irme nunca de este lugar, siento apego ante todo esto, aquí te encontré— confiesa con suavidad el ojiazul y Harry lo entiende.

Él también sentía apego por este lugar, había vivido toda su vida ahí, sus primeros pasos, su primera palabra, su primera caída, su primer beso, todo había ocurrido ahí y tenía recuerdos preciosos.

No sería tan fácil dejar todo eso atrás.

—Haremos nuevos recuerdos, juntos— Harry entrelaza sus dedos con los de Louis y el ojiazul baja la mirada hasta sus manos.

Te seguiré a cualquier lado, incluso hasta el fin del mundo si es necesario.

Infinity |Larry Stylinson| [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora