Advertencia este capítulo tiene escenas subidas de tono, lenguaje sexual, una que otra escena sexual (No estoy segura), se recomienda discreción, si eres menor de edad mantente alejado, vete a leer mi otro Fanfic, es Halloween se vale darme rienda suelta.
Criaturas de todo tipo se encontraban en el salón esperando a que su gobernante se presentara para iniciar la celebración. Era inusual que un demonio se mostrara tan vulnerable al vincular su alma de esa manera; algunos ya conocían a la mortal que se uniría a su rey, mientras que para otros era aún un misterio.
Los murmullos se deslizaban como serpientes por todo el salón, y Pyronica escuchaba con una sonrisa divertida los comentarios sobre la prometida de Cipher, especulando sobre si era una súcubo, un ángel, o incluso algún familiar cercano. La verdad era que Mabel, a pesar de su belleza, no era una súcubo con esa atracción vacía y seductora. Ella irradiaba una bondad y una luz que la hacían parecer una estrella fugaz, un fenómeno raro y precioso que Bill necesitaba. Sin embargo, Pyronica sabía que las estrellas también podían extinguirse, y temía por ella.
El fuego que iluminaba la sala se apagó abruptamente, causando sorpresa entre los asistentes. Segundos después, volvió a encenderse, revelando a Bill Cipher en la escalinata acompañado de una humana.
—¿Qué demonios le vio el amo a una simple mortal?— susurró alguien, solo para ser incinerado por la furia de Kill.
—Espero que no olviden su lugar, criaturas de mierda. Esta mortal es la clave para la conquista de esta dimensión— dijo Kill, levantando la copa hacia su hermano—. Un brindis por nuestros gobernantes. La grandeza es nuestro destino. Salud— ordenó, y fue seguido por los demás.
—Mis súbditos, les presento a mi prometida y futura reina— dijo Bill, tomando fuertemente a Mabel de la cintura—. Mi adorada Estrella Fugaz— la agarró de la barbilla y la besó con ferocidad. Mabel trató de separarse, pero Bill hizo el agarre aún más firme, mordiendo su labio inferior para forzar la apertura de su boca. La lengua de Bill se deslizó dentro, causando que los ojos de Mabel se llenaran de lágrimas.
—No, ya no— susurró ella, apenas audible. Bill sonrió con crueldad mientras bajaban las escaleras lentamente, mostrando a Mabel como un trofeo.
—¡Que empiece el banquete!— anunció Bill, y una gran mesa apareció en el centro del salón. Mabel y Bill tomaron asiento, y con un chasquido de dedos, aparecieron platillos que horrorizaban a Mabel.
—¿Qué ocurre, querida? ¿No te agrada el menú?— preguntó Bill con burla, observando su expresión de asco y miedo.
—Deberías probar la carne de gnomo, o tal vez los jugosos ojos de los duendes— comentó Kill mientras el olor a sangre mareaba a Mabel, provocándole náuseas terribles.
—Al parecer no se te apetece. Bien, porque para ti han hecho este manjar— dijo Bill, señalando una charola con el cuerpo de un cerdo despellejado—. Pato...— los labios de Mabel temblaron—. ¿Cómo pudiste?—
—Es el cerdo o uno de tus amigos, querida— respondió Bill con burla—. Elige— le tendió los cubiertos, que ella tomó con manos temblorosas—. Buena elección.
Mabel llevó un pequeño trozo a su boca. El sabor metálico de la sangre la hizo casi vomitar, pero la mirada severa de Bill le recordó las consecuencias de desobedecer.
—Se me ha ido el apetito— susurró.
—Pero si apenas has tocado la comida— sonrió Bill—. Adelante, un bocado más.
—Bill, por favor, no quiero— reprimió un sollozo, el dolor era abrumador.
—Me encanta cuando suplicas, deleítame una vez más— dijo Bill, tomando un sorbo de lo que parecía vino.
—Por favor— repitió Mabel.
—Bien, solo porque lo pides— dijo Bill, y el cuerpo sangrante del cerdo desapareció, reemplazado por una chuleta delgada acompañada de pasta y verduras—. Me lo compensarás más tarde.
Mabel probó el primer bocado, arrugando el ceño al no identificar el sabor. Prefirió guardar silencio, no queriendo despertar la ira de Bill. Comió en silencio, entre los ruidos de huesos crujientes y carne desgarrada. Bill le ofreció una copa de vino, que ella aceptó dudosa. Al primer sorbo, quedó maravillada por el sabor frutal.
—¿Cuándo se hará la unión, mi señor?— preguntó un demonio de rango inferior.
—En la próxima luna nueva— respondió Bill, mientras Mabel lo miraba aterrorizada.
—¿No crees que es algo pronto?— habló Mabel, ganándose la atención de los invitados—. No me malinterpreten, quisiera que esto suceda lo más pronto posible, pero aún— titubeó—. Se debe arreglar la situación. Me imagino que para algunos ha sido un cambio muy abrupto.
—Tranquila, Estrella Fugaz, tienes razón— dijo Bill con una sonrisa que iluminó los ojos de Mabel—. Pero eso lo manejará Will, ¿no es así, hermano?—
—Por supuesto, no debes preocuparte, Mabel— respondió Will con una expresión de lástima.
El sangriento banquete dio paso al baile. La música armónica empezó a sonar, y muchas parejas se levantaron a bailar con extrema delicadeza, dejando a Mabel maravillada por el esplendor del mundo en el que se encontraba.
—Ven, querida— dijo Bill, extendiéndole la mano—. Un baile te hará bien. Mabel aceptó.
Bill la sujetó con delicadeza, y cada paso que daban revelaba la extraña atmósfera que los rodeaba.
—Eres hermosa, pequeña— susurró Bill en el oído de Mabel—. No sabes cuánto tiempo esperé para tenerte así, conmigo.
—No te entiendo, Bill. Me haces daño y luego intentas compensarme— Mabel dijo con una mezcla de ira y tristeza, sus ojos llenos de lágrimas—. Quisiera decir que estoy tratando de entenderte, pero es imposible. Has sometido a mis amigos y a mi familia, los has esclavizado y atormentado— su voz se quebró, casi un susurro—. Mataste a mi mascota de años. Hiciste que me viera obligada a comerla, como si fuera un cruel castigo. Dejaste que tu hermano me azotara y ahora exiges mi obediencia bajo amenazas— tomó un profundo aliento, su dolor palpable—. Te odio con cada fibra de mi ser. Eres la única persona a la que verdaderamente deseo la muerte.
—Que te quede claro, Estrella Fugaz, solo me tienes a mí en este lugar. Tu adorado tío Ford te entregó para que él y Pino pudieran escapar— dijo Bill con cruel satisfacción—. ¿Recuerdas que él intentó matarte? Deberías pensar quién merece tu odio en realidad.
—Mientes. Ford no dejaría solo al tío Stan, y si así fuera, Dipper no se iría con él— Bill la miró con una satisfacción fría.
—Si estuviera mintiendo, lo sabrías— dijo Bill, y Mabel se dio cuenta de la verdad de sus palabras
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Rompiendo Una Estrella
Fanfiction-"Oh dulce estrella fugaz no sabes lo que te espera... " esas fueron las palabras de Bill al saber que Mabel escapo de su burbuja para al fin derrotarlo Mabel sabe que Bill sigue vivo, sus pesadillas se lo dicen... Los personajes no me pertenecen Es...