xvi ; how can i tell her

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Siento un dedo tocando mi hombro y al voltear a ver era Clarabella. Me saluda contenta y se coloca a mi lado. Al yo estar más relajada, le esbozo una sonrisa. Ella, como la mayoría de las veces, inicia la conversación.

—Que tarde la de ayer, eh.
—¿Eso crees?
—¡Por supuesto!
—¿Y por qué lo dices?

Ella hace silencio. Sonríe. Yo la imito, pero principalmente porque quiero saber qué es lo que hicieron ella y James al yo irme. Como dije, estoy más tranquila y he comprendido que James ya tiene la edad suficiente para relacionarse con quien le da la gana, así que se lo pregunto.

—No me lo vas a creer, pero casi me da un beso.

En este punto, sentí como si me hubieran hincado el corazón. Sentí un amargo. ¡Pero se supone que ya estaba más tranquila, además lo del beso se veía venir! Vamos Mandy, buen humor, tal vez si le hablas calmada y curiosilla te pueda dar todos los detalles.

—Eh, ¿cómo fue?
—Fuimos al parque cuando te fuiste. Ya sabes, estuvimos conversando y de la nada se me quedó viendo en silencio. ¡Yo creo que le gusto!
—Oh... y ¿qué más?
—Solo eso. Pero no necesitó demostrarme más, es obvio que me quiso besar.

Eso me pareció a una suposición. Que James te quede viendo no quiere decir que sí o sí te vaya a querer besar, ¿cierto?

Dejo que Clarabella siga hablando. Se le nota emocionada y no le voy a apagar el brillo.

De pronto, recuerdo el enunciado "es que tengo que decirte algo" de James. También recuerdo que me dijo que era algo importante. ¿Clarabella sabrá algo?

—Eh, lamento interrumpir —le corto cuando parecía que había hecho una pausa en su historia-, pero quiero preguntar una cosita.
—Sí, vale, dime.
—¿James te dijo algo sobre mí? ¿o algo que quería decirme?

Ella parece torcer la boca. También intenta hacer memoria o eso me da a notar.

—Es por que ayer te dijo que te diría algo importante, ¿verdad?
—Uh, sí.
—Pues no, no mencionó nada de eso.

Siento que, tal vez, James se lo dijo pero no me quiere decir. O tan solo no lo recuerda de verdad. Podría ser cualquier cosa.

—¿Te puedo hacer una pregunta, Mandy? Pero quiero que seas sincera.

Ella me agarra de sorpresa. Siento algo de temor al escucharla pero decido oírla.

—Sí, dímela.
—¿Qué sientes por James?

Siento un recorrido de nervios en el cuerpo. ¿Por qué me lo preguntaría de nuevo? Ya le dije ayer que solo siento amistad por él. Así que se lo repito.

—Lo sé —responde—, pero no está de más preguntarlo de nuevo.

Yo no la observo, pero me siento confundida. Ella lo nota y decide proseguir.

—Hay sentimientos que puedes tener hacia una persona sin decir que te gusta o estás enamorada de ella. Por ejemplo: contigo siento una conexión especial, ¿sabes? aunque no hables tanto sé que siempre tienes buenas cosas que decirme y sé que puedo contar contigo para todo -me sonríe, y yo la imito—. ¿Sientes algo así por James?

Yo, no sé por qué, me siento en aprietos. James me cae bien, me agrada su compañía aunque solo hayamos estado juntos 2 veces. Parece una persona sencilla a pesar de meterse en problemas y no ser muy agradado por estos lares, pero supongo que es porque ha sido golpeado emocionalmente. Bueno, todos lo hemos sido, pero al parecer James recién está descubriendo las consecuencias. Más allá de todo, es un chico increíble.

—Siento cariño. Ya sabes, de amigos.

Con esa afirmación, logró hacer sonreír a Clarabella. Más yo decido pensar en todo lo que siento por él... y me agrada él. Me agrada mucho. Incluso siento que a mis días de fin de año le ha dado mucho color. Estoy agradecida, y espero que se vuelva a aparecer por The Zone para decírselo. Estoy segura que sí.

[𝗹𝘂𝗻𝗲𝘀, 𝟯𝟭 𝗱𝗲 𝗱𝗶𝗰𝗶𝗲𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗱𝗲 𝟭𝟵𝟳𝟵]

Hoy por la noche es la fiesta de mi madre. Sucederá lo mismo que en navidad, supongo.

Son las 18 horas y algunos amigos suyos comienzan a aparecer. Paula ha llegado temprano con Scott y su madre. A propósito, no he hablado con ella desde Navidad. ¿Por qué no me habrá llamado?

Caída la noche, yo vestida de fiesta y maquillada según la orden de mi mamá, de alguna forma participo en la tertulia junto con Paula y su novio, pues la primera mencionada fue invitada junto con su madre, quien es amiga de la mía.

Scott me saca a bailar una pieza, ya que en las demás le dedica sus pasos a mi amiga.

Por alguna razón, luego de una corta conversación de tres, la pareja decide irse a la calle. Me invitaron y recordé Navidad: la pelea callejera. Pensé que era mejor quedarme, quiero evitar cualquier tipo de problemas.

Así que me encuentro sentada en el sillón, viendo como los adultos hacen vida social mientras suena ABBA.

De pronto, mi mamá parece acercarse a mí. Al menos, intenta gritar desde la cocina.

—¡Mandy, correo!

Pienso: "está ebria". La observo confundida, pues es imposible que un cartero venga un 31 de diciembre a casi media noche. Pero luzco más confundida aún porque nadie me enviaría correspondencia, así que esta situación es extraña.

—Oh, perdona: llegó hace dos días pero no te lo dije. Lo tenía guardado en el repostero para que nadie lo vea. Supuse que fuera algún novio tuyo.

Al parecer leyó mi expresión facial y por eso me brindó esa explicación. Por mi lado, yo le dedico una mirada extraña. ¿Novio? ¿Qué dice?

Sin más, madre me lo da y regresa a la cocina.

Al yo ver la parte delantera, no decían más datos que "para Mandy".

Mi cabeza comienza a maquinar y descubrir quién podrá ser el autor, pero me doy cuenta que es cuestión de abrir y leerla.

Paso a sacarla del sobre y al ver que era mucho texto, decido ir a mi cuarto a tomarme mi tiempo de leerla. Total, no creo que alguien sí o sí me requiera en la sala en este momento.

Debe ser algo importante.

Asi que, recostada en mi cama, con la puerta cerrada, a pocos minutos de comenzar 1980, decido descubrir qué es lo que dice esto.

[...]

Con los ojos vidriosos, el pecho sintiéndose hondo y con un gran "¿por qué?" en mi mente, escucho a los adultos hacer la cuenta regresiva y cuando logran pronunciar el uno, esa lágrima ahogada que no quería salir, por fin ve la luz.

Acompañada de los gritos, saludos y música que se escuchan abajo, me siento hundir en el mar de preguntas y, sobre todo, en un agujero que parecía no tener fin.

Él no podía hacerme esto.

No podía.

[la carta en cuestión en el siguiente capitulo].

ese chico malo 一 james hetfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora