La señal de salida fue dada y los tres arrancaron a la par. Una carrera reñida se veía desde el comienzo, cada uno se movía fluido con su corcel motorizado siendo uno con el viento que se dividía con el avance de su jinete. Si algo caracterizaba a estas rondas era que los corredores daban algunos espectáculos como si de trucos de magia se tratase, sin embargo, Lissette no podía hacer eso con dos contrincantes que en primera, reconocía que eran nuevos en el sitio y en segunda, ambos eran muy buenos, casi podía decir que era como si recordara las veces que competía junto a Falcón y Shark. Chita estaba emocionada, una sonrisa placentera se dibuja en su rostro oculto por el casco al competir contra tan formidables restadores, así que decidió darles la bienvenida al lugar una vez estaban volviendo a la línea de partida.
Aumentó la velocidad para levantarse sobre la rueda trasera a dar un pequeño truco, luego bajó y continuó su recorrido doblando en una esquina inclinándose como ella suele hacer. Sus retadores captaron el mensaje y ambos ejecutaron su truco. Reidar también condujo sobre una rueda, pero esta fue la delantera, por su parte, Dante se puso en cuclillas sobre su asiento, para luego ambos varones regresar a sus posturas normales y volver a quedar a la par los tres corredores.
Multitud eufórica ante una competencia reñida que pocas veces se ve y que después de Emanuel, sólo Lissette y Héctor (Shark) habían logrado mantener. El trío estaba cerca de la meta, un final cardíaco podrían decir, Diego estaba listo con su cámara para dar disparo al capturador y así lo hizo, una toma perfecta del cruce de los jinetes del asfalto. Los jueces, por así decirlo, estaban indecisos sobre la decisión, había opiniones distintas sobre quién ganó.
—Eh... —Diego se acercó con cámara en mano junto a las chicas que le acompañaban— Creo que esto les puede ayudar —dijo mostrando la foto que realizó.
—Muchas gracias amigo —agregó Sebastián con los demás viendo lo que ayudaría a la decisión—. Amigos, quien ha ganado es... ¡Chita! ¡Sí señores! ¡Nuestra líder está invicta aun!
Lissette alzó sus manos celebrando su victoria, los retadores estrecharon las manos con la ganadora y ahora ambos se han vuelto parte del lugar. A Diego le devolvieron su cámara y esperaba paciente a que su amiga terminara de recibir los halagos de sus compañeros.
—Uff, eso fue divertido —mencionó la joven acercándose al muchacho jalando su moto—. ¿Desde cuándo tienes esa cámara?
—Me la regaló mi padre hace unos tres años, tenía otras, pero no eran muy buenas. Me encanta la fotografía.
Sus ojos están brillando. Pensaba la joven mientras acomodaba su moto.
—Oh, se nota lo mucho que te gusta.
—Sí —la chica tomó la cámara y se dispuso a mirar las fotos.
Las está pasando. Que se detenga, va a llegar a las fotos que le he tomado desprevenida. Ruega el chico con nerviosismo. —Lis, creo que es hora de volver —mencionó tratando de que no se le notara su perturbación y pena.
—Sí, está bien, nuestros padres se han de estar pregun... —se detuvo con impresión— ¿Qué es esto? ¿Diego?
La joven miraba extrañado a su amigo mientras él estaba sonrojado porque Lissette vio las demás fotos de ella, y se ha detenido justo en la que estaba dormida en el salón.
—Yo... puedo explicarlo.
—Te escucho —dijo encogiéndose de hombros.
¿Qué le voy a decir? ¡En realidad no sé explicarlo! Soltó un suspiro largo para luego verla a los ojos— Creía que te veías —dudo en decirlo, pues le apenaba— bonita —terminó en voz baja mientras que la tonalidad de su cara subía y se encogía de hombros.
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Un camino juntos
Teen FictionLissette, una chica ruda e impulsiva, amante de las carreras de motocicleta que se ha ganado el nombre de Chita. Diego, un chico tranquilo y precavido, amante de la fotografía. Ambos son diferentes e iguales, una casualidad el encontrarse, el conoce...