MEMORIA KÁRMICA | Virgo Shaka

Prefacio

FEBRERO, 1990

Esto no es algo sobre lo que suela escribir realmente y la verdad, me apena un poco (aunque nadie más lo va a leer) ya que es de ensueño y fantasía. Lo hago únicamente porque me dejó una sensación rara y sé que no dejaré de pensar en ello el resto del día hasta que lo escriba.

Fui a dormir y no existe algo raro en ello, pero, al abrir mis ojos me hallaba en un extenso jardín rebosante de flores diversas. Era capaz de sentir el céfiro de aquel lugar y la hierba rozando mis piernas; las sensaciones que experimentaba eran de absoluta paz, se me quitó un gran peso de mí, hace mucho que no recordaba sentirme así.

Puedo razonar que no hay nada místico en un jardincito, la cosa es que no entendía mi razón de estar ahí. ¡Era consciente de que se trataba de un sueño! Eso si es singular, según lo que puedo decir, cuando sueñas, así sea lo más ilógico, perturbador o insólito; le sigues el juego, eres otro personaje más de ello. Lo sigo llamando sueño hasta ahora ya que no me es posible denominarlo de otra forma. Juro que era muy real, todo lo que sentía, los aromas de las flores y su textura a mi roce eran estremecedoras.

Aquel extenso jardín con un cielo abierto predominaba en tonos verdes y vívidos. Me gustaba mucho y me dejé llevar disfrutando del entorno. Caminaba a través del mar de colores, no con la intención de legar a alguna parte, ya que otra cosa curiosa, en mí existía un sentimiento de añoranza y la sensación de espera. Fue algo que comencé a experimentar pocos segundos después de abrir los ojos y estar ahí. Intenté ignorar eso y continuar con mi paseo hasta que despertar. Al alzar la vista, a lo lejos noté una mancha. Iba a ajustar mis lentes hasta que fui consciente de que no había algo que ajustar porque no los traía. Forcé mi vista con la esperanza de enfocar, aunque sea un poco, podría ser cualquier cosa. La mancha cobró forma y parecía más la silueta de una persona; ahora tomaba más detalle porque se acercaba a mí.

Me puse nerviosa ya que no sabía lo próximo a ocurrir. ¡No importa, que sea rápido por favor! Quiero hallarle sentido a esto.

Esperé y esperé, con el corazón agitado, pero, mi momento de revelación nunca llegó. En cambio, la oscuridad y un olor a canela me envolvieron y desperté en mi cuarto. Fue muy irritante, aunque de alguna manera me sentí aliviada porque si era un sueño, muy real, pero al fin y al cabo no era real. Esto solo quedara como otra fantasía de la que me avergonzaré si diez o quince años después se me ocurre leer esto. Perdóname por eso, yo del futuro.

Ahora en otros temas, hoy nos han dado la noticia de que planean llevar a mi grupo de universidad a Grecia. Claramente la idea de poder viajar a ese país es asombrosa y me llena de euforia, cualquier estudiante de arqueología se sentiría como yo. ¡La cultura es de lo mejor! Hay tantas cosas que ver y aprender; además, es el primer viaje para los que hemos elegido un major en arqueología.

Mis padres viajan mucho y casi no los veo, pero, sé con certeza que mi abuela sin problemas me firmará el permiso que requiere la escuela. ¡Quiero regresar con bonitos recuerdos y muchas anécdotas por contar!

Aquel día, la joven pelirroja había redactado su peculiar sueño en el diario que su madre le obsequio por su cumpleaños. Aunque ella en realidad no escribía en él todos los días, decidió que solo tomaría la pluma con algo extremadamente interesante o fuera de lo común. No quería que, si alguien encontraba su pequeña libreta íntima, se enterara de acontecimientos exiguos. Sin embargo, Nirvana, no sabía que más adelante tendría que gastar más tinta de la que podría haber planeado y no por las razones que tenderíamos a considerar.

Un major es el área de enfoque en un bachelor (licenciatura) en Estados Unidos.