xxxiii ; sorry seems to be the hardest word

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-Pensé que tu padre no me dejaría pasar -menciona él, bromeando.

Yo no le ofrezco respuesta alguna, tan solo asiento con la cabeza con un rostro de amabilidad forzada, luciéndola lo más natural posible.

Él parece tener una pequeña incomodidad. Sin embargo, parece ignorarla.

-Eh... ¿cómo estás, Mandy? -agrava un poco la voz, mostrándose curioso.

¿Realmente me está preguntando eso? Yo inhalo y exhalo. Le respondo que todo va bien, como siempre. Él vuelve a preguntar si estoy segura y yo no puedo seguir fingiendo que estoy feliz de verle.

-Mira James -anuncio, con voz agradable para no empezar a enojarme-, no quiero ser grosera de ningún modo pero, ¿por qué viniste?

Él totalmente se sorprende. Sus ojos se han abierto un poco más de lo normal y ha apretado los labios. Se queda callado unos segundos, tal vez para esperar alguna reacción mía, diciéndole que estoy bromeando o algo, pero de hecho eso no ocurre. Entonces él decide responder.

-Es raro que lo preguntes, Mandy -apoya sus codos sobre sus rodillas, intentando estar al menos unos cortos centímetros más cerca de mí, aunque nos separe la mesa del centro de la sala-. Creí que querías que nos viéramos, en serio. Pero al parecer... estás pasando por un mal día.
-¿Eso crees? -creo interrumpir, intentando no sonar agresiva-. Es descabellado ¿sabes? ¿por qué pensarías que estoy pasando por un mal día? -sin darme cuenta, estoy exagerando mis expresiones y remarcando las palabras-. ¿A caso ha ocurrido algo que me haga sentir mal?

Nunca había visto a James tan confundido. Sé que no entiende lo que me está pasando... pero, muy en el fondo, ya debió de haber adivinado. Y no quiero que se sienta culpable o algo por el estilo, solo quiero que seamos sinceros. Y yo lo estoy siendo en su totalidad.

-No sé qué quieres decir, Mandy -ahora, con un volumen de voz más bajo y las cejas algo arqueadas, menciona el rubio.

Mi mirada se aparta de él y mis ojos empiezan a cristalizarse un poco. ¡Rayos, esto no estaba planeado! Siento un poco de vergüenza, pero lo que más me acoge es el dolor nuevamente. Creí que podía hablar con él de una forma serena, aceptando la realidad, que es: él puede relacionarse con las personas que le de la gana y eso no me debe afectar, pues somos amigos y él no es de mi propiedad, pero ¡es casi imposible pensar en aquello cuando la verdad es que me duele esta situación! ¡él y yo nos besamos! ¿a caso no significó nada?

-No tienes que seguir fingiendo esto, James -mi pobre garganta ha sentido un nudo-. Sé que tú has decidido seguir tu camino y está bien, ¿sí? no voy a opinar sobre aquello...
-¿Qué es lo que me estás diciendo? -me interrumpe-, y es que no te entiendo nada -con intención de resolver el problema, anuncia.

Yo hago una pausa. Por fin, le logro observar a la cara, pero ahora con firmeza, y sin importarme si por ahí me vaya a salir alguna lágrima. Me apena decirlo, pero creo que está siendo cínico. Y es que claro, no sabe que lo vi con Clarabella en el parque. ¿Planea acaso negar que él tiene la culpa de esto hasta que yo le diga lo que vi?

A pesar de esto, debo calmarme. Sí, estoy enojada, pero mucho más estoy triste. Me pone triste que él no me haya podido decir que tenía un interés romántico verdadero en mi amiga y, él aún conociendo eso, haya sido capaz de... besarme. Fue uno de los momentos más mágicos de mi vida. No es justo que la experiencia se haya tenido que corromper de esta manera.

-Olvídalo, James -mi cabeza está totalmente gacha-. Tan solo debo decir una cosa...
-¿Sobre qué, Mandy? -mientras menciona, se para de su asiento para acercarse y arrodillarse ante mí. su voz suena totalmente empática conmigo-. Por favor, te ruego que me digas lo que pasa -ahora, casi susurra.

Cielos. Este acto me ha hecho sentir muy sensible. Yo me callo. No le observo. El silencio impera entre nosotros. Puedo notarle algo susceptible.

Siento una lágrima correr por mi mejilla. No quería que sucediera, se suponía que solo sería una conversación tranquila, pero no puedo hacer como si nada. Estoy herida... pero no puedo dejar de convencerme de que él puede seguir su vida como lo prefiera.

-Mandy -él susurra, buscándome con la mirada-, por favor, háblame.

Yo no puedo más. Me venzo ante el llanto, cierro los ojos y empiezo a sollozar. Él, arrodillado ante mí, me intenta sostener las manos y yo, me dejo tan sólo porque me siento muy débil como para quitarlas de él. Puedo verle con el rabillo del ojo querer a toda costa sacarme las palabras de la boca para que me pueda comprender. Acaricia mis manos como si de ellas pudieran salir una respuesta, pero yo sigo sin actuar. Ahora sus manos sobre las mías se sienten tan cálidas... como ayer por la noche, cuando las acarició antes de besarme. Me hace derrumbarme emocionalmente un poco más.

Todo esto es demasiado difícil.

-Solo te pediré algo -por fin, alzo la mirada, y menciono intentando controlar mi voz quebradiza-: no le hagas daño a Clarabella. Después de todo, es mi amiga -hago una pausa-. Espero ella sea la persona que te de felicidad.

Dicho esto, quito mis manos de las suyas y huyo.

No me importa dejar a James arrodillado en la sala. No me importa que mis padres hayan notado algo y hubieran salido a ver qué pasa. No me importa lo que vaya a pasar con todos ellos ahí abajo, lo único que mi cuerpo me impulsa a hacer es correr hacia mi habitación.

Cuando llego, cierro la puerta de golpe y me recuesto sobre mi cama boca arriba. Mis ojos no dejan de soltar lágrimas y las siento recorrer por mi rostro adolorido. Mi mente es atacada con recuerdos: No logro quitarme la sensación del abrazo de James... tan cálido, tan sensato, tan pacífico. Su beso fue lo mejor que me ha podido pasar. No puedo creer que esos labios rosas fueron parte de mí por unos segundos, y me causó tantos sentimientos maravillosos en un solo segundo.

Ahora todo lo debo de olvidar.

Porque para él no significó lo mismo. De no ser así, ¿por qué besó a Clarabella entonces?

Para James fue solo un beso más.

Y eso es lo que no puedo asimilar.

ese chico malo 一 james hetfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora